Franco dispara la escopeta nacional
Los detalles del juicio en que ha sido condenado evocan la tragicomedia berlanguiana
El juicio al nieto de Franco se ha resuelto con todos los s¨ªntomas de una cr¨®nica berlanguiana. Y quien dice Berlanga dice Bu?uel, pues el atropello a los guardias civiles que ha precipitado el caso se produjo en los aleda?os de Calamocha (Teruel) a semejanza de una regresi¨®n del antiguo r¨¦gimen y con todos los pormenores de un argumento tragic¨®mico.
Se antoja un sarcasmo de la historia. El abuelo ejerci¨® 40 a?os de tiran¨ªa en la impunidad. Y el nieto acaba en la c¨¢rcel por haber empotrado a la Benem¨¦rita. Una degeneraci¨®n de la estirpe que parece haber removido los cimientos del Valle de los Ca¨ªdos. Y que deteriora el historial criminal de la familia con unos delitos prosaicos: conducci¨®n temeraria y atentado a la autoridad.
Las leyes del karma han sido indulgentes con la estirpe. Francisco Franco muri¨® en la cama y Francisco de As¨ªs Franco expiar¨¢ en prisi¨®n el abatimiento clandestino de corzos y de liebres. Una escena perdida de La escopeta nacional, un desenlace abracadabrante.
Ha sido condenado a 30 meses de prisi¨®n Francis Franco. Y se ha probado en el juicio que la agresi¨®n motorizada a los agentes -uno de ellos, herido- sucedi¨® porque el niet¨ªsimo hab¨ªa sido desenmascarado en una fechor¨ªa de cazador furtivo. Trat¨® de escabullirse con las luces apagadas, aunque para hacerlo se llev¨® por delante un coche de la Guardia Civil.
Fue el jueves cuando se dio a conocer la sentencia, pero es ahora, Espejo P¨²blico mediante, cuando han trascendido las grabaciones que permiten reconstruir la operaci¨®n de captura. Incluido un pasaje en que uno de los agentes identifica la matr¨ªcula del veh¨ªculo fantasma.
-¡°Es de un tal Francis Franco¡±.
Todav¨ªa no son conscientes los guardias civiles de haber localizado a la progenie del caudillo, pero luego se percatan de que, en efecto, puede tratarse ¡°del sobrino o del nieto de Franco o de quien co?o sea ¡±, tal como se conceden en otro pasaje de las conversaciones grabadas.
Objet¨® el cazador furtivo durante el juicio que ¨¦l no conduc¨ªa el coche. Y que lo hac¨ªa uno de sus empleados rumanos, pero la teor¨ªa del chivo expiatorio -el mejor amigo del hombre, como dir¨ªa Carlos Rodr¨ªguez Braun-no ha convencido al tribunal de Teruel donde se ha sustanciado el caso.
Sosten¨ªa la juez que Franco II fue identificado por uno de los agentes que le persegu¨ªa. No al 100%, pero s¨ª con otros elementos que ubicaban al furtivo en el lugar y en las condiciones propensas, m¨¢s all¨¢ de haberse valorado las contradicciones de la versi¨®n de Francis Franco, ¡°dudas y vacilaciones en la exposici¨®n de un gui¨®n aprendido¡±, tal como precisa la sentencia.
Sorprende la condena al nieto del general¨ªsmo a los 63 a?os. Y lo hace despu¨¦s de haber logrado ejercer la cacer¨ªa furtiva durante d¨¦cadas, hasta el extremo de que le gustaba prodigarse -cuentan algunos allegados- en los montes del Pardo. Cerca de donde resid¨ªa el abuelo, pues ya dice un aforismo mafioso que la serpiente es un animal de territorio.
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