Los ¡°problemas de cohesi¨®n territorial¡±, un reto para la seguridad nacional
La nueva Estrategia alude al desaf¨ªo del separatismo catal¨¢n sin mencionarlo
La palabra Catalu?a no aparece ni una sola vez en las 127 p¨¢ginas de la Estrategia de Seguridad Nacional 2017, aprobada ayer por el Gobierno. Pero el reto secesionista recorre el documento ya desde la misma presentaci¨®n, que firma el presidente Mariano Rajoy. ¡°A los desaf¨ªos globales se les unen otros internos que atentan contra nuestra integridad territorial y valores constitucionales. La respuesta del Estado de Derecho es, sin duda, la mejor herramienta para garantizar los derechos y libertades de todos los ciudadanos¡±, escribe.
La estrategia reconoce expresamente que la cuesti¨®n territorial es una amenaza para la seguridad nacional. ¡°Espa?a se enfrenta a una serie de amenazas y desaf¨ªos tanto internos como externos, incluyendo [...] problemas de cohesi¨®n territorial¡±, afirma.
Incluso intenta explicar su agravamiento en los ¨²ltimos a?os alegando que la crisis econ¨®mica no solo ha tenido ¡°un elevado coste social¡±, sino tambi¨¦n ¡°consecuencias en los movimientos independentistas¡±, que la han utilizado ¡°como argumento para apoyar acciones irresponsables¡±, en alusi¨®n a la deriva soberanista del cesado Gobierno catal¨¢n.
La amenaza ultraterrestre y el ataque de los drones
Junto al ciberespacio, donde los ataques ¡°han aumentado notablemente en n¨²mero, alcance y sofisticaci¨®n¡±, la estrategia dedica especial atenci¨®n a la ¡°vulnerabilidad del espacio ultraterrestre¡±. Se refiere a lo que antes se denominaba el espacio, sin adjetivos, donde una constelaci¨®n de sat¨¦lites cumplen misiones esenciales en campos como la observaci¨®n de la tierra, el posicionamiento global, las comunicaciones o el intercambio de informaci¨®n digital. El aumento de la basura espacial y el despliegue de tecnolog¨ªas dise?adas para deshabilitar o destruir sat¨¦lites, en un espacio por cuyo control compiten los Estados, ¡°podr¨ªan incrementar la tensi¨®n global¡± y poner en riesgo actividades cotidianas que dependen cada vez m¨¢s del uso del espacio.
Hasta tal punto se toma en serio este asunto que la estrategia propone crear un Consejo Nacional de Seguridad Aeroespacial, que se ocupar¨¢ tambi¨¦n del riesgo asociado al creciente uso de drones (que pueden "ser usados para acciones de naturaleza agresiva o il¨ªcita" por parte de Estados u organizaciones terroristas) y se unir¨¢ a los ya existentes de Ciberseguridad y Seguridad Mar¨ªtima.
Desarrollar el modelo integral de gesti¨®n de crisis, promover la cultura de Seguridad Nacional, favorecer el buen uso de los espacios comunes globles (el ciberespacio, el espacio mar¨ªtimo, el a¨¦reo y el ultraterrestre), impulsar la dimensi¨®n de la seguridad en el desarrollo tecnol¨®gico y fortalecer la proyecci¨®n internacional de Espa?a son los cinco grandes objetivos que se fija la directiva.
Pero la estrategia no dice c¨®mo afrontar este reto, m¨¢s all¨¢ de sostener que ¡°los desaf¨ªos a la legalidad y al inter¨¦s general de Espa?a requieren una respuesta desde el Estado de Derecho para garantizar los derechos y libertades de todos los ciudadanos¡±.
Eso s¨ª, subraya que ¡°en Espa?a se puede defender cualquier proyecto pol¨ªtico, siempre que se haga en estricta observancia de la legalidad¡±. Y asegura que la seguridad nacional ¡°contribuye a afianzar los elementos vertebradores de la Espa?a del siglo XXI¡±, incluida su ¡°rica diversidad territorial y ling¨¹¨ªstica¡±.
