?lvarez Junco: ¡°Dentro de 3.000 a?os Espa?a no existir¨¢. Catalu?a tampoco¡±
El historiador defiende la necesidad de modificar la Constituci¨®n para que no sea "letra muerta"
El historiador Jos¨¦ ?lvarez Junco ha ofrecido este mi¨¦rcoles una lecci¨®n magistral sobre la naci¨®n en la Comisi¨®n para la Evaluaci¨®n y Modernizaci¨®n del Estado Auton¨®mico del Congreso de los Diputados. El catedr¨¢tico em¨¦rito de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Pol¨ªticos y Sociales de la Universidad Complutense de Madrid ha defendido ante los representantes del PP, PSOE, Ciudadanos y Grupo Mixto que ¡°las naciones no son fen¨®menos naturales ni eternos¡±. ¡°Espa?a no es eterna. Hace 5.000 a?os no exist¨ªa. Dentro de 3.000 no existir¨¢. Catalu?a tampoco¡±, ha diagnosticado
?lvarez Junco se lo expres¨® as¨ª de crudo una vez al entonces presidente de la Generalitat de Catalu?a Jordi Pujol y ¡°se puso muy nervioso¡±. El compareciente, primero de los cinco previstos en esta sesi¨®n, ha defendido que ¡°las naciones son producto de circunstancias pol¨ªticas, econ¨®micas y culturales de la historia¡±, que ¡°tienen mucho de emocionalidad, cultura y pol¨ªtica¡±. Pero ¡°son productos coyunturales: aparecen y desaparecen¡±. Y, a menudo, ¡°son construidas intencionadamente por unas ¨¦lites nacionalistas que son las principales beneficiarias de que el territorio se convierta en una naci¨®n¡±. Es decir, ¡°primero son los nacionalistas y luego las naciones¡±, aunque es dif¨ªcil crearlas sin las herencias culturales como la lengua.
El compareciente ha defendido la necesidad de la reforma de la Constituci¨®n para adaptar el Estado auton¨®mico a la realidad, aunque ha admitido que es muy complicado alcanzar un consenso en este momento. ¡°Es necesaria la reforma si queremos que la Constituci¨®n sea un texto vivo y no letra muerta¡±, ha prevenido. Desde su punto de vista, la Constituci¨®n deber¨ªa cerrar el principio dispositivo y definir cu¨¢les son las competencias del Estado y cu¨¢les las de las autonom¨ªas Con todo, ha admitido que sin cambiar la Constituci¨®n se podr¨ªa avanzar: ¡°Pero lo l¨®gico es que si queremos que refleje la realidad actual se modifique. No por una mayor¨ªa coyuntural, que ser¨ªa traicionar el esp¨ªritu del 78, en el que todos renunciaron a algo¡±. En ese sentido, ha considerado que ¡°los ¨²nicos que no han renunciado son los independentistas¡±.
La f¨®rmula que m¨¢s se corresponde con las necesidades de la sociedad espa?ola, ha postulado, es el federalismo: ¡°Es la adecuada para nuestra situaci¨®n¡±. Pero ha advertido que el acuerdo que se alcance no puede ser puesto en cuesti¨®n ¡°hasta la generaci¨®n siguiente¡±. En cuanto a modelos de derecho comparado, se ha referido al canadiense: ¡°Es el que podr¨ªamos seguir¡±. Respecto a la reforma ha considerado interesante la que propuso en su d¨ªa en un informe el Consejo de Estado.
Para el autor de Mater Dolorosa. La idea de Espa?a en el siglo XIX, no se pod¨ªa hablar de Espa?a como naci¨®n en el a?o 1000, contrariamente como a menudo se hace. Su origen, ha argumentado, ¡°es una monarqu¨ªa belicosa, que es Castilla, la parte m¨¢s poblada y rica de Espa?a¡±, que ¡°se funde con Arag¨®n¡±. ¡°Lo primero que hay en el caso espa?ol es una unidad pol¨ªtica. No hay una naci¨®n¡±, ha explicado. Incluso ha considerado que en los siglos XV, XVI y XVII nadie pensaba en Espa?a como naci¨®n en su acepci¨®n moderna.
