La venganza de Ricardo Costa

El 13 de octubre de 2009 Ricardo Costa se resist¨ªa lloroso a presentar su dimisi¨®n como secretario general del PP de la Comunidad Valenciana como le ped¨ªa su jefe de filas, Francisco Camps, espoleado por la direcci¨®n del partido en Madrid. Unos d¨ªas antes, en la festividad de la Comunidad Valenciana, no se hablaba de otra cosa en el tradicional acto en el Palau, en el que el vicesecretario de Comunicaci¨®n del PP, Esteban Gonz¨¢lez Pons, amigo de Camps, se encarg¨® de avivar los rumores sobre la ca¨ªda de Costa. Al hermano de este, Juan Costa, que hab¨ªa sido ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa, no le dejaron asistir a la ejecutiva regional del partido en Valencia que termin¨®, ese 13 de octubre, con la carrera pol¨ªtica de su hermano. Despu¨¦s de m¨¢s de 19 a?os en el Parlamento valenciano.

M¨¢s informaci¨®n

El ins¨®lito espect¨¢culo de una confesi¨®n

Ricardo Costa confiesa ante el juez que el PP valenciano ¡°se financi¨® con dinero negro¡± por orden de Camps

El Parlamento valenciano pide a Francisco Camps que renuncie a su cargo en el Consell Jur¨ªdic Consultiu

Pero, ante la sorpresa de todos los asistentes, antes de su defenestraci¨®n, Ricardo Costa reconoci¨®, avergonzado, algunas de las conversaciones que hab¨ªa mantenido con ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, responsable de la trama G¨¹rtel en la Comunidad Valenciana. Explic¨® que siempre hab¨ªa cumplido las directrices que le hab¨ªan marcado sus superiores y critic¨® a la direcci¨®n nacional del PP por no darle explicaciones sobre las causas de su destituci¨®n, aclarando que la decisi¨®n de contratar a Orange Market se tom¨® antes de que ¨¦l tuviera responsabilidades en el partido, y que ni Mariano Rajoy ni ning¨²n otro dirigente le ordenaron que se dejara de trabajar con la firma de Francisco Correa en Valencia.

El caso G¨¹rtel estall¨® en febrero de 2009. Fue entonces cuando Camps supo que estaba siendo investigado por cohecho pasivo impropio. Fue finalmente acusado junto a otros tres cargos de su Ejecutivo y del partido de recibir regalos ¡ªtrajes por valor de 12.783 euros¡ª a cambio de conceder contratos p¨²blicos que superaban los cinco millones de euros. Costa, tambi¨¦n conocido como Ric, que debe su r¨¢pido ascenso en la pol¨ªtica a su familia y al expresidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n Carlos Fabra ¡ªcondenado a cuatro a?os de c¨¢rcel por defraudar a Hacienda¡ª, fue uno de los acusados por cohecho pasivo junto a Camps. Ambos ten¨ªan pactado declararse culpables, como hicieron el exvicepresidente del Gobierno valenciano V¨ªctor Campos y el exjefe de gabinete de la consejer¨ªa de Turismo Rafael Betoret. Pero unos minutos antes de la vista, y sin avisar a Costa, el expresidente de la Generalitat cambi¨® de parecer y se declar¨® inocente, lo que forz¨® a Costa a hacer lo mismo.

Una ¡°traici¨®n¡± que Costa no ha olvidado en todos estos a?os, seg¨²n amigos suyos, aunque ambos salieron absueltos tras seis semanas de juicio. El mi¨¦rcoles de esta semana, Costa sirvi¨® su venganza en fr¨ªo cuando confes¨® ante el juez que el PP valenciano ¡°se financi¨® con dinero negro¡± por orden de Camps. Y salv¨® al PP nacional. Durante dos horas relat¨® cu¨¢ndo, c¨®mo y qui¨¦n hab¨ªa participado en la financiaci¨®n ilegal. Unas declaraciones que pueden conducir de nuevo al banquillo a Camps.

La vida de los dos dirigentes populares que compartieron el poder ha dado un gran vuelco en estos ¨²ltimos ocho a?os. El divertido y fiestero Costa, de 45 a?os, economista y abogado, se ha casado y trabaja en Lexcam, despacho de abogados que su padre fund¨® en Castell¨®n. Es voluntario en colegios diocesanos, prestando apoyo en un comedor escolar durante el verano. Tambi¨¦n ha sido docente asociado de talleres en Cruz Roja Espa?ola, impartiendo un curso para conseguir la nacionalidad espa?ola a inmigrantes. Francisco Camps, licenciado en Derecho, es miembro nato del Consejo Jur¨ªdico Consultivo valenciano desde que dimiti¨® en 2011 como presidente de la Generalitat, antes del juicio de los trajes. Es profesor asociado en la Universidad Cat¨®lica de Valencia. Camps, que no es abogado colegiado, se represent¨® a s¨ª mismo y present¨® un recurso en el caso de la F¨®rmula 1, que a¨²n est¨¢ en fase de instrucci¨®n. Lo perdi¨®.