El fiasco de Estrasburgo o el fracaso del ¡®plan B¡¯ de la investidura catalana

El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) era la v¨ªa no tanto del desbloqueo de la candidatura del diputado en prisi¨®n Jordi S¨¢nchez sino su estaci¨®n t¨¦rmino para llegar al plan C de investidura en el Parlamento catal¨¢n. Pero esa v¨ªa ha sido autoabortada. La defensa de S¨¢nchez ha decidido abandonarla antes de explorarla.

En la primera candidatura no exist¨ªa alternativa. Era Puigdemont o Puigdemont. La simple invocaci¨®n de un plan B recib¨ªa el rechazo m¨¢s contundente. Ya en el plan B, es decir, la fase final de la candidatura de S¨¢nchez, el recurso a Estrasburgo parec¨ªa ratificar, lo mismo que con Puigdemont, que no se preve¨ªa un plan C.

Es m¨¢s: Puigdemont ha reaccionado en una entrevista con el peri¨®dico El Punt Avui ante el naufragio judicial de la candidatura de S¨¢nchez ¡ªcr¨®nica de una prohibici¨®n esperada y quiz¨¢ en primer lugar por sus promotores¡ª que ¡°repetir elecciones no ser¨ªa ninguna tragedia¡±.

Y, sin embargo, como el A y el B, haber plan C, como las meigas, haberlo, haylo.

Se llama Jordi Turull.

Pero antes se trataba de golpear con un titular las puertas del TEDH en el Paseo de los Derechos del Hombre de Estrasburgo para pedir la medida cautelar de libertad provisional del candidato S¨¢nchez. Este episodio durar¨ªa previsiblemente toda esta semana. Pero, como se ha apuntado, los promotores han desistido. Ahora van a recurrir la resoluci¨®n del magistrado Pablo Llarena del pasado viernes ante la Sala de Recursos de la Sala Segunda del Supremo.

Por tanto, los plazos se alargar¨ªan hasta la agon¨ªa. Porque es previsible que cuando se produzca el fallo del recurso de apelaci¨®n, la defensa recurra en amparo al Tribunal Constitucional (TC) y para recurrir despu¨¦s a Estrasburgo.

?Esta fase de S¨¢nchez se agotar¨¢ una vez que se terminen estos recursos? El reloj de los dos meses hasta desembocar en nuevas elecciones, ?no empezar¨¢ a correr hasta despu¨¦s de los recursos de la defensa de S¨¢nchez?

El Grupo Parlamentario Socialista Catal¨¢n insistir¨¢ este lunes ante el TC en la medida cautelar que ya present¨® junto con su recurso de amparo para que las agujas del reloj de los dos meses empiecen a moverse. El TC ha admitido a tr¨¢mite ese recