Una juez militar cuestiona el informe oficial del accidente de un caza

Por vez primera la Justicia militar ha puesto en solfa la versi¨®n oficial del accidente de un avi¨®n del Ej¨¦rcito del Aire. La comandante Patricia Moncada, titular del juzgado togado territorial n? 12, ha dictado un auto en el que califica de ¡°incompleto¡± y ¡°contradictorio¡± el informe de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n T¨¦cnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) sobre el siniestro de un caza F-5 y ha citado a declarar como testigo al jefe del equipo que lo investig¨®.

La CITAAM, dependiente del Ministerio de Defensa, es el organismo que se encarga de determinar las causas de los accidentes militares. Sus informes, a los que se remiten los responsables del departamento cada vez que se produce un siniestro a¨¦reo, dicen la ¨²ltima palabra en los procedimientos judiciales, a pesar de que sus miembros "no son nombrados por la autoridad judicial, no se les toma juramento, ni sus nombramientos son comunicados a las partes a los efectos legales oportunos", advierte la juez.

Pese a ello, a los informes de la CITAAM se les aplica, seg¨²n los tribunales militares, la jurisprudencia del Supremo que indica que, ¡°cuando el informe pericial haya sido elaborado por laboratorios o gabinetes oficiales, a los que se asigna especialmente ese cometido, por su car¨¢cter colegiado, sus altos niveles de especializaci¨®n y adscritos a organismos dotados de modernos y costosos medios y t¨¦cnicas de an¨¢lisis, a los que haya que conceder objetividad, competencia t¨¦cnica, imparcialidad e independencia, se les otorga prima facie [de entrada] eficacia probatoria, sin necesidad de contradicci¨®n procesal, a no ser que sea requerida por las partes¡±.

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Sin embargo, la juez que investiga el accidente que sufri¨® un F-5 en la base de Talavera La Real (Badajoz), el 2 de noviembre de 2012, en el que muri¨® un comandante-instructor y result¨® gravemente herido un alf¨¦rez-alumno, ha cuestionado la fiabilidad del informe de la CITAAM, que ya tuvo que ser corregido por sus gruesos errores tras ser entregado al juzgado. Y ello debido a sus contradicciones internas, con las ¨®rdenes t¨¦cnicas de obligado cumplimiento del Ej¨¦rcito del Aire y con las declaraciones que han prestado testigos y peritos ¡°en aspectos capitales de la investigaci¨®n¡±.

En concreto, la juez se?ala que la CITAAM no investig¨® el origen de la fatiga de material que caus¨® la rotura de un disco de la turbina del motor izquierdo, lo que provoc¨® el siniestro; ni tampoco si la formaci¨®n que hab¨ªa recibido el comandante, quien no consigui¨® gestionar una emergencia que se prolong¨® durante 18 minutos, se correspond¨ªa con la que exije la normativa.

Pero no solo la investigaci¨®n de la CITAAM ¡°podr¨ªa calificarse de incompleta¡±, seg¨²n el auto judicial, sino que resulta contradictoria consigo misma y con las pruebas practicadas en el juzgado. As¨ª, el informe oficial asegur¨® que el avi¨®n no realiz¨® una prueba de maniobrabilidad porque esta debe hacerse al menos a 15.000 pies (4.572 metros) y el avi¨®n no pod¨ªa ganar altura. Sin embargo, los datos contenidos en el propio informe reflejan que el avi¨®n s¨ª pod¨ªa ascender, mientras que los testigos han declarado que la prueba de maniobrabilidad puede hacerse a una altitud inferior. Si el F-5 hubiera realizado esta prueba, los tripulantes habr¨ªan comprobado que no pod¨ªan aterrizar y se habr¨ªan eyectado en vez de intentar tomar tierra estrell¨¢ndose.

A la vista de estos hechos, la juez ha citado como testigo al teniente coronel que dirigi¨® el equipo de investigaci¨®n.