Estas son otros puntos significativos del documento:
Campa?as de desinformaci¨®n. Es la principal novedad. Al aludir a los conflictos armados, incorpora el concepto de ¡°conflictos h¨ªbridos [...] que combinan el empleo de medios militares con ataques cibern¨¦ticos, elementos de presi¨®n econ¨®mica o campa?as de influencia por las redes sociales¡±. En otro momento subraya que ¡°la manipulaci¨®n de la informaci¨®n por parte de agentes extranjeros ejerce de factor de influencia en la era de la posverdad, con efectos negativos en la cohesi¨®n social y la estabilidad pol¨ªtica¡±. Y agrega que ¡°actos como el robo, uso y difusi¨®n de la informaci¨®n y datos sensibles y acciones hostiles que incluyen actividades de desinformaci¨®n e interferencias en procesos electorales representan hoy un desaf¨ªo de grandes dimensiones¡±. Se trata de una descripci¨®n bastante exacta de lo sucedido en las ¨²ltimas elecciones estadounidenses, pero el documento elude citar casos concretos y se cuida mucho de apuntar a Rusia como presunta responsable. Solo afirma que estas acciones son ¡°perpetradas tanto por actores estatales como no estatales¡±, que la atribuci¨®n de su autor¨ªa ¡°resulta especialmente complicada¡± y que ¡°tienen por objeto la movilizaci¨®n de la opini¨®n y la desestabilizaci¨®n pol¨ªtica¡±. Al enumerar las medidas para mejorar la gesti¨®n de crisis, aboga por ¡°el desarrollo de instrumentos que contribuyan a la protecci¨®n contra la desinformaci¨®n¡±.
Terrorismo. Los atentados de agosto pasado en Barcelona ¡°han situado a Espa?a en el punto de mira del azote terrorista¡±, reconoce el texto, que identifica a Daesh como ¡°principal protagonista de esta amenaza por su capacidad operativa, medios, proyecci¨®n medi¨¢tica y r¨¢pida expansi¨®n¡± y a los combatientes retornados de Siria o Irak como ¡°uno de los mayores retos¡±. De ETA, ya desarmada, constata que ¡°no es una amenaza relevante gracias a la victoria del Estado de Derecho y sin perjuicio del trabajo [...] en la investigaci¨®n de hechos criminales, la defensa de la memoria de las v¨ªctimas y la transmisi¨®n de una narrativa que resalte la lucha de la democracia frente al terrorismo¡±.
Trump y el populismo. Al presidente de EE UU, Donald Trump, no lo cita ni una vez, como tampoco al fen¨®meno del populismo, aunque alude impl¨ªcitamente a ambos cuando constata ¡°el auge de grupos con visiones proteccionistas y nacionalistas exclusivistas¡±, el resurgir ¡°del proteccionismo en una econom¨ªa globalizada¡± o la ¡°creciente unilateralizaci¨®n de la seguridad¡±, en contraposici¨®n al multilateralismo de Obama.
Cambio clim¨¢tico. Lejos quedan los tiempos en que Rajoy (apelando a su primo) dudaba del calentamiento global. Por primera vez, la estrategia le dedica un apartado entero. ¡°En los ¨²ltimos a?os los efectos producidos por el cambio clim¨¢tico han adquirido tal relevancia que se justifica su an¨¢lisis desde una perspectiva de seguridad¡±, alega. Se apuesta por reforzar los compromisos del Acuerdo de Par¨ªs y anuncia la futura Ley de Cambio Clim¨¢tico y Transici¨®n Energ¨¦tica.
Olvido del 2%. El texto pasa de puntillas sobre el compromiso de destinar un 2% del PIB a los gastos militares, asumido por Espa?a en la cumbre de la OTAN en Gales (2014). Se limita a decir que ¡°Espa?a debe asumir los compromisos econ¨®micos acordados como parte de un necesario reparto de responsabilidades y esfuerzos entre aliados¡±. A pesar de declarar su apoyo a la cooperaci¨®n estructurada permanente en Defensa dentro de la UE, la? Estrategia incluye entre sus l¨ªneas de acci¨®n la mejora "de la capacidad de defensa aut¨®noma" de Espa?a y el impulso a "una? estrategia industrial de Defensa que formente la autonom¨ªa en la adquisici¨®n de capacidades estrat¨¦gicas".
Gibraltar y el Magreb. El documento constata que el Brexit "supondr¨¢ la salida de Gibraltar, un anacronismo en la Europa actual, de la UE" y aboga porque Espa?a y Reino Unido cooperen "en un ¨¢rea de m¨¢xima relevancia estrat¨¦gica como es el Estrecho". Respecto a sus vecinos del norte de ?frica, "Espa?a fomenta la estabilidad pol¨ªtica, sociedades plurales y gobiernos inclusivos regidos por instituciones basadas en el imperio de la ley y con pr¨¢cticas de buen gobierno"; lo que no significa necesariamente reg¨ªmenes democr¨¢ticos.?
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