EL PA?S se despide de sus rotativas
Los trabajadores de la imprenta acompa?aron al diario desde su fundaci¨®n, en 1976, y forman parte de su historia. Desde hoy, el peri¨®dico se imprimir¨¢ en unos talleres externos
?Que paren las m¨¢quinas! La frase es una de las m¨¢s legendarias del periodismo. Solo una noticia de ¨²ltima hora y de especial relevancia puede motivar que se pronuncie. Esta expresi¨®n confiere una idea de la importancia de este eslab¨®n en la confecci¨®n de un peri¨®dico. Un diario es mucho m¨¢s que sus periodistas, es un compendio de departamentos, y las rotativas y todos los que trabajan en ellas hacen posible que las noticias lleguen en papel a las manos de los lectores.
Por eso, la edici¨®n de este domingo 17 de diciembre es hist¨®rica: se trata de la ¨²ltima que se ha impreso en las rotativas del diario. A partir de la edici¨®n del lunes, el diario se imprimir¨¢ en unos talleres externos conjuntamente con otros medios.
El director de El PA?S, Antonio Ca?o, explica as¨ª esta decisi¨®n: ¡°Era evidente desde hace tiempo que la transformaci¨®n digital iba a exigir un cambio del modelo industrial de producci¨®n de los peri¨®dicos. Hoy, cuando el mayor volumen de lectores de los peri¨®dicos proceden del ¨¢mbito digital y la ca¨ªda de difusi¨®n de las ediciones de papel es constante en todas las cabeceras y en todos los pa¨ªses, ha dejado de tener sentido la existencia de una rotativa exclusiva para cada peri¨®dico. Es preciso buscar otras f¨®rmulas que se ajusten mejor a la dimensi¨®n que hoy tienen las ediciones de papel, incluso para intentar prolongar la vida del papel. Y es preciso destinar esfuerzos y recursos a donde realmente est¨¢n los lectores y el futuro, en las nuevas plataformas tecnol¨®gicas¡±.
¡°Es inevitable una mirada nost¨¢lgica hacia esos a?os de la tinta en los que la colaboraci¨®n de periodistas y trabajadores de rotativas consigui¨® gestas memorables para la historia de EL PA?S ¡ª?qui¨¦n puede olvidar aquella noche del 23 de febrero de 1981 en la que los trabajadores de las rotativas del peri¨®dico acudieron espont¨¢neamente a su puesto de trabajo para facilitar la salida a la calle del hist¨®rico ejemplar de ¡°EL PA?S con la Constituci¨®n¡±¡ª. Pero desde ese saludable recuerdo, tenemos que avanzar con optimismo en esta nueva era de periodismo masivo y accesible en la que EL PA?S tiene el compromiso de mantener y defender con instrumentos nuevos los mismos valores de siempre¡±, a?ade Ca?o.
Cuando EL PA?S cumpli¨® su 40 aniversario, en mayo de 2016, organiz¨® una gran exposici¨®n. En una de las instalaciones se hac¨ªa referencia al n¨²mero de peri¨®dicos que hasta ese momento se hab¨ªan impreso: 5.200 millones de ejemplares. Hoy, la transformaci¨®n digital permite que los contenidos de EL PA?S lleguen cada d¨ªa a millones de personas en todos los formatos y narrativas existentes. El pasado noviembre el diario alcanzaba los 100 millones de navegadores ¨²nicos en Internet, cifra r¨¦cord para un diario en espa?ol.
Los talleres nacieron de la mano del peri¨®dico en 1976. A los cinco a?os de su inauguraci¨®n, participaron activamente en uno de los momentos m¨¢s importantes no solo del diario, sino de Espa?a: el golpe de Estado del 23-F. Cuando el teniente coronel Antonio Tejero grit¨® en el Congreso aquello de ¡°?Quieto todo el mundo!¡±, los t¨¦cnicos de las rotativas se encontraban descansando en sus casas tras una jornada de faena.
El a?o pasado EL PA?S conmemor¨® los 40 a?os de aquella portada con un documental. En ¨¦l, Carlos Montejo, por aquel entonces oficial de montaje, relata c¨®mo se vivieron momentos cruciales en los que se valor¨® enviar a la mitad de la plantilla a casa porque estaban ¡°en un riesgo f¨ªsico evidente¡±. ¡°No eran idiotas, pensaban que el peri¨®dico iba a combatir y que ellos ten¨ªan un papel en eso¡±, aseguraba. La inmensa mayor¨ªa de los empleados se qued¨® para ayudar a sacar la edici¨®n especial.
Cuando el intento de golpe de Estado paraliz¨® Espa?a, el papel era el ¨²nico soporte en el que se distribu¨ªa el peri¨®dico y, aunque las rotativas nacieron modestas, la creciente tirada impuso la necesidad de ampliarlas, tarea que se llev¨® a cabo entre los a?os 1989 y 1990. No fue la ¨²nica adaptaci¨®n, pues la llegada del color a las p¨¢ginas tambi¨¦n requiri¨® de un nuevo sistema con el que la portada gan¨® calidez y texturas que despu¨¦s se extendieron a las p¨¢ginas interiores. Pablo Cayado, director gerente de los talleres que hasta ayer imprim¨ªan EL PA?S, recuerda que con las primeras portadas ¡°hab¨ªa gente que dec¨ªa que un peri¨®dico deb¨ªa ser solo en blanco y negro¡±. La b¨²squeda de una mayor calidad en la imagen impuso el color y las rotativas multiplicaron por cuatro su tama?o, primero en el a?o 2002 y despu¨¦s en 2007, para poder acoger esta novedad t¨¦cnica. Un a?o antes las m¨¢quinas ya hab¨ªan alcanzado el m¨¢ximo de su capacidad de trabajo con una impresi¨®n de 600.000 ejemplares al d¨ªa. 60.000 cada hora.
El 23-F fue la experiencia m¨¢s exigente que vivir¨ªan las rotativas por el riesgo real que sufrieron los empleados, pero ni mucho menos la ¨²ltima noche de tensi¨®n. Cada noticia acaecida a ¨²ltima hora del d¨ªa retrasa el cierre del peri¨®dico y con ello todo el proceso de impresi¨®n y distribuci¨®n. En las rotativas se recuerda con gran vivacidad la ca¨ªda de las Torres Gemelas durante los atentados del 11-S, d¨ªa en el que EL PA?S lleg¨® a los quioscos con una edici¨®n especial de tarde. Toda la plantilla acudi¨® para poder contar a los lectores qu¨¦ estaba sucediendo. Era una ¨¦poca en la que Internet todav¨ªa no hab¨ªa colonizado la sociedad. Las diferentes elecciones, atentados terroristas o la abdicaci¨®n del rey Juan Carlos son otros de los hitos a los que estas rotativas se han tenido que enfrentar a lo largo de su historia.
Ahora, muchos trabajadores se han llevado a casa como recuerdo las planchas con las que se imprimieron estas y otras noticias. ¡°Ellos tambi¨¦n forman parte de la historia del peri¨®dico¡±, resalta Cayado. Adem¨¢s, muchos de los periodistas de EL PA?S se han acercado en la ¨²ltima semana a despedirse de los compa?eros y de las rotativas, que los han acompa?ado en su trayectoria en el diario.
El n¨²mero de ejemplares que sal¨ªan desde este taller ha disminuido paulatinamente debido a la aparici¨®n del soporte electr¨®nico. El lector no solo ha cambiado el canal de acceso al peri¨®dico, sino que adem¨¢s ha modificado su perfil. La mitad de los usuarios lee ya las noticias desde fuera de Espa?a.
En un nuevo paso de adaptaci¨®n hacia las ¨²ltimas formas de producci¨®n y formato, EL PA?S agradece a los trabajadores de sus rotativas y da la bienvenida a una etapa renovada, en la que suma nuevos lectores a trav¨¦s de m¨²ltiples plataformas como las redes sociales o la televisi¨®n, con el objetivo de consolidar su liderazgo informativo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.