Los presidentes socialistas ven dif¨ªcil llegar a un acuerdo de financiaci¨®n

Todos reclaman con urgencia un nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica, pero al mismo tiempo predomina el escepticismo entre los presidentes de las comunidades gobernadas por los socialistas sobre las posibilidades de alcanzar un acuerdo. El PSOE concentra la mayor parte del poder territorial, con siete Gobiernos, cuyas posiciones sobre financiaci¨®n, igual que en el PP, son dispares. La direcci¨®n socialista se ha mostrado dispuesta a buscar un acuerdo con los populares, mientras varios presidentes piden negociar en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal.

La disposici¨®n es total y la necesidad en algunas comunidades socialistas ¡ªcomo la valenciana¡ª es imperiosa, pero en los Gobiernos aut¨®nomos del PSOE se perciben importantes dificultades para que el Ejecutivo y las comunidades puedan lograr un acuerdo para un nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica. Para atender las necesidades de todas las autonom¨ªas el Gobierno tiene que poner encima de la mesa una cifra de varios miles de millones de euros y lograr poner de acuerdo a todos los territorios, donde hay visiones casi opuestas por encima del signo pol¨ªtico. Pero adem¨¢s, Catalu?a no tiene Gobierno con el que acordar y la cercan¨ªa de las elecciones auton¨®micas pone en guardia m¨¢s a¨²n a los presidentes. En las comunidades socialistas se recuerda que por encima de los partidos nadie aceptar¨¢ un acuerdo que no satisfaga los intereses de sus ciudadanos.

En el caso de las comunidades del PSOE, el modelo de financiaci¨®n separa en primer lugar a Baleares del resto. El Gobierno de Francina Armengol defiende el principio de ordinalidad (seg¨²n el cual, aunque haya transferencias entre comunidades, si en una se recauda m¨¢s que en otra, el gasto debe ser tambi¨¦n mayor y mantenerse en la misma posici¨®n en el ranking tras el reparto) y, en consecuencia, que la nivelaci¨®n de los recursos de los territorios sea parcial y no total. Armengol pide tambi¨¦n mayor capacidad normativa de las comunidades sobre los impuestos.

La segunda brecha tiene que ver con los criterios para el reparto de los recursos. Asturias y Arag¨®n est¨¢n en sinton¨ªa en la reclamaci¨®n de que el nuevo modelo se fundamente sobre el coste real de los servicios por habitante, para el que debe tenerse en cuenta el criterio de despoblaci¨®n y la dispersi¨®n y el envejecimiento de los ciudadanos. Un criterio que comparten con Galicia y Castilla y Le¨®n, gobernadas por el PP, con cuyos presidentes hicieron frente com¨²n en una reuni¨®n el pasado 27 de febrero.

En cambio, las comunidades m¨¢s pobladas ¡ªAndaluc¨ªa y Comunidad Valenciana, en el caso de las socialistas¡ª defienden el criterio de la poblaci¨®n. La presidenta de la Junta, Susana D¨ªaz, esgrime adem¨¢s que debe tomarse en cuenta la tasa de paro de cada uno de los territorios, porque Andaluc¨ªa soporta m¨¢s presi¨®n en sus servicios sociales para atender a las familias desempleadas. A esto se oponen, en principio, Asturias y Arag¨®n, que tampoco comparten la principal reclamaci¨®n del Gobierno valenciano de Ximo Puig: una quita de la deuda. Los Gobiernos asturiano y aragon¨¦s consideran que quitas selectivas dar¨ªan lugar a agravios comparativos entre comunidades. A Puig le comprometi¨® su apoyo el castellanomanchego Emiliano Garc¨ªa Page. Extremadura pone el ¨¦nfasis por su parte en recuperar el Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial como instrumento de cohesi¨®n.

Armonizar todos estos intereses territoriales se antoja complicado, pero adem¨¢s el posible acuerdo tiene la dificultad a?adida para el PSOE de que varios presidentes auton¨®micos, entre ellos Susana D¨ªaz, defienden que la negociaci¨®n tiene que comenzar entre el Ejecutivo y las comunidades, y solo despu¨¦s entre los partidos. Con claridad se expres¨® D¨ªaz en una entrevista en EL PA?S: ¡°Cuando llegue a las Cortes, es evidente que los partidos pol¨ªticos tendr¨¢n su papel. Pero primero corresponde al Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera y a los Gobiernos¡±.

La direcci¨®n de Pedro S¨¢nchez se ha mostrado dispuesta a negociar y suscribir un acuerdo con el Gobierno, y su intenci¨®n es definir una pol¨ªtica de partido con el PP y que luego se discutan las especificidades territoriales en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal. Pero al mismo tiempo el momento de abrir los contactos con el Ejecutivo coincide con un giro en la estrategia de S¨¢nchez, que ha virado hacia posiciones m¨¢s alejadas del PP. El l¨ªder del PSOE ha reclamado esta semana a Mariano Rajoy que se someta a una cuesti¨®n de confianza si no logra aprobar los Presupuestos, y los socialistas acaban de descolgarse de la negociaci¨®n del pacto educativo.