La identidad se va formando a trav¨¦s de esa monarqu¨ªa con el descubrimiento de Am¨¦rica y la fusi¨®n con los Habsburgo. ¡°La monarqu¨ªa se ve involucrada en todas las guerras y se va creando una solidaridad entre los s¨²bditos y alrededor la religi¨®n. Eso genera identidad. Es una monarqu¨ªa cat¨®lica. Y la religi¨®n castiga a los que se apartan a trav¨¦s de la Inquisici¨®n y los estatutos de limpieza de sangre¡±, ha expuesto. Pero ¡°eso sigue sin poderse llamar naci¨®n moderna¡±, algo que no empieza a producirse ¡°hasta la guerra napole¨®nica¡±.
En el relato de ?lvarez Junco la declaraci¨®n de soberan¨ªa nacional se produce cuando los liberales, ¡°bien organizados¡±, toman el poder y convocan una Cortes. Sin embargo, ¡°no basta con enunciarlo. Hay que construirlo¡±. Y esa es ¡°una tarea m¨¢s dif¨ªcil y con mayores problemas¡±. Espa?a vive tres cuartos del siglo XIX y XX con ¡°momentos muy agitados¡± que hacen que sea ¡°muy dif¨ªcil construir un sentimiento de unidad nacional¡±. Como ejemplo, ha dicho que en el siglo XIX se heredan tres banderas, dos himnos y seis o siete fiestas nacionales: ¡°No hay s¨ªmbolos comunes. Incluso el himno es un himno sin letra. No estar¨ªamos de acuerdo sobre lo que tenemos en com¨²n¡±, ha anotado.
El Estado es Espa?a estaba por construir: ¡°Es un imperio y desaparece. Sus estructuras no sirven¡±. Para el compareciente, ¡°es muy dif¨ªcil construir a la vez el Estado y la naci¨®n¡± y lo que ha ocurrido en Espa?a en ese sentido responde m¨¢s a un modelo sudamericano que europeo. Con todas las carencias de un Estado d¨¦bil, la construcci¨®n de la identidad nacional era una tarea demasiado ardua. Y la Iglesia, que era la ¨²nica estructura potente ¡°constru¨ªa cat¨®licos, no espa?oles¡±.
Espa?a no pod¨ªa tener ¡°un buen sistema militar obligatorio como el franc¨¦s¡±, que hace que Francia, con menos conciencia nacional consiga la alfabetizaci¨®n de los franceses con el franc¨¦s que se habla en Par¨ªs y con ello la creaci¨®n de un mercado cultural unificado. ¡°Espa?a no lo puede hacer por falta de recursos. Es un Estado d¨¦bil, sin recursos y pele¨¢ndose¡±, ha justificado.
Toda esa ¡°situaci¨®n complicada¡± culmina en ¡°la guerra civil ganada por los rebeldes¡±. En ese momento se impone ¡°una dictadura que s¨ª que intenta nacionalizar fuertemente¡±. Es ¡°el mayor esfuerzo nacionalizador de la historia de Espa?a¡±. Pero era una nacionalizaci¨®n ¡°impuesta, brutal, cat¨®lico-conservadora¡±, que se hace ¡°excluyendo a lo que llamaban ¡°la antiEspa?a¡±, que era media Espa?a¡±.
¡°En los sesenta los j¨®venes nos rebelamos. Frente a lo arcaico y lo autoritario del r¨¦gimen, ve¨ªamos en las otras identidades, la catalana, vasca y gallega, refugios de modernidad, democracia y europe¨ªsmo¡±, ha relatado. El historiador ha explicado que ¡°en ese ambiente se hizo la Transici¨®n y se hizo una descentralizaci¨®n muy seria e importante, completamente irrenunciable, frente al Estado extremadamente centralizado que hab¨ªa sido el franquismo¡±.
Sin embargo, esa descentralizaci¨®n ¡°no ha terminado con el problema¡±: ¡°Porque los m¨¢s radicales de los nacionalistas piden el m¨¢ximo, que es la independencia¡±. Como salida a la situaci¨®n, el historiador ha propuesto ¡°buscar un t¨¦rmino medio¡± para evitar un futuro que ¡°es la balcanizaci¨®n¡±, es decir, ¡°la creaci¨®n de una serie de Estados independientes que nunca estar¨ªan satisfechos ni con las fronteras ni con la poblaci¨®n que les ha tocado dentro¡±. En los que ¡°siempre seguir¨ªan los irredentismos¡± y ¡°tratar¨ªan como elementos culturales secundarios a quienes se quedaran dentro de sus naciones¡±.
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