?C¨®mo describir¨ªas tu d¨ªa hoy? Los pa¨ªses m¨¢s positivos no son los que crees
Pew Research ha hecho esta pregunta a 42.000 personas, con resultados llamativos: m¨¢s personas dicen que su d¨ªa fue bueno en lugares pobres. ?Son m¨¢s felices?
?C¨®mo describir¨ªas tu d¨ªa hoy? ?Ha sido un d¨ªa t¨ªpico, un d¨ªa particularmente bueno, o uno malo? Pew Research ha hecho esta pregunta a 42.000 personas de 38 pa¨ªses, con resultados sorprendentes. Los lugares donde m¨¢s personas calificaron su d¨ªa como bueno son Nigeria, Colombia, Ghana y Brasil. Los lugares donde menos gente dice lo mismo son Espa?a, Polonia y Jap¨®n.
Comparemos Colombia y Espa?a. La mayor¨ªa de los espa?oles dice que su d¨ªa es t¨ªpico y solo un 15% lo describe como particularmente bueno. En Colombia es al rev¨¦s: El 61% describe el d¨ªa como bueno. Esa diferencia entre Colombia y Espa?a la podemos generalizar por continentes. La mayor¨ªa de europeos califica sus d¨ªas como normales, mientras que en ?frica y Latinoam¨¦rica son mucho m¨¢s positivos al responder.
Es llamativo que haya m¨¢s "d¨ªas buenos" en pa¨ªses pobres. Todos los pa¨ªses que superan el 40% de "d¨ªas buenos" tienen un PIB inferior a los 20.000 d¨®lares por habitante. La ¨²nica excepci¨®n es Estados Unidos. Esta paradoja se repite con otras caracter¨ªsticas que solemos considerar negativas: los pa¨ªses con m¨¢s "d¨ªas buenos" son pa¨ªses con menos esperanza de vida, m¨¢s desigualdad de renta, peor educaci¨®n y menos redes de apoyo familiar.
Qu¨¦ pa¨ªses son m¨¢s felices
?Podemos decir entonces que la gente es m¨¢s feliz en los pa¨ªses m¨¢s pobres o m¨¢s desiguales? En realidad no. Para medir la felicidad suelen usarse otras preguntas, m¨¢s precisas o por lo menos mejor estudiadas, que arrojan resultados menos chocantes.
Un ejemplo lo ofrece el World Happiness Report de Naciones Unidas. El estudio mide la felicidad con una pregunta sobre bienestar subjetivo: piden a los entrevistados que eval¨²en su vida como buena o mala, en una escala de cero a diez, pensando en los pelda?os de una escalera.
Este bienestar subjetivo s¨ª tiene una relaci¨®n positiva con la renta. En los pa¨ªses m¨¢s ricos la gente es m¨¢s feliz. En muchos pa¨ªses europeos las personas se colocan de media por encima del s¨¦ptimo escal¨®n. En cambio, en la mayor¨ªa de pa¨ªses de ?frica la media no llega al quinto pelda?o.
Los datos de felicidad del WHR siguen mostrando diferencias por regiones. Por ejemplo, muchos pa¨ªses de Am¨¦rica ¡ªcomo Honduras, Costa Rica, Ecuador, Colombia, Brasil o M¨¦xico¡ª son m¨¢s felices de lo que les corresponder¨ªa seg¨²n su riqueza. Basta comparar Guatemala y Ucrania en el gr¨¢fico: la gente se declara mucho m¨¢s feliz en el pa¨ªs centroamericano, aunque los dos pa¨ªses tienen rentas parecidas.
Medida de esta forma, la felicidad s¨ª se relaciona con muchas cosas que solemos considerar positivas. ?C¨®mo son los pa¨ªses m¨¢s felices? Son lugares m¨¢s ricos, donde las personas viven m¨¢s, tienen mejor salud, van a la escuela, son m¨¢s libres, reciben rentas menos desiguales y cuentan con mejores redes de apoyo familiar o social. En la p¨¢gina de Our World in Data ofrecen muchos m¨¢s datos sobre estos factores.
?C¨®mo explicar entonces la paradoja de los buenos d¨ªas que vimos al principio? Una posibilidad es que los pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros sean m¨¢s exigentes y describan d¨ªas buenos diciendo que son d¨ªas t¨ªpicos. Adem¨¢s, habr¨¢ seguramente diferencias culturales que influyen en las respuestas de la gente en cada pa¨ªs. La pregunta de Pew es la primera que usan en sus encuestas, casi como una forma de saludo, y quiz¨¢s muchos entrevistados la responden con f¨®rmulas educadas y autom¨¢ticas. Puede pasar como cu¨¢ndo alguien te pregunta c¨®mo est¨¢s, que en realidad no espera una respuesta verdadera: es una convenci¨®n responder que est¨¢s bien en cualquier caso. Si hac¨¦is la prueba de responder diciendo "normal", la otra persona se quedar¨¢ desconcertada.
Por ¨²ltimo, es posible una tercera explicaci¨®n: la pregunta sobre tu d¨ªa podr¨ªa estar capturando (en parte) otro tipo de felicidad m¨¢s escurridizo. Hay dos formas de preguntar a alguien por su felicidad. La primera es pedirle que eval¨²e su satisfacci¨®n o su bienestar, como en la pregunta de la escalera. La segunda es interrogarle por el estado de ¨¢nimo que experimenta en momentos concretos. En el WHR para medir esa felicidad preguntan a los entrevistados por sus experiencias positivas del d¨ªa anterior: ?sonrieron? ?se sintieron contentos o felices durante gran parte del d¨ªa?
Las respuestas sobre estas dos felicidades no son iguales. Las personas experimentamos la felicidad de una forma y la evaluamos de otra. El bienestar valorativo, como vimos antes, se encuentra muy correlacionado con la riqueza y la esperanza de vida. Las personas de pa¨ªses m¨¢s pobres tienden a evaluar su vida peor cuando piensan sobre ella. Pero esa correlaci¨®n es mucho m¨¢s d¨¦bil con la felicidad experimentada: la gente en pa¨ªses (relativamente) pobres experimenta la misma alegr¨ªa y se r¨ªe tanto como en pa¨ªses m¨¢s ricos. Por eso las diferencias de felicidad entre pa¨ªses se ven m¨¢s grandes con la m¨¦trica valorativa que con la m¨¦trica experiencial.
Algunas personas argumentan que la felicidad experimentada funciona como un termostato, que tiene altibajos, pero es un sistema en equilibrio, como los mecanismos que regulan nuestra temperatura corporal o la sensaci¨®n de hambre. Eso tendr¨ªa ventajas e inconvenientes. La parte buena es que las personas seremos capaces de encontrar alegr¨ªas incluso en circunstancias complicadas. La parte mala, a cambio, es que no es posible ser feliz continuamente, aunque tengas motivos: cuando todo lo importante te vaya bien, te amargar¨¢n con cosas peque?as.
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