El roce de Chaves y Gri?¨¢n en el banquillo

Tres d¨ªas a la semana durante este a?o los expresidentes de la Junta de Andaluc¨ªa Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n se sientan juntos en el banquillo de los acusados. Silla con silla. A pesar de que la pol¨ªtica provoc¨® la ruptura de su s¨®lida amistad, estos d¨ªas ambos se han esforzado por aparentar normalidad y transmitir unidad. Desde que hace un mes comenz¨® el juicio de los ERE ambos, referentes hist¨®ricos del socialismo, comparten la primera fila de los 22 acusados.

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Gri?¨¢n y Chaves: una amistad rota por la pol¨ªtica

La fiscal¨ªa se opone a que Susana D¨ªaz declare como testigo en el juicio de los ERE

La imagen de cohesi¨®n del anterior Gobierno andaluz busca combatir las tesis acusatorias en un juicio cuyo resultado es imprevisible y en el que los expresidentes se juegan su prestigio y su honor ante una petici¨®n de inhabilitaci¨®n de la fiscal¨ªa, riesgo al que Gri?¨¢n suma una petici¨®n de seis a?os de c¨¢rcel. Durante el juicio ambos han comentado ciertas intervenciones de defensas y acusaciones, pero de manera breve y discreta, dada su posici¨®n en la bancada, enfrentada al tribunal.

Despu¨¦s de compartir pel¨ªculas, excursiones de fines de semana con sus parejas y mil confidencias, hace ocho a?os que la pol¨ªtica les separ¨®. Cuando Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero nombr¨® a Chaves (72 a?os) vicepresidente del Gobierno y Gri?¨¢n (71) ascendi¨® a la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa y forz¨® auparse a la presidencia del PSOE andaluz. Hoy, rota la amistad de anta?o, ambos acaparan las fotos de las cr¨®nicas de la vista oral, acusados de dise?ar un sistema fraudulento para subvencionar los ERE desde la c¨²pula del Ejecutivo auton¨®mico. ¡°Podemos decir que la amistad se ha recuperado, pero eso es falso. Cada uno conserva sus rencores y su visi¨®n sobre lo que ha pasado, la distancia existe¡±, ilustran fuentes del entorno de Chaves. El expresidente ha rechazado opinar para este reportaje.

Mientras, Gri?¨¢n le quita hierro a las tensiones entre ambos, que brotaron en 2009 y que el caso ERE agrav¨® tres a?os despu¨¦s. Sobre la temperatura de su relaci¨®n y el juicio, comenta: ¡°En este tema no tenemos ninguna diferencia. Manolo es de las personas m¨¢s importantes de este pa¨ªs. Yo sigo queri¨¦ndole. No fue una amistad rota, sencillamente sal¨ªamos menos y yo tomaba decisiones que no le gustaban. Manolo tiene muchos defectos, pero ambos tenemos una honestidad fundamental¡±.

El caso ERE ha marcado la pol¨ªtica andaluza desde 2011 y provoc¨® la salida de Gri?¨¢n dos a?os despu¨¦s, superado por las graves acusaciones de la juez Mercedes Alaya que cada semana cuestionaban al Gobierno andaluz con nuevas revelaciones sobre la d¨¦cada anterior. Ante este terremoto pol¨ªtico que dur¨® cuatro a?os y la posterior imputaci¨®n de los expresidentes en el Tribunal Supremo en 2015, los expresidentes reaccionaron de manera dispar.

¡°Pepe tiene un sentimiento mucho m¨¢s tr¨¢gico y en su d¨ªa atraves¨® una crisis personal muy fuerte. Es su fortaleza de car¨¢cter, siempre ha sido un hombre con un sentido institucional muy interiorizado, de servidor p¨²blico¡±, relata un ex alto cargo muy cercano al expresidente. Cuando en 2013 decidi¨® tirar la toalla, a la presi¨®n de Alaya se hab¨ªan sumado dificultades familiares que le recluyeron en el Senado, fuera del foco medi¨¢tico, donde aguant¨® dos a?os. Apenas sal¨ªa de manera espor¨¢dica a ciertos restaurantes, lleg¨® incluso a pedir que no le llevaran los peri¨®dicos, y desde entonces su vida social se ha reducido de manera dr¨¢stica. ¡°No voy a actos y bajo poco a Sevilla¡±, confirma Gri?¨¢n, que vive en el Aljarafe sevillano, a las afueras de la capital andaluza. Ahora acaba de terminar de escribir sus memorias, divididas en cuatro partes de manera cronol¨®gica.

