Fuego cruzado: Junqueras versus Puigdemont

Era sabido que Carles Puigdemont y Oriol Junqueras disimulaban unas relaciones conflictivas acumuladas a lo largo de dos a?os de gesti¨®n gubernamental. Igualmente era conocido que el lanzamiento de Junts pel Catalu?a por parte de Puigdemont, con la idea inicial de reeditar Junts pel S¨ª, fue visto como una apertura de precampa?a peligrosa por parte de ERC. Como la procesi¨®n entre ambos l¨ªderes siempre ha ido por dentro, parec¨ªa impredecible una explosi¨®n. Y mira por d¨®nde, los ¨²ltimos dos d¨ªas de campa?a han dado la gran noticia: el estallido, contenido, pero estallido al fin.

Puigdemont vio en estas elecciones la oportunidad para una metamorfosis: la de la vieja Convergencia Democr¨¢tica de Catalu?a (CDC) reconvertida en PDdeCAT. Un partido que acumula facturas a pagar con la justicia por diversas investigaciones de corrupci¨®n ¡ªa la espera de la sentencia del caso Palau¡ª pod¨ªa servir de veh¨ªculo a condici¨®n de sufrir una transformaci¨®n. El proyecto, pues, consist¨ªa en crear un movimiento del president Puigdemont.

La cadena entre Junqueras y Puigdemont se romper¨ªa por el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil: la situaci¨®n y participaci¨®n personal de cada uno en la campa?a

La idea de elevarse por encima de la naci¨®n, generar una identificaci¨®n emocional con el presidente destituido y centrar la restauraci¨®n del president y el antiguo govern como objetivo de las elecciones supon¨ªa al un¨ªsono convertir a Puigdemont en el centro de la campa?a electoral. El pretexto: rescatar la instituci¨®n presidencial secuestrada por el art¨ªculo 155, sobrevivir a la intervenci¨®n de Madrid.

Este proyecto que V¨ªctor Hugo podr¨ªa llamar ir¨®nicamente el proyecto de Napol¨¦on le Petit, t¨ªtulo del panfleto que escribi¨® sobre la toma de poder de Luis Napole¨®n-Bonaparte, sobrino del emperador, acontecimientos de diciembre de 1851 que Carlos Marx inmortaliz¨® en la obra?El 18 Brumario de Luis Bonaparte, cayeron mal desde el primer momento en ERC. Liberados por el 155 de las cadenas de Junts pel S¨ª, los dirigentes de ERC enfilaban hacia la conquista del poder para su partido.

Y, ahora, Carles Bonaparte Puigdemont volv¨ªa a entrometerse.

Los sondeos acogieron con calidez emocional la metamorfosis y, a expensas de ERC, el movimiento de Puigdemont gan¨® terreno. Pero al cabo de la primera semana de campa?a, la situaci¨®n de ambos partidos se estanc¨®. Y, sobre todo, Ciudadanos aparece en el primer puesto, un lugar que Junqueras estaba absolutamente seguro de tener asegurado.

La idea de que estas elecciones consist¨ªan, como explic¨® Jordi Turull en el debate de TV3 el lunes, de restauraci¨®n, es algo que ERC no pod¨ªa digerir. Restaurar a Bonaparte Puigdemont saca de las casillas a Junqueras. La cadena entre Junqueras y Puigdemont se romper¨ªa por el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil: la situaci¨®n y participaci¨®n personal de cada uno en la campa?a.

Puigdemont, liberado de la euroorden en Bruselas y cancelada la orden internacional de arresto, pod¨ªa moverse a sus anchas en Belgica. Y con una presencia omnipresente estar ma?ana, tarde y noche agitando a las masas un d¨ªa a trav¨¦s de un acto de 40.000 personas, otro mediante entrevistas con los medios de comunicaci¨®n. Junqueras, recluido en la prisi¨®n de Estremera, sent¨ªa m¨¢s que nunca la desigualdad de armas.

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Fue Carles Mund¨®, el exconsejero de Justicia, recuperada su libertad provisional el 3 de diciembre, el primero en abrir fuego la noche del pasado domingo, d¨ªa 17, en el minuto final del debate de partidos en La Sexta.

"Junqueras est¨¢ en la c¨¢rcel por haber dado la cara. Nunca hemos tenido un caso de corrupci¨®n", record¨®.

A la ma?ana siguiente, Junqueras concedi¨® una entrevista a RAC1 desde la c¨¢rcel de Estremera, y fue m¨¢s all¨¢ en t¨¦rminos personales. "Yo estoy aqu¨ª [en prisi¨®n] porque no me escondo nunca de lo que hago y porque soy consecuente con mis actos, decisiones, pensamientos y voluntad".

Puigdemont no reaccion¨® inmediatamente: la venganza, parece haber tenido en cuenta, es un plato que se sirve fr¨ªo. Pero este martes 19, veinticuatro horas despu¨¦s de la declaraci¨®n de Junqueras, hizo un desmentido en regla usando, en una entrevista con el programa El Mat¨ª de Catalu?a Radio las mismas palabras que su rival.

"Yo no me escondo. Estoy en Bruselas y soy consecuente con todo", explic¨®.

Fuentes del PDdeCAT vieron inevitable la respuesta de Puigdemont. "?l act¨²a ahora m¨¢s como periodista que como pol¨ªtico. Sigue cada palabra, cada frase, cada movimiento y dedica tiempo a pensar una respuesta. Ni Junqueras ha improvisado con sus alusiones ni Puigdemont ha evadido el debate. Eso s¨ª no ha consultado con nadie", apunta un dirigente a este peri¨®dico.

Este intercambio de estocadas es un s¨ªntoma. Los sondeos no se?alan grandes cambios en ambas fuerzas, como se ha apuntado, con una ventaja de ERC sobre Junts pel Catalu?a. Pero la necesidad de volver a atraer a electores que pueden haberse desplazado desde ERC a Puigdemont tiene rostro de hereje. Y esta herej¨ªa esta propulsada por la posibilidad de que In¨¦s Arrimadas lleve a Ciudadanos al primer puesto en las elecciones del jueves 21 de diciembre.