Dos guardias civiles juzgados por soplar informaci¨®n a narcos niegan las acusaciones
Los agentes dicen que no se explican c¨®mo llegaron a sus ordenadores 2.500 archivos y datos de confidentes de los equipos antidroga

Los dos guardias civiles acusados de filtrar informaci¨®n reservada a organizaciones de narcos gallegos y abortar al menos cuatro redadas policiales han negado los hechos este martes ante el tribunal de la Audiencia de Pontevedra. La fiscal¨ªa solicita para ambos sendas condenas de 13 a?os de prisi¨®n por revelaci¨®n de secretos, encubrimiento y delito contra la intimidad al haber desvelado a los narcos la identidad de confidentes.
Las primeras fugas de informaci¨®n se produjeron en 2013 cuando, seg¨²n la fiscal¨ªa, los dos agentes llevaban actuando seis meses antes. Una investigaci¨®n interna en la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra descubri¨® a los supuestos topos y 2.500 archivos confidenciales y datos encriptados de confidentes que estaban en sus ordenadores personales.
Los dos j¨®venes guardias, uno de ellos del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO), y el otro de la Secci¨®n de Patrimonio de la Unidad Org¨¢nica de Polic¨ªa Judicial, han negado todas las acusaciones pero ninguno de ellos han podido explicar c¨®mo lleg¨® la informaci¨®n reservada a sus ordenadores personales.
Javier L. S. de 33 a?os, el supuesto topo en el ECO, sigue todav¨ªa en activo a la espera del dictamen del tribunal. Ha sido el primero en declarar y negar que hubiese facilitado informaci¨®n a los grupos de narcotraficantes que estaba investigando. Tambi¨¦n ha negado que le hubiese pasado archivos confidenciales y material fotogr¨¢fico a su compa?ero Diego F.C., de 34 a?os, al que se le incautaron datos sobre operativos en marcha, seguimientos de la unidad antidroga, oficios para solicitar pinchazos telef¨®nicos, listado de agentes y sus confidentes.
Sin embargo, Diego F.C., pese a que en aquellos momentos formaba parte de la secci¨®n de Patrimonio de la Guardia Civil, ha reconocido que el otro acusado le pas¨® ficheros a su ordenador pero desconoc¨ªa de qu¨¦ material se trataba porque nunca lleg¨® a abrir los archivos ni tampoco entreg¨® informaci¨®n a grupos de narcotraficantes.
Durante el interrogatorio de la fiscal, ninguno de los acusados ha podido explicar c¨®mo lleg¨® toda el material extra¨ªdo de los ordenadores del ECO de la Guardia Civil a los suyos personales Tampoco han aclarado c¨®mo llegaba la informaci¨®n al supuesto mensajero entre los agentes, Juan Carlos S.N. un vecino de Vilanova de Arousa que afronta siete a?os de prisi¨®n. Este ha declarado que no tiene nada que ver con el narcotr¨¢fico y ha negado que los agentes le hubieran filtrado ninguna foto ni documentaci¨®n.
Seg¨²n la acusaci¨®n, Diego F, hijo de otro guardia que hab¨ªa pertenecido tambi¨¦n a la misma unidad de informaci¨®n, era el encargado de citarse con el intermediario y darle los soplos. ¡°Los dos imputados y el presunto traficante, formaban parte de un grupo criminal que ten¨ªa por finalidad la obtenci¨®n de informaciones secretas y su posterior revelaci¨®n a los presuntos narcotraficantes implicados en ellas", afirma la fiscal¨ªa
¡°Fueron en todo momento conscientes de la ilegalidad de sus comportamientos, al conocer el perjuicio que para la administraci¨®n p¨²blica y para los particulares afectados se generaba con su conducta, as¨ª como de las graves consecuencias que ello ten¨ªa para las investigaciones, actuando de manera concertada y coordinada¡±, a?ade el Ministerio Fiscal. El juicio continuar¨¢ con las declaraciones de testigos y responsables de la investigaci¨®n de la Comandancia de Pontevedra.
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