Valencia concentra cada fin de semana decenas de j¨®venes que hacen ¡®batallas¡¯ de rap
El estilo musical se cuela entre los j¨®venes como alternativa de ocio

Las listas de palabras se suceden en la cabeza de Andr¨¦s Colomer, estudiante de 1? de Bachillerato en un instituto de Valencia. Va cre¨¢ndolas de camino al colegio o en clase de Lengua. "Voy por la calle y pienso en una palabra y trato de buscar otras que rimen¡°, detalla, ¡° por ejemplo: ritmo, amigo, enemigo, vinilo... Tienes que acostumbrarte a que el cerebro te vaya a 100 por hora¡±.
Andr¨¦s escucha rap desde hace cinco a?os y su intenci¨®n es participar alg¨²n d¨ªa en una de las Batallas de Gallos (duelo de improvisaci¨®n) que se organizan en Valencia. ¡°Te has de preparar a fondo porque la rima es dif¨ªcil y has de improvisar muy r¨¢pido¡±. Este estudiante entr¨® en contacto con las batallas por su hermano mayor; sus amigos las ve¨ªan por Internet y ¨¦l decidi¨® indagar. Se encontr¨® con centenares de v¨ªdeos que se han convertido en su fuente de inspiraci¨®n. El siguiente paso fue buscar estos encuentros en la ciudad. ¡°Empiezas a hablar con amigos del tema y te cuentan que en el r¨ªo se hacen, luego por Instagram te enteras de cuando hay y vas a verlas. Ahora tambi¨¦n se queda para hacer batallas entre institutos¡±.
El viejo cauce del r¨ªo Turia, la gran zona verde que atraviesa Valencia de este a oeste, es el punto de reuni¨®n de decenas de j¨®venes cada fin de semana para celebrar batallas de gallos, aunque tambi¨¦n hay "quedadas" en otros barrios de la ciudad o en los pueblos del ¨¢rea metropolitana. Se citan v¨ªa WhatsApp, crean un cartel para la ocasi¨®n y lo suben a Instagram. Cada convocatoria se expande como un reguero de p¨®lvora entre los adolescentes. A partir de las cinco y media, casi todos los viernes, s¨¢bados o, incluso alg¨²n domingo, hay batalla.
Varo, un joven de 17 a?os, es uno de los organizadores de la batalla de este viernes en el r¨ªo. Lleva una libreta donde apunta los nombres de los participantes. ¡°Cada uno paga por apuntarse en la lista y el que gana se lo lleva todo¡±, explica. Budy, Hispano y Marti detallan las normas de cada encuentro. ¡°Suele haber tres o cinco jurados que valoran las intervenciones, marcan el tema y penalizan a los participantes si no lo siguen, se les va la rima o se pasan¡±, comenta Budy. Hispano explica que se suelen enfrentar de diferentes maneras: ¡°uno versus uno", ¡°dos versus dos¡± o ¡°batallas a tres¡±.
Marti, que con 15 a?os es uno de los m¨¢s j¨®venes del grupo, incide en el ¡®buen rollo¡¯ entre contrincantes.¡±Se pueden decir de todo, pero cuando terminan se dan la mano porque la base de esta batalla es el respeto¡±.
Varo recuerda que estas competiciones empezaron hace cuatro o cinco a?os con los grandes encuentros organizados por Red Bull, pero desde hace un a?o y medio, se ha ampliado la clase de gente que participa. ¡°Te puede venir gente de cualquier estatus, hasta padres con hijos¡±. Cualquiera puede participar pero algunas de estas batallas tienen un nivel m¨¢s profesional y sirven para clasificarse en competiciones nacionales.
Las batallas tienen un vocabulario propio y unas reglas que se siguen a rajatabla. La acci¨®n en la cual los contrincantes se enfrentan de manera sucesiva utilizando rima e improvisando se llama "batallar". No hay contacto f¨ªsico, no se traen las rimas preparadas y los participantes pueden solicitar que no se toquen algunos temas.
¡°En principio se pone una m¨²sica de fondo instrumental y a improvisar lo que salga¡±, a?ade Marti. La m¨¦trica es personal y las intervenciones se dividen por tiempos. ¡°Mucha gente utiliza la silva con versos endecas¨ªlabos y heptas¨ªlabos. Cuando empiezas, sueltas insultos y te sale mal, pero luego te inspiras en pel¨ªculas o en v¨ªdeos de otros¡±. Arkano, un conocido freestyler y rapero espa?ol, defensor de los derechos del colectivo LGTBI, es una fuente de inspiraci¨®n para estos j¨®venes.
¡°Ven de batalla esta tarde¡¯ sustituye a ¡®salimos a dar una vuelta¡±, explica Marti. ¡°Hay mucha gente que ha empezado a venir en el ¨²ltimo a?o. Bajaban al parque, nos ve¨ªan bien y dec¨ªan, yo tambi¨¦n quiero hacerlo¡±. Las batallas se han extendido entre los centros educativos, p¨²blicos y privados, de la ciudad. ¡°Es una cuesti¨®n de inercia¡±, dice Lau, de 18 a?os. ¡°Adem¨¢s, no cuesta dinero y es una alternativa al centro comercial¡±. ¡°Antes, t¨² eras el rarito por escuchar rap; ahora, cuando lo saben los compa?eros de clase, te comentan: Ah! Pero t¨² haces eso?¡±, concluye Marti.
Adri¨¤ Aguilar, miembro de Atupa, grupo de rap valenciano fundado en 2011, es uno de los profesionales que se dedica a impartir talleres de rap. ¡°Soy alarmista en cuanto al mensaje de violencia, racismo o misoginia que se est¨¢ transmitiendo con algunos temas¡±, reflexiona el m¨²sico.
Uno de los objetivos de estas clases es ense?ar a los chavales a organizar lo que se quiere decir: ¡°No por hacer trap, rap o como quieras llamarle, hay que hablar de traficar con droga, de pegar a alguien o cosas as¨ª, que es el discurso con el que se empapan ellos ahora. Intentamos encaminarlos hacia otros temas con un mensaje m¨¢s solidario y, a partir de ah¨ª, dejarles total libertad para hablar de lo que quieran¡±.
¡°Empezamos el taller diciendo que no hay una sola manera de hacer rap, de hecho, cada uno viene con el ritmo asimilado y trabajamos respet¨¢ndolo¡±. El m¨²sico de Moncada (Horta Nord) recuerda como hasta hace poco las ¡®batallas¡¯ se hac¨ªan en salas cerradas para grupos muy reducidos, ¡°No era como ahora. Eso mola, en los parques, que se organicen ellos solos y lleguen a esto¡±.
Las clases de rap se imparten en los institutos por iniciativa del profesor de m¨²sica o el de valenciano. ¡°A los chavales les entra muy f¨¢cil y se lo pasan bien. Es una manera de vivir la m¨²sica y el lenguaje que les despierta el inter¨¦s¡±. Adri¨¢ Aguilar termina con un deseo: ¡°Ahora falta encaminar todo este movimiento. Veo chavales solos pero no hay grupos que saquen una maqueta. Vamos a ver si se queda en una moda o se puede construir algo¡±.
S¨ªguenos en Twitter y en Flipboard
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.