Muerte de un antifascista
En noviembre se cumplieron 10 a?os de la muerte de Carlos Palomino a manos de un ultra condenado a prisi¨®n
Noviembre de 2007. Muerte en el metro.
Se colocan alrededor de Josu¨¦ al entrar en el vag¨®n. Lleva una navaja abierta en la mano. La sac¨® cuando el tren entr¨® en la estaci¨®n. Ha visto algo. Carlos sube el ¨²ltimo. Quedan a pocos cent¨ªmetros uno del otro. Se miran. Y Carlos Javier Palomino, de 16 a?os, le coge con dos dedos la sudadera a Josu¨¦ Est¨¦banez de las Heras, un soldado del Ej¨¦rcito de Tierra de 23. Dice algo. La camiseta le delata: Three Stroke, una marca fetiche de los ultras. Josu¨¦ alza la mano derecha. Visto y no visto. Le asesta una pu?alada en el coraz¨®n. Siete cent¨ªmetros en el ventr¨ªculo izquierdo. Le empuja fuera.
Es el 11 de noviembre de 2007. El reloj de la c¨¢mara de seguridad marca las 12.56.21. Un estudiante de Vallecas recibe una pu?alada mortal de un activista ultra en un vag¨®n de la l¨ªnea 3 de metro detenido en la parada de Legazpi.
Iban al mismo sitio. A Usera. El soldado, a una manifestaci¨®n xen¨®foba de las Juventudes de Democracia Nacional autorizada por la Delegaci¨®n del Gobierno en uno de los distritos de Madrid con m¨¢s inmigrantes. Carlos, junto a sus colegas antisistema, pretend¨ªa reventarla.
EL PA?S reconstruye en 2009 con im¨¢genes captadas por las c¨¢maras de seguridad del suburbano la pel¨ªcula del ataque con premeditaci¨®n. Siete c¨¢maras distintas (con minutajes independientes) registran la turbamulta de entradas y salidas del convoy tras el crimen, el saludo nazi de Josu¨¦, las escaramuzas entre los amigos de Carlos y el agresor y la huida de ¨¦ste. Tambi¨¦n la evacuaci¨®n del herido, rodeado de compa?eros, que, a carreras, luchan entre su des¨¢nimo y los intentos por salvarle la vida. Carlos muri¨® en la calle, en una carpa de los servicios de emergencia.
El fiscal pide 29 a?os de condena para el militar. Considera que actu¨® "con la finalidad de acabar" con la vida de Palomino y le acusa de asesinato, para lo que reclama 17 a?os de c¨¢rcel. Y 12 por intento de homicidio a otro joven al que hiri¨®.
Carlos Palomino se convierte en un s¨ªmbolo. Lo recuerdan en cada contramanifestaci¨®n convocada contra protestas ultraderechistas autorizadas.
Julio de 2009. Habla la madre de la v¨ªctima: "No puedo ver el v¨ªdeo"
"Jam¨¢s estar¨¦ preparada para verlo, son los ¨²ltimos momentos de mi hijo con vida", reflexiona la mujer en conversaci¨®n con EL PA?S, "pero es lo que yo me digo: no me puede afectar m¨¢s que el hecho de haberlo perdido". Conf¨ªa en quedarse m¨¢s tranquila cuando haya puesto figuras reales a la secuencia que se repite en su mente. Quiere ver con sus ojos que Palomino no agredi¨® a nadie. "Cuando muri¨®, los medios lo atribuyeron a una pelea entre una banda de nazis y otra de antifascistas; ahora todos saben que no fue as¨ª".
Han pasado casi dos a?os, pero la madre, de baja laboral desde que muri¨® su ¨²nico hijo, pasa la mayor¨ªa del tiempo en la habitaci¨®n de Palomino, rodeada de sus fotograf¨ªas. All¨ª duerme. Medicada. All¨ª se levanta. "Unos d¨ªas, mejor; otros, peor", admite con una sonrisa leve. Vive con su madre, la abuela de Palomino, que pide perd¨®n a Dios sentada en el sof¨¢ antes de desear "lo peor" al supuesto asesino de su nieto Carlos. La anciana apenas aparta los ojos del televisor cuando se le pregunta c¨®mo se encuentra: "Cada d¨ªa peor, peor".
Mar¨ªa Victoria Mu?oz tiene altibajos. "La ¨²ltima semana ha sido mala, he reca¨ªdo por lo del juicio, la psic¨®loga dice que sufrir¨¦ un retroceso", admite. El 14 de septiembre de 2009 comienza la vista por la muerte de Palomino. El fiscal pide 29 a?os de c¨¢rcel para Josu¨¦ Est¨¦banez: 17 por asesinato, y otros 12 por "homicidio en grado de tentativa" por apu?alar a un amigo del fallecido en las costillas durante la revuelta que se form¨® en el vag¨®n despu¨¦s de que empujara a Palomino fuera.
Septiembre de 2009. El juicio: "Me vi acorralado"
Rodeado de gran expectaci¨®n, Josu¨¦ Est¨¦banez, el militar acusado del asesinato del joven Carlos Palomino mir¨® de reojo toda la ma?ana a la madre de su supuesta v¨ªctima. El imputado dijo ante el juez de la Audiencia Provincial de Madrid que apu?al¨® al joven de 16 a?os "por instinto" al verse amenazado. "Me vi acorralado por esas personas armadas, me entr¨® miedo, pens¨¦ que si se me lanzaban no saldr¨ªa vivo de all¨ª. Me sali¨® el instinto. Not¨¦ que me rodeaban, me dijeron: 'de aqu¨ª no vas a salir, fascista de mierda'", indic¨® en el primer d¨ªa de juicio.
"Saqu¨¦ mi navaja porque me se?alaron y uno sac¨® un pu?o americano", prosigui¨® Josu¨¦, quien ha negado ser neonazi, sino solamente un "espa?ol que le gusta que gane la selecci¨®n espa?ola". A preguntas del abogado de la acusaci¨®n, Josu¨¦ dice que no sabe qui¨¦n fue Franco: "Yo no hab¨ªa nacido cuando Franco, no conozco lo que hac¨ªa esa persona".
Octubre de 2009. La condena
La Audiencia Provincial de Madrid condena a 26 a?os de prisi¨®n a Est¨¦banez en octubre de 2009. El tribunal considera que es culpable de asesinato con la agravante de discriminaci¨®n ideol¨®gica, por el que reclama 19 a?os, m¨¢s otros siete por un intento de homicidio.
La sentencia considera probado que Est¨¦banez se dirig¨ªa la ma?ana del asesinato a una manifestaci¨®n del partido de extrema derecha Democracia Nacional, autorizada por la Delegaci¨®n del Gobierno, bajo el lema Contra el racismo antiespa?ol. Sac¨® la navaja al identificar a los j¨®venes en el and¨¦n como de ideolog¨ªa contraria y los esper¨® "para agredir a cualquiera de ellos con el menor pretexto por su enfrentada divergencia de pensamiento". La muerte de Palomino fue "consecuencia directa de la agresi¨®n del acusado" realizada con la consciencia "absoluta", seg¨²n el tribunal, de acabar con su vida.
Las acusaciones particular y popular reclamaban el agravante de discriminaci¨®n ideol¨®gica, al que despu¨¦s se sum¨® la fiscal¨ªa, al entender que Est¨¦banez actu¨® porque identific¨® a la gente del and¨¦n como de ideolog¨ªa contraria. "Estamos muy satisfechos por este reconocimiento, que consideramos muy pedag¨®gico para futuros casos judiciales y tambi¨¦n a nivel social", seg¨²n Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia, personado como acusaci¨®n popular. Es la primera vez, seg¨²n Ibarra, que se reconoce este agravante en un juicio por asesinato en Madrid.
La madre de Palomino, Mar¨ªa Victoria Mu?oz, est¨¢ "decepcionada" con la pena impuesta por el tribunal, seg¨²n ha indicado a las puertas de la Audiencia su abogado, ErlantzIbarrondo. La acusaci¨®n particular solicit¨® una pena de 37 a?os para el acusado.
La ideolog¨ªa de ultraderecha de Est¨¦banez, seg¨²n la sentencia, est¨¢ "plenamente acreditada". Vest¨ªa una sudadera ThreeStroke (marca fetiche de los ultras), grit¨® la consigna SiegHeil! ¨Csaludo nazi que significa viva la victoria¡ª y utiliz¨® la palabra "guarros" para referirse a los que le persegu¨ªan tras el apu?alamiento, un t¨¦rmino "que emplean los fascistas para referirse a sus oponentes ideol¨®gicos" como se?al¨® durante el juicio el jefe policial del Grupo XXI, especialista en bandas urbanas.
Mayo de 2010. El Supremo ratifica la condena
El Tribunal Supremo confirma en mayo de 2010 la condena a 26 a?os de prisi¨®n impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid a Josu¨¦ Est¨¦banez como autor de la pu?alada mortal asestada al menor Carlos Palomino.
En una sentencia, el Alto Tribunal desestima el recurso de casaci¨®n interpuesto por la defensa de Est¨¦banez contra la sentencia condenatoria dictada en octubre de 2009. La resoluci¨®n le conden¨® por un delito de asesinato con la agravante de motivos ideol¨®gicos y por tentativa de homicidio, absolvi¨¦ndole de tenencia il¨ªcita de armas y de amenazas. "Es un orgullo que se pueda demostrar que el asesinato tuvo lugar porque Carlos era antifascista", ha se?alado Erlantz Ibarrondo, abogado de la madre de Carlos Palomino, que tambi¨¦n subraya que es la primera vez que el Supremo reconoce "la animadversi¨®n ideol¨®gica" como agravante.
Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerencia, tambi¨¦n se muestra satisfecho: "Recibimos con enorme satisfacci¨®n esta sentencia porque plantea que nuestra posici¨®n estaba ajustada a derecho", ha se?alado. "Esta actuaci¨®n da un mensaje de que el Estado de derecho no va a permitir ni odio ni violencia", a?ade. "La actuaci¨®n del Supremo es motivo de satisfacci¨®n", ha indicado Antonio Segura, abogado de la Asociaci¨®n de Vecinos Alto del Arenal, que tambi¨¦n se person¨® como acusaci¨®n en el caso de Carlos Palomino. "Por primera vez ha recogido el agravante ideol¨®gico, por eso nos parece perfecto, porque ya iba siendo hora de que se tuviera en cuenta este tipo de agravante".
Por otro lado, Enrique Mart¨ªn, abogado del homicida, ha calificado la sentencia de "desproporcionada", igual que consider¨® en su d¨ªa la condena de la Audiencia Provincial. "Es una sentencia pol¨ªtica fuera de lo judicial", porque a su defendido se le ha tratado como si fuese parte de un grupo ultraderechista, y no lo es. La resoluci¨®n de la Audiencia, dictada en octubre de 2009, aplic¨® el agravante de motivos ideol¨®gicos por la est¨¦tica neonazi que luc¨ªa el acusado el d¨ªa de los hechos, captada por las c¨¢maras del Metro de Madrid, y las frases proferidas contra sus rivales, como Sieg Heil!, empleada en la Alemania del Tercer Reich.
Noviembre de 2017. Homenaje frente a la estaci¨®n
El pasado 11 de noviembre de 2017, diez a?os despu¨¦s de su muerte se convoca en Madrid una manifestaci¨®n en recuerdo de Carlos Palomino. Unas mil personas recorrieron el barrio madrile?o de Usera hasta Legazpi, donde tuvo lugar el crimen hace una d¨¦cada.
Mavi Mu?oz, la progenitora del homenajeado, que ha fundado en estos a?os una?Asociaci¨®n de V¨ªctimas de la Violencia Fascista, Racista y Hom¨®foba dio las gracias a los asistentes "por continuar en la lucha" y por el apoyo recibido. "Quisieran matarte, pero te hicieron gigante¡±, dijo otro de los intervinientes. El homenaje incluy¨® la colocaci¨®n de una placa frente a la boca del metro de Legazpi donde falleci¨® Palomino, con el mensaje "Aqu¨ª fue asesinado Carlos Javier Palomino Mu?oz el 11 de noviembre de 2007, a la edad de 16 a?os, luchando contra el racismo y el fascismo. Carlos, hermano, nosotros no olvidamos. El mejor ejemplo es continuar la lucha. Diez a?os sin ti, diez a?os contigo. 2007-2017".
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