Almonte, el mundo al rev¨¦s de Marianela
Asesinaron a su hija y a su marido, encarcelaron a su amante y le absolvieron. Ella huy¨® del pueblo estigmatizada por los vecinos
En Almonte, dos coronas de flores recuerdan a¨²n el lugar de los hechos, incrustadas en la puerta del n¨²mero 3 de la avenida de los Reyes. Alguien asest¨® all¨ª 151 pu?aladas a un padre de 39 a?os y a su hija de ocho en la noche del 27 de abril de 2013. ?l ¡ª47 pu?aladas¡ª, se duchaba. Ella ¡ª104 cuchilladas y la cara tapada con una manta¡ª, le esperaba para ir a comerse una pizza. Marianela Olmedo, que hoy tiene 41 a?os, esposa y madre de la familia, lo dej¨® todo limpio y ordenado antes de irse de casa. Hab¨ªa iniciado oficialmente otra vida desde hac¨ªa 28 d¨ªas en compa?¨ªa de su amante, de 34 a?os, Francisco Javier Medina, quien 14 meses despu¨¦s ser¨ªa detenido como ¨²nico sospechoso del doble crimen.
Mucho antes de todo eso, los cuernos de Miguel ?ngel Dom¨ªnguez por la infidelidad de Marianela hab¨ªan traspasado los muros del Mercadona, donde trabajaban los tres, y se hab¨ªan incrustado uno por uno en las casas de Almonte (Huelva), un pueblo blanco de viviendas unifamiliares, que se adentra en el Parque de Do?ana; donde 23.000 almas viven envueltas en el aura de la Virgen del Roc¨ªo, esperando su llegada cada siete a?os y la romer¨ªa anual.
¡°Maldita zorra estratega para exculpar a tu kerido nuevo e inculpar al kerido viejo, eres una grand¨ªsima puta, te ten¨ªan que meter presa el mismo tiempo que ¨¦l ha estado injustamente, se te ve que eres una maldita perversa y por gustarte tanto macho acabaras por los bajos suelos¡ no hay quien te crea pedazo de in¨²til. ?Vamos Fran! (sic)¡±. Un vecino de Almonte llamado Jos¨¦ Gonz¨¢lez le dedicaba recientemente esas palabras a Marianela en Facebook, donde los comentarios y los insultos contra ella se cuentan por cientos. Algunos, como el anterior, han dado lugar a querellas por injurias.
¡°El pueblo est¨¢ dividido, puede que por la mitad, lo que ocurre es que los que apoyan a Medina hacen mucho m¨¢s ruido¡±, dice Juan Antonio Iglesias, exalcalde de Almonte por el PP, que recuerda c¨®mo, el pasado 6 de octubre, cuando el jurado popular declar¨® al hombre ¡°no culpable¡±, fue recibido a hombros por una muchedumbre que gritaba: ¡°?Inocente, inocente!¡± La polic¨ªa local cort¨® la calle del Cristo, donde vive su familia por el gent¨ªo. La actual alcaldesa, Roc¨ªo Espinosa (PSOE), no respondi¨® a las llamadas y mensajes de este peri¨®dico.
Machismo crudo
¡°Esa es la pura y cruda realidad¡±, dice Iglesias en referencia a los comentarios machistas que van de boca en boca por Almonte. Pero se?ala algo interesante: ¡°No es casualidad que se hayan multiplicado y exacerbado esas actitudes contra esta mujer, sino que en eso ha consistido la estrategia de la defensa de Francisco Javier Medina, han querido desacreditarla como testigo, restarle credibilidad ante el jurado y ante el pueblo y lo han conseguido, las campa?as en las redes, antes y durante el juicio, han sido brutales: con filtraciones de conversaciones de ella y fotos mostrando c¨®mo se divert¨ªa...¡±. Nadie parece recordar que ¨¦l fue igualmente infiel al tener una relaci¨®n con ella.
En m¨¢s de una ocasi¨®n la juez interrumpi¨® al abogado defensor, Francisco Baena Bocanegra, y a sus testigos por ese tipo de alusiones, pero las fotos corrieron por los whastapp de Almonte: ¡°Una que sufre por su hija no est¨¢ bailando en minifalda¡±, dice una chica en un bar del pueblo.
Marianela, ¡°un Orfidal por la ma?ana, un Tranquimac¨ªn a medio d¨ªa, un Sumial por la taquicardia, otro Orfidal, un Deprex y un Zolpiden por la noche¡±, recibe a EL PA?S en la casa de sus padres de Almonte. Las persianas hasta abajo. La vivienda parece cerrada. Junto al brasero, rodeada de fotos y del silencio de sus padres, cuenta su historia, ¡°la de una desgraciada¡±.
Marianelalleva en el bolso un aerosol de autodefensa. ¡°Tengo miedo, yo le conozco, aunque me diera cuenta tarde¡±. Teme a Medina: ¡°Nunca me peg¨®, pero no le gustaba que me riera, ten¨ªa unos celos brutales de Miguel ?ngel, ten¨ªa que borrar las llamadas y los mensajes del m¨®vil, despu¨¦s tampoco quer¨ªa que llorara (¡°?No vas a estar as¨ª toda la vida, ?no?!¡±), nunca mencionaba a mi ni?a...¡±.
Marianela no ha soportado las cr¨ªticas de sus vecinos que le reprochaban su infidelidad y se siente culpable por haber tenido una relaci¨®n con ese hombre: ¡°Quise dejarlo mil veces y arreglar mi matrimonio pero...¡±. La mujer se ha ido a otro pueblo, donde la animan ¡°a seguir adelante¡±. Ha dejado atr¨¢s el mundo al rev¨¦s de Almonte.
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