En cambio, desde su salida como diputado a Cortes en 2015, Chaves ha mantenido cierta presencia p¨²blica, ha publicado tribunas en prensa y su entorno coincide en que ha encajado mejor las diferentes fases del proceso judicial hasta el procesamiento y finalmente sentarse en el banquillo desde el pasado diciembre. ¡°Ha estado siempre activo, deportista, con buen empaque. Y es mucho m¨¢s callado y de car¨¢cter m¨¢s militar¡±, conf¨ªa un estrecho colaborador suyo. Ambos expresidentes son hijos de militares.

Hace dos semanas el PP pidi¨® en el juicio que la presidenta andaluza, Susana D¨ªaz, declarara como testigo. Fiel reflejo de su car¨¢cter en ocasiones volc¨¢nico, Gri?¨¢n [que la design¨® como sucesora] se dirigi¨® a la letrada de los populares durante el receso para protestar ante una petici¨®n que solo buscaba ¡°politizar¡± el juicio. Varios testigos presenciaron la escena en mitad de la sala de vistas.

Sobre las diferencias del pasado, Gri?¨¢n recuerda: ¡°Yo hice la presidencia como pensaba. Tuvimos diferencias por convocar las elecciones y mantener a Pizarro [Luis Pizarro, ex secretario de Organizaci¨®n del PSOE andaluz]. A ¨¦l no le gust¨® lo de Susana [D¨ªaz]¡±. Un amigo com¨²n de los expresidentes reflexiona: ¡°Esa relaci¨®n personal que hubo no se ha recuperado, pero tampoco est¨¢n en el abismo¡±.

Despu¨¦s de trayectorias pol¨ªticas similares y coincidir tanto en el Gobierno central como en la Junta (ambos fueron ministros de Trabajo, presidentes de la Junta y presidentes federales del PSOE), las diferencias brotaron en 2009 cuando Chaves nombr¨® a Gri?¨¢n como sucesor tras 19 a?os al frente del Gobierno andaluz. Este se convirti¨® en presidente de la Junta, pero Chaves segu¨ªa como secretario general del PSOE andaluz. Esa bicefalia salt¨® por los aires despu¨¦s de que Gri?¨¢n dijera p¨²blicamente que ¨¦l era el l¨ªder del PSOE andaluz, sin previo aviso a Chaves y rompiendo supuestamente un pacto previo entre los dos amigos. Cinco meses despu¨¦s, el PSOE andaluz entroniz¨® a Gri?¨¢n como nuevo secretario general.

Desde entonces, la amistad se quebr¨® y el coraz¨®n del PSOE andaluz se dividi¨® entre ¡°el Antiguo testamento¡± y ¡°los tecn¨®cratas¡±, sobrenombres de los c¨ªrculos de Chaves y Gri?¨¢n respectivamente. Tres a?os despu¨¦s el caso ERE, con acusaciones grav¨ªsimas que inclu¨ªan una supuesta financiaci¨®n ilegal del PSOE andaluz que la juez Alaya nunca concret¨®, lo empeor¨® todo. Ante las crisis semanales, la respuesta del Gobierno en 2012 [con Gri?¨¢n al frente] fue ¡°tibia¡± seg¨²n el antiguo equipo de Chaves y ¡°acorde¡± a la agresividad de Alaya seg¨²n los excolaboradores de Gri?¨¢n. ¡°Contra la causa general abierta por Alaya, hab¨ªa que darle un soporte jur¨ªdico al discurso pol¨ªtico y eso no se hizo¡±, critica un estrecho colaborador de Chaves. Un ex alto cargo cercano a Gri?¨¢n alega: ¡°Fue un momento muy dif¨ªcil, ¨¦ramos acusaci¨®n en el proceso y los servicios jur¨ªdicos te ordenaban que le entregaras documentaci¨®n a Alaya y no hab¨ªa margen para negarse¡±.

Ahora las defensas del caso ERE pelean por mantener un dif¨ªcil equilibrio que transmita unidad frente a las tesis acusatorias. Como imagen de esta estrategia, en la primera fila del banquillo solo hay pesos pesados del socialismo andaluz: Chaves, Gri?¨¢n, el exvicepresidente Gaspar Zarr¨ªas, los exconsejeros Francisco Vallejo y Jos¨¦ Antonio Viera, y las exconsejeras Magdalena ?lvarez y Carmen Mart¨ªnez Aguayo. Sentado justo detr¨¢s de Chaves, en la foto casi siempre se cuela el principal acusado del caso y responsable directo de las ayudas, el exdirector de Trabajo Javier Guerrero, sonrisa al ristre y mirando a c¨¢mara.