El aut¨¦ntico derecho a decidir
Adaptar el Estatuto a una Euskadi din¨¢mica, cuyas primeras preocupaciones son sociales y econ¨®micas, es necesario as¨ª como mejorar el encaje de Euskadi con el Estado
El rechazo del Plan Ibarretxe hace diez a?os dej¨® a Euskadi descolgada del proceso de reforma de los estatutos de la pasada d¨¦cada. Est¨¢, pues, justificada la reforma del Estatuto vasco, el primero de los aprobados en Espa?a, porque muchas cosas han cambiado desde 1979 como la entrada de Espa?a en la Uni¨®n Europea y las transformaciones sociales, adem¨¢s de una experiencia acumulada en las relaciones con el Estado no exenta de conflictos. Adaptar el Estatuto a una Euskadi din¨¢mica, cuyas primeras preocupaciones son sociales y econ¨®micas, es necesario as¨ª como mejorar las relaciones y el encaje de Euskadi con el Estado.
Recientemente, el desaf¨ªo independentista catal¨¢n ha planteado un nuevo escenario del que no puede sustraerse la reforma estatutaria. Una ense?anza b¨¢sica es que no puede utilizarse una reforma estatutaria para cambiar el modelo de Estado. El fracaso del Plan Ibarretxe, primero, y del desaf¨ªo independentista catal¨¢n lo demuestran. El Estado no lo tolerar¨ªa y est¨¢ respaldado por la Uni¨®n Europea, recelosa con los nacionalismos y hostil con el secesionismo.
El Estatuto vasco reconoce a Euskadi como sujeto pol¨ªtico, pero no su soberan¨ªa. Si la reforma intenta reconocer la soberan¨ªa de Euskadi y, con ella, el derecho a la autodeterminaci¨®n o a decidir, cruzar¨¢ otra l¨ªnea roja tanto para el Estado espa?ol como para la Uni¨®n Europea.
Hace unas semanas, Podemos trat¨® de sacar el conflictivo debate sobre el derecho a decidir de la reforma del Estatuto para facilitarla con la aquiescencia del PSE y del PP. Bildu, sin embargo, respondi¨® que no aceptar¨ªa una reforma sin derecho a decidir y el PNV opt¨® por mantenerlo.
El derecho a decidir puede poner en riesgo la reforma estatutaria. La posici¨®n del PNV es decisiva. Por un lado, no quiere dejar todo el terreno del soberanismo a Bildu que ha modulado su posici¨®n. Por otro, considera b¨¢sico su pacto de Gobierno con el PSE, que le otorga centralidad y cohesi¨®n social. Sabe que ni el PSE ni el PP aceptar¨¢n el derecho a decidir y que esto provocar¨ªa la divisi¨®n social. Tampoco el Estado ni la Uni¨®n Europea como se ha demostrado en Catalu?a.
El PNV tiene tiempo para modular su posici¨®n, que partir¨¢ de m¨¢ximos. El lehendakari I?igo Urkullu se comprometi¨® a una reforma consensuada y legal en Euskadi, pactada con el Estado y refrendada. Ese ser¨¢ el aut¨¦ntico derecho a decidir.
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