Un juez prudente para el ¡®proc¨¦s¡¯

¡°Si hace dos meses me hubieran dado a elegir a un magistrado del Supremo para que se hiciera cargo de una causa contra el proc¨¦s le hubiera elegido a ¨¦l¡±. La afirmaci¨®n, hecha por un juez catal¨¢n cercano al independentismo, resume una opini¨®n extendida cuando se pregunta por Pablo Llarena entre la judicatura catalana, pero que tambi¨¦n comparten magistrados afincados en Madrid. La causa por rebeli¨®n, sedici¨®n y malversaci¨®n contra los l¨ªderes independentistas ha reca¨ªdo, por turno de reparto, en un juez que ha desarrollado casi toda su carrera en Catalu?a, una circunstancia que los compa?eros consultados consideran positiva. ¡°Se evitan suspicacias, la idea de que desde Madrid no se entiende lo que pasa en Catalu?a¡±, sostiene un magistrado del alto tribunal.

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El juez retira la orden de detenci¨®n contra Puigdemont y los ¡®exconsellers¡®

?Por qu¨¦ Pablo Llarena ha retirado la orden de detenci¨®n contra Puigdemont?

Nacido en Burgos hace 54 a?os e hijo de abogados, Llarena ingres¨® en la carrera judicial en 1989 y, tras un breve paso por juzgados de Torrelavega (Cantabria) y de su ciudad natal, lleg¨® a Barcelona en 1992. Primero como juez de instrucci¨®n en la capital (1992 y 1998) y despu¨¦s como magistrado de la Audiencia Provincial, ¨®rgano que presidi¨® entre 2011 y 2016. En marzo de ese a?o se incorpor¨® al Supremo, aunque sigue viviendo a caballo entre Madrid y Barcelona, donde residen su esposa (la magistrada Gema Espinosa, directora de la Escuela Judicial) y los dos hijos de la pareja.

¡°Es un juez muy querido en Barcelona, dej¨® buena huella como presidente de la Audiencia. Era afable, prudente y siempre dispuesto a tender puentes¡±, afirma una magistrada de esa comunidad que, aunque muy alejada de ¨¦l ideol¨®gicamente, admite que se alegr¨® cuando supo que iba a instruir la causa contra el proc¨¦s. ¡°Conf¨ªo en ¨¦l. Y hay muchos compa?eros que me han hecho el mismo comentario en Barcelona¡±, asegura.

Su paso por la presidencia de la Audiencia le oblig¨® a codearse con pol¨ªticos, pero no se le conocen fuertes v¨ªnculos en ese ¨¢mbito. Tambi¨¦n se familiariz¨® en tratar con los medios de comunicaci¨®n en la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (APM), la m¨¢s numerosa y conservadora de la carrera, de la que ha sido portavoz y presidente. Sin embargo, entre sus compa?eros no tiene fama de buscar protagonismo y su perfil se aleja del de juez estrella. En los muchos a?os que ejerci¨® como juez de instrucci¨®n en Barcelona no llev¨® casos especialmente medi¨¢ticos. Y en el tiempo que lleva en el Supremo, el caso m¨¢s relevante que le ha correspondido hasta ahora ha sido ser ponente (escribir la sentencia) en el de los dos anarquistas condenados por colocar una bomba en la Bas¨ªlica de El Pilar en octubre de 2013. La Audiencia Nacional les impuso penas de 12 a?os de c¨¢rcel y el alto tribunal las rebaj¨® a cuatro y medio. Ahora tiene pendiente la sentencia sobre el caso Terra M¨ªtica, la estafa en la construcci¨®n del parque tem¨¢tico por la que la Audiencia de Valencia conden¨® a dos exdirectivos y otras 20 personas.

La del proc¨¦s es la primera causa que instruye Llarena desde que lleg¨® al Supremo, un tribunal en el que solo se investigan los casos que implican a aforados y en el que algunos magistrados se jubilan sin haber completado ninguna investigaci¨®n. A ¨¦l le ha correspondido el caso m¨¢s importante que se instruye en el alto tribunal desde el de 23-F cuando todav¨ªa no ha cumplido dos a?os en este ¨®rgano y es el magistrado m¨¢s nuevo de la Sala Penal. Esta circunstancia, seg¨²n magistrados consultados, puede suponer un riesgo de que le cueste enfrentarse a las muchas presiones que pueden rodear esta causa. Otros compa?eros sostienen que esto no ocurrir¨¢. ¡°Estoy convencida de que lo que escribe lo escribe ¨¦l. No le van a condicionar aunque se sepa que no est¨¢ a favor de la independencia de Catalu?a¡±, se?ala una juez que, como Llarena, se mueve entre Barcelona y Madrid.

Decisiones bien recibidas

Sus primeras decisiones en la investigaci¨®n por rebeli¨®n (aplazar las citaciones de los miembros de la Mesa del Parlament y dejarles en libertad bajo fianza) fueron, en general, bien recibidas entre sus colegas. Las siguientes (excarcelar a seis exconsejeros pero mantener en prisi¨®n a Junqueras, Forn y los Jordis, o la retirada de las ¨®rdenes internacional y europea de detenci¨®n contra Puigdemont) han dejado opiniones divididas. ¡°Creo que ten¨ªa que haber sacado a todos de la c¨¢rcel. Si no hay riesgo de reiteraci¨®n delictiva en unos tampoco lo hay en los otros¡±, afirma un magistrado del alto tribunal, que se muestra m¨¢s comprensivo con la retirada de la euroorden al expresident pero cree que tiene ¡°grandes riesgos¡±.

Llarena tiene fama de meditar mucho sus decisiones y de buscar siempre los matices, cualidades que compa?eros consultados conf¨ªan en que beneficiar¨¢ a la investigaci¨®n de un conflicto tan polarizado y falto de mesura. Aunque ¨¦l tiene en su mano la investigaci¨®n judicial, ya en 2012 advirti¨® en una entrevista de que el secesionismo deb¨ªa resolverse en el ¨¢mbito pol¨ªtico. ¡°Lo que no se puede pretender es que toda la cuesti¨®n relativa a la integraci¨®n de Catalu?a en Espa?a se vaya a resolver judicialmente¡±, dijo entonces. Cinco a?os despu¨¦s, la soluci¨®n pol¨ªtica sigue sin llegar.