El entusiasmo de la Catalu?a invisible
Distritos de Barcelona y L'Hospitalet donde se segu¨ªan con poco inter¨¦s las auton¨®micas viven ahora con fervor las elecciones
El entusiasmo lleva hasta querer convencer a los cu?ados: "Hay una persona en mi familia que nunca ha votado: mi cu?ado", dice Rafael Sab¨¢n, de 77 a?os, vecino del barrio de Bellvitge, en L'Hospitalet. "Ya le he dicho que esta vez tenemos la llave en la mano, que vote, y me ha dicho que lo har¨¢". Al otro lado de Barcelona, en el barrio de Torre Bar¨®, Gregoria Garc¨ªa, de 63 a?os, ve como su hija peque?a, que casi nunca hab¨ªa votado antes, le insiste que hay que ir a votar por encima de todo.
L'Hospitalet es la segunda mayor ciudad de Catalu?a y en las auton¨®micas de 2015 fue la que tuvo menor participaci¨®n entre las 25 m¨¢s pobladas, m¨¢s de 2 puntos por debajo de la media catalana de casi el 75%. Torre Bar¨® es un barrio peque?o y olvidado en el distrito de Nou Barris de Barcelona, que fue con el 72,2% el segundo de Barcelona donde menos gente vot¨® tras Ciutat Vella. En Torre Bar¨® la participaci¨®n en 2015 fue del 58,4%. Bellvitge y Torre Bar¨® son barrios populares, guerrilleros, rodeados de autopistas, creados en los 60 gracias a la llegada de inmigraci¨®n del resto de Espa?a y que en los dos ¨²ltimos meses se han activado con la reafirmaci¨®n de su catalanidad y espa?olidad pero sin apenas sacar las banderas a los balcones.
De dos docenas de entrevistas con vecinos de ambos distritos emergen dos ideas un¨¢nimes: uno, se habla m¨¢s que nunca de pol¨ªtica, y dos, no tiene nada que ver el ambiente actual con el de las auton¨®micas de 2015. "En el centro c¨ªvico ahora es distinto porque hay un motivo", dice Jos¨¦ Vivancos, de Bellvitge. En Nou Barris la sensaci¨®n es id¨¦ntica. En el mercado de la Guinaueta, la carnicera Isabel Mar¨ªn lleva 24 a?os detr¨¢s del mostrador: "Nadie hablaba nunca de pol¨ªtica en el mercado. Solo quiz¨¢ alg¨²n comentario sobre corrupci¨®n. Ahora creo que va a votar todo el mundo", dice.
Kawa El Khatabbi tiene un bar en Prosperitat y ve igual el ambiente entre sus clientes: "Va a votar todo el mundo. Todos quieren que salga lo que ellos piensan. Antes pasaban m¨¢s". Desde el Casal de la Asociaci¨®n de Vecinos de Trinitat Nova, Pilar Cirujeda dice: "Veo a m¨¢s gente dispuesta a votar. Antes en la peluquer¨ªa habl¨¢bamos de S¨¢lvame y Gran Hermano. Ahora tambi¨¦n de pol¨ªtica".
El misterio es c¨®mo se traducir¨¢ esta excitaci¨®n palpable en m¨¢s votos reales
Ante la polarizaci¨®n y la previsible falta de trasvase de voto entre bloques, seg¨²n las encuestas, el aumento de la participaci¨®n en zonas no independentistas o la desactivaci¨®n puntual del votante independentista ser¨¢n la clave para posibles nuevas mayor¨ªas. Los analistas coinciden en que los datos dan m¨¢s movilizaci¨®n: "Hay claramente una sobremovilizaci¨®n", dice Jos¨¦ Juan Toharia, presidente de Metroscopia. Si el 27-S fue el apogeo del independentismo, ahora puede cambiar: "Los no independentistas ven estas elecciones como m¨¢s importantes que las anteriores. Ven que las decisiones que se toman en el Parlament les est¨¢n afectando mucho", dice Berta Barbet, investigadora de la Universitat Aut¨°noma de Barcelona.
El misterio es c¨®mo se traducir¨¢ esta excitaci¨®n palpable en m¨¢s votos reales. Aunque a¨²n tiene margen, esta Catalu?a es cada vez menos invisible. Bellvitge tuvo ya en 2015 m¨¢s participaci¨®n en las auton¨®micas que en las generales: 75,5% por 74,2%. Fue excepcional, pero la tendencia hab¨ªa empezado en 2012, en las primeras elecciones con connotaci¨®n independentista. Antes de ese a?o la participaci¨®n en unas auton¨®micas en Bellvitge nunca hab¨ªa llegado al 60%. En 2012 salt¨® hasta el 68,2%. Hasta entonces las auton¨®micas se ve¨ªa como algo local, menos importante que decidir si era presidente Zapatero o Rajoy: "Las auton¨®micas se ve¨ªan como algo que ganaban los de aqu¨ª", dice Vicente Jorge, presidente de la Comisi¨®n de Fiestas de Bellvitge.
D¨®nde est¨¢n los nuevos votantes
Si la participaci¨®n ya se ha equiparado, ?qui¨¦nes son los votantes de Bellvitge y el barrio vecino del Gornal que deben hacer aumentar la participaci¨®n a¨²n m¨¢s? No est¨¢ nada claro. EL PA?S pregunt¨® este viernes en d¨ªa de mercadillo a 20 vecinos al azar. Cuatro respondieron que nunca hab¨ªan votado y seguir¨ªan sin hacerlo: "Qu¨¦ m¨¢s me da la independencia, si har¨¢n igualmente lo que les d¨¦ la gana", dijo un joven. Once respondieron que siempre votaban y esta vez obviamente tambi¨¦n. Los interesantes son los otros cinco. Una familia de tres ¨Clos padres Jordi, Montse y la hija Nerea, de 19 a?os- nunca hab¨ªan votado y ahora s¨ª iban a hacerlo porque estaban "hartos de tantos chorizos". No quer¨ªan la independencia y hab¨ªa que votar, dec¨ªan con poca convicci¨®n. Sus argumentos se confund¨ªan y no sab¨ªan bien qu¨¦ partido iban a escoger. Cuando acab¨® la entrevista, se giraron y preguntaron a otra persona: "?D¨®nde hay que ir a votar?"
Otro que respondi¨® que iba a votar por primera vez fue un joven de 18 a?os que fumaba un porro en forma de cono a las 12.30 de la ma?ana en la Rambla del Gornal. Hab¨ªa o¨ªdo campanas y quer¨ªa ir, pero tambi¨¦n preguntaba a su alrededor a qui¨¦n hab¨ªa que votar. Juan Ib¨¢?ez es conserje en el centro c¨ªvico del Gornal. Ha estado dedicado al deporte toda su vida y conoce bien a docenas de los veintia?eros del barrio: "Mira, si hoy pregunto a 100 chavales y 70 me dicen que votar¨¢n, a ti te seguir¨ªa diciendo que no s¨¦ cu¨¢ntos van a ir a votar. Quiz¨¢ ir¨¢n 70, quiz¨¢ 10, quiz¨¢ 90. Todo depende de si se han ido de juerga, de si se acuerdan, de si alguien les insiste", dice.
Solo un espa?ol de origen pakistan¨ª de 18 a?os que trabajaba en Gornal no sab¨ªa que pronto hab¨ªa elecciones. Una prueba de la lejan¨ªa de los procesos pol¨ªticos de barrios como Gornal es una se?ora que hab¨ªa votado siempre, seg¨²n dec¨ªa, y que se refer¨ªa al ex president de la Generalitat como "el Mon ese". Su hija, de 19 a?os, no iba a votar por desconocimiento: "No tengo una opini¨®n y no quiero ir a ciegas".
"Lo que hemos luchado por este barrio y ahora van a venir el Rufi¨¢n y cuatro como ¨¦l a quit¨¢rnoslo"
Los perfiles socioecon¨®micos m¨¢s bajos son los menos proclives a votar. Nuria Gaig, consejera del PSC en Nou Barris, ya prev¨¦ las mil excusas que oye para no ir: a ver si puedo, c¨®mo pido las 4 horas de permiso, espero que el ni?o me deje. Todos intuyen que votar es importante, as¨ª que la variedad de excusas para hacer algo que no conocen, da pereza o creen que sirve de poco, es infinita. Ante este panorama, es imposible predecir cu¨¢ntos vecinos de Bellvitge, Gornal, Torre Bar¨®, Roquetas o Trinitat Nova acabar¨¢n votando.
Las ganas cuentan
El entusiasmo del electorado es a pesar de todo un beneficio sustancial para los no independentistas. En una charla con 8 vecinos de Bellvitge, solo lograron recordar a tres conocidos que no votan nunca: el cu?ado de Rafael Sab¨¢n, el yerno de uno y el hijo de otro que no estaba. Todos sin embargo se animaban a convencerles. Si el 21-D se cruzan con uno de ellos pueden incluso acompa?arle hasta la urna. Sin ese fervor, es poco probable que se hubieran planteado el esfuerzo de convencer a nadie. Ahora adem¨¢s se da la ventaja de que no hace falta animar a nadie a que vote por un partido, sino que hay varias opciones.
Los discursos concretos ya est¨¢n preparados. Ovidio R¨ªos, presidente de la Uni¨®n Ciclista Bellvitge, cree que los nuevos candidatos no aportan nada a su generaci¨®n: "Lo que hemos luchado por levantar este barrio y ahora resulta que van a venir el Rufi¨¢n y cuatro como ¨¦l a quit¨¢rnoslo", lamenta. A su lado, el hist¨®rico l¨ªder de la asociaciaci¨®n vecinal Roque Fern¨¢ndez va incluso un paso m¨¢s all¨¢ en vehemencia: "Este barrio era de obreros con conciencia de clase y que ahora vengan unos jovenzuelos a decirnos a nosotros, que luchamos por el Estatut del 32, que no somos catalanes o que somos fachas por discrepar, no, fachas ser¨¢n ellos porque yo me dej¨¦ la piel por Catalu?a".
Los argumentos de estos vecinos de Bellvitge son selectivos con los beneficios y perjuicios de su vida en Catalu?a. Todos sus hijos son catalanes y hablan catal¨¢n gracias a la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, que aplauden sin dudar. Ninguno de ellos habla catal¨¢n ni ve TV3, cuya aparici¨®n en la conversaci¨®n se salda con un peque?o abucheo.
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