¡°Ajuria Enea, el pacto pol¨ªtico m¨¢s completo para el fin de ETA¡±
Treinta a?os despu¨¦s de su firma lo rememoran Rubalcaba, ex ministro en el cese del terrorismo, y Zubizarreta, promotor con el lehendakari del acuerdo


¡°El Pacto de Ajuria Enea es el acuerdo pol¨ªtico m¨¢s completo que hicieron los dem¨®cratas para acabar con ETA. En alg¨²n modo el final de ETA fue hijo de ese pacto¡±, se?ala Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, ministro del Interior en el fin de ETA. De una opini¨®n similar es el lehendakari I?igo Urkullu, presidente del PNV en octubre de 2011, que lo recuerda como la ¡°hoja de ruta¡± del final del terrorismo mientras Jos¨¦ Antonio Ardanza, el lehendakari promotor del pacto, lo considera, en si mismo, la ¡°derrota pol¨ªtica de ETA¡±. El tiempo ha aumentado el valor de un pacto que cuando se firm¨®, en los a?os de plomo, el 12 de enero de 1988, hace ahora 30 a?os, sus protagonistas, los partidos democr¨¢ticos vascos -PNV, PSE, Eusko Alkartasuna, Euskadiko Ezkerra, Coalici¨®n Popular, CDS- ya lo calificaron como ¡°un antes y un despu¨¦s en la lucha contra el terrorismo¡±.
Hasta 1988, en que ETA ya hab¨ªa asesinado a 600 personas, la pol¨ªtica antiterrorista se reduc¨ªa a la lucha policial de un Estado sin apoyo social ni internacional, con la existencia de una ¡°guerra sucia¡± y algunas actuaciones policiales abusivas, derivadas de su soledad, y con los partidos nacionalistas y no nacionalistas enfrentados en su diagn¨®stico. ¡°Para los primeros la soluci¨®n al terrorismo de ETA s¨®lo pasaba por medidas pol¨ªticas porque lo atribu¨ªan a una secuela del ¡°conflicto pol¨ªtico vasco¡±. Para los segundos pasaba por soluciones exclusivamente policiales¡±, se?ala Jos¨¦ Luis Zubizarreta, asesor del lehendakari Ardanza, en el Pacto de Ajuria Enea en 1988.
En los meses previos al Pacto de Ajuria Enea, dos hechos impactaron en la sociedad y revolvieron las conciencias de los pol¨ªticos: El atentado del Hipercor de Barcelona, el mayor de la historia de ETA, con 21 muertos, en junio de 1987, y seis meses despu¨¦s, el del cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, con 11 muertos, cuatro de ellos ni?os.
Tras el atentado de Hipercor, el presidente Felipe Gonz¨¢lez, con la complicidad de Adolfo Su¨¢rez, l¨ªder del CDS, encarg¨® a Txiki Benegas que pusiera de acuerdo a todos los partidos para responder a ETA. Antes de fin de a?o, los partidos representados en el Congreso lograron el Pacto de Madrid.
En septiembre, Ardanza, con el apoyo de Benegas, inici¨® una ronda de partidos para intentarlo en Euskadi, que se atasc¨® porque los nacionalistas exig¨ªan para suscribir el pacto contra ETA el reconocimiento del derecho a la autodeterminaci¨®n. Pero, tras el brutal atentado etarra contra el cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, Ardanza volvi¨® a convocar a los partidos en Ajuria Enea a una reuni¨®n de la que ¡°no se pod¨ªa salir sin acuerdo¡±. ¡°El encierro se prolong¨® el 10, 11 y 12 de enero. Las jornadas empezaban a las 10 de la ma?ana y terminaban de madrugada. Hab¨ªa una presi¨®n social por el pacto. Los reunidos sab¨ªan que quien rompiera, se la jugaba. Se cre¨® una din¨¢mica de colaboraci¨®n, inexistente hasta entonces. M¨¢s que transacci¨®n hubo convencimiento¡±, dice Zubizarreta.
¡°Fue un pacto entre y para dem¨®cratas que termin¨® con el caos existente hasta entonces en la estrategia pol¨ªtica contra ETA. La clave del pacto fue constatar que ETA no era consecuencia del conflicto pol¨ªtico vasco sino la manifestaci¨®n dram¨¢tica de su fanatismo y totalitarismo. Por tanto, se la marginaba del ¨¢mbito pol¨ªtico y se rechazaba la negociaci¨®n pol¨ªtica con ella. S¨®lo era posible un di¨¢logo de desarme por presos. Paralelamente, se reafirmaba el Estatuto como marco de soluci¨®n del conflicto vasco y se legitimaba la lucha policial¡±, a?ade Zubizarreta.
El pacto pronto hizo notar sus efectos en la sociedad. ¡°Cambi¨® el lenguaje. A ETA se la empez¨® a calificar de terrorista en el ¨¢mbito nacionalista. Hubo manifestaciones masivas contra ETA, convocadas por el Pacto de Ajuria Enea, que el movimiento Gesto por la Paz socializ¨®. Al deslegitimar a ETA y legitimar a las Fuerzas de Seguridad, reforzadas con la Ertzainza, aument¨® su respaldo social. Francia tuvo m¨¢s est¨ªmulos para apoyar al Gobierno espa?ol, sobre todo, cuando ETA rompi¨® las conversaciones de Argel en 1989, derivadas del Pacto. Batasuna not¨® el aislamiento con el desmarque del PNV y se produjo la primera gran fisura en su seno con la expulsi¨®n de Txomin Ziluaga. ETA reconocer¨ªa en sus publicaciones que el Pacto de Ajuria Enea hab¨ªa sido el mayor golpe recibido y lo fue hasta su ilegalizaci¨®n veinte a?os despu¨¦s¡±, recuerda Zubizarreta.
La ¨²ltima convocatoria del Pacto de Ajuria Enea fue la enorme manifestaci¨®n en Bilbao contra el secuestro de Miguel ?ngel Blanco -asesinado por ETA pocas horas despu¨¦s-, en julio de 1997. A partir de ah¨ª se desat¨® la crisis. El PNV, liderado por Xabier Arzalluz, opt¨® por buscar el acuerdo con Batasuna para resolver el terrorismo etarra que culmin¨® en el Pacto de Lizarra -paz por derecho a la autodeterminaci¨®n- mientras el PP, liderado por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ya hab¨ªa decidido de antemano hacer de la pol¨ªtica antiterrorista una cuesti¨®n partidista.
Tres a?os despu¨¦s, en diciembre de 2000, el secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ante la brutal ofensiva etarra tras la ruptura de la tregua de 1998-1999, que hizo trizas el Pacto de Lizarra, propuso un nuevo Pacto Antiterrorista al PP en el Gobierno. Aznar se resisti¨® al comienzo. Finalmente, acept¨® ante la presi¨®n social. ¡°El Pacto Antiterrorista de 2000 es la aplicaci¨®n del Pacto de Ajuria Enea a ese momento. PP y PSOE, los partidos que pod¨ªan gobernar Espa?a, le recordaban a ETA que no ceder¨ªan a una negociaci¨®n pol¨ªtica y al PNV que rompiera con Batasuna y regresara al Pacto¡±, se?ala P¨¦rez Rubalcaba, negociador del pacto. Su principal fruto fue la Ley de Partidos, que promovi¨® la ilegalizaci¨®n de Batasuna, entonces brazo pol¨ªtico de ETA.
El a?o siguiente, 2004, coincide la llegada de Zapatero a La Moncloa con la renovaci¨®n del PNV d¨®nde Arzalluz es sustituido por el t¨¢ndem formado por Josu Jon Imaz e I?igo Urkullu. La sinton¨ªa de Zapatero con Imaz-Urkullu para afrontar la pol¨ªtica antiterrorista fue total. ¡°Se recuper¨® el esp¨ªritu del Pacto de Ajuria Enea, siete a?os despu¨¦s de su ruptura¡± se?ala Zubizarreta.
?C¨®mo se recuper¨® ese ¡°esp¨ªritu¡±? Lo cuenta Rubalcaba: ¡°Cuando ETA declar¨® la tregua indefinida en 2006 utilizamos como referente el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea, que propiciaba el di¨¢logo con ella si daba muestras de abandonar la violencia. Con esa legitimidad conseguimos el apoyo del Congreso, a excepci¨®n del PP, que decidi¨® utilizar el terrorismo como arma de oposici¨®n a nuestro Gobierno. El Pacto de Ajuria Enea tambi¨¦n fijaba las condiciones del di¨¢logo. Con ETA no se negociaba pol¨ªticamente. Solo de la entrega de las armas y los presos. A ello nos atuvimos¡±.
Tras fracasar el proceso de di¨¢logo con el atentado etarra de la T4 de Barajas, en diciembre de 2006, Batasuna empez¨® a desmarcarse de ETA. Rubalcaba lo juzga as¨ª: ¡°El atentado de la T4 salt¨® por los aires el punto 10 del Pacto de Ajuria. Pero ese mismo d¨ªa recuerdo una foto publicada en la prensa de los responsables de Batasuna. Cuando vi sus caras de desolaci¨®n, me dije ¡°Batasuna ha empezado a romper con ETA¡± Se vieron obligados a condenar el atentado. Ah¨ª empezaba a romperse ETA. Desde ese momento, emplazamos a Batasuna que eligiera entre votos o bombas. O convenc¨ªa a ETA de que abandonara el terrorismo o romp¨ªa con ETA. As¨ª llegamos al final¡±.
Zubizarreta precisa que ¡°la clave de Ajuria Enea no era el final dialogado. El punto 10 ofrec¨ªa esa posibilidad. La clave estaba en lograr que Batasuna rechazara la violencia y se incorporara a la democracia. Eran los puntos 7, 8 y 9 del Pacto y lo logramos 23 a?os despu¨¦s de de firmarlo¡±.
Zubizarreta y P¨¦rez Rubalcaba coinciden en que las treguas fueron positivas: ¡°El Estado sal¨ªa fortalecido y ETA debilitada al mostrar su intransigencia y desalentar a una opini¨®n publica a la que se hab¨ªa creado expectativas con un final dialogado. En 2006, ETA estaba ya muy debilitada policialmente, pero tambi¨¦n cont¨® la desafecci¨®n pol¨ªtica que tuvo en las propias filas abertzales por su comportamiento intransigente mostrado en el ¨²ltimo proceso dialogado¡±.
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