Perro mundo
Cuando Nevenka Fern¨¢ndez denunci¨® el acoso sexual del entonces alcalde de Ponferrada, sufri¨® el aislamiento de la izquierda y los movimientos feministas, seguramente porque era de derechas, guapa e inteligente
¡°Esta es la historia de una mujer sensata que cuando se dio cuenta de que todo lo que le hab¨ªan contado era mentira, fue al juzgado, denunci¨® los hechos y lo puso todo patas arriba¡±.
Lo que hizo la joven al revelar su caso fue evidenciar la doble moral de la sociedad en la que viv¨ªa
De ese modo comienza mi libro sobre Nevenka (Hay algo que no es como me dicen, editado por Aguilar y ahora reeditado por DeBolsillo), pues lo primero que me llam¨® la atenci¨®n cuando la conoc¨ª fue su sentido com¨²n y la capacidad de ese sentido para desbaratar el fraude. En efecto, lo que hizo la joven al revelar su caso fue evidenciar la doble moral de la sociedad en la que viv¨ªa, en general, y la del PP, partido al que pertenec¨ªa, en particular. Desde la perspectiva de hoy puede resultar incre¨ªble, pero lo cierto es que los dirigentes de ese partido se pusieron de inmediato al lado de Ismael ?lvarez, el acalde acosador. Cuando digo los dirigentes, quiero decir asimismo las dirigentes (el gen¨¦rico, que no siempre llega), entre las que se contaba Ana Botella, que (tambi¨¦n desde la perspectiva actual parece alucinante) enseguida ser¨ªa concejala de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid y m¨¢s tarde su alcaldesa. Los suyos le dieron la espalda, en fin, por quitarles la careta.
Lo que percib¨ª entonces en Nevenka fue una suerte de extra?amiento de s¨ª misma y de su identidad, como si se preguntara c¨®mo pod¨ªa haber pertenecido a ese mundo, c¨®mo pod¨ªa haber sido uno de ellos, una de ellas (otra vez, las insuficiencias del gen¨¦rico). Me record¨® en ese sentido al protagonista de la pel¨ªcula Missing, de Costa Gavras, interpretado por Jack Lemmon y basada en una historia real. Si ustedes se acuerdan, Lemmon hace el papel de un norteamericano conservador cuyo hijo ha desaparecido bajo la dictadura de Pinochet. El hombre, desoyendo numerosas advertencias, decide viajar a Chile para averiguar qu¨¦ ha ocurrido. Como su ideolog¨ªa no est¨¢ muy alejada de la de los golpistas, piensa que le ayudar¨¢n y que resolver¨¢ enseguida el problema. Cuando llega a Santiago y comienza a ir de un ministerio a otro, de una ventanilla a otra, y va haci¨¦ndose cargo de la corrupci¨®n moral de aquellos a quienes hab¨ªa tomado por correligionarios, se extra?a de s¨ª mismo y vuelve a los EE UU convertido en otro. ?C¨®mo he podido ser uno de ellos?, se pregunta.
Rechazada por unos y por otros, con una atenci¨®n medi¨¢tica m¨¢s interesada en los aspectos superficiales del caso, la joven alcanz¨® un grado de soledad terrible
Tal extra?amiento proporciona un grado de soledad extraordinario que crece de forma exponencial si tampoco recibes apoyo de quienes hasta entonces fueron tus adversarios pol¨ªticos. Tal fue el caso de Nevenka, que no fue acogida por la izquierda ni por los movimientos feministas, seguramente porque era de derechas, tambi¨¦n porque era guapa. Peor a¨²n: porque era inteligente, Que se joda o que no hubiera sido de derechas, vinieron a decir. Que no hubiera sido guapa. Que no hubiera sido inteligente.
Rechazada por unos y por otros, con una atenci¨®n medi¨¢tica m¨¢s interesada en los aspectos superficiales del caso que en su sustancia, la joven alcanz¨® un grado de soledad terrible, en el que milagrosamente consigui¨® hacerse fuerte y desde el que obtuvo el impulso moral, primero, para volver a armarse con materiales ps¨ªquicos distintos de aquellos que se le hab¨ªan venido abajo, y para denunciar luego p¨²blicamente su calvario. El proceso, como es de sobra conocido, estuvo repleto de incidencias entre las que destac¨® aquella joya verbal de Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Ancos, fiscal jefe del Tribunal Superior de Castilla y Le¨®n, seg¨²n la cual resultaba dudoso que Nevenka hubiera sido acosada al no tratarse de ¡°una cajera de Hipercor que tuviera que dejarse tocar el culo para asegurar el pan de sus hijos¡±. ?Una an¨¦cdota? Para nada, tales eran las categor¨ªas en las que nos mov¨ªamos hasta anteayer y que quiz¨¢ a¨²n no hemos abandonado. No del todo.
No produjo esc¨¢ndalo que la v¨ªctima hubiera tenido que exiliarse mientras que el verdugo le¨ªa el preg¨®n de las fiestas de su pueblo
Los pol¨ªticos que hab¨ªan preferido no opinar sobre el asunto hasta que la justicia se manifestara, permanecieron mudos cuando el Supremo confirm¨® la sentencia condenatoria contra Ismael ?lvarez. ¡°La noticia¡±, dije en el ep¨ªlogo de mi libro, ¡°cay¨® como en el interior de una campana de vac¨ªo, sin que se produjera ning¨²n eco, ninguna reacci¨®n¡±. No recuerdo haber le¨ªdo ning¨²n editorial de inter¨¦s sobre el asunto. Tampoco produjo esc¨¢ndalo que la v¨ªctima hubiera tenido que exiliarse mientras que el verdugo le¨ªa el preg¨®n de las fiestas de su pueblo.
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Autor: Juan Jos¨¦ Mill¨¢s.
Editorial: Booket (2013).
Formato: versi¨®n Kindle y tapa blanda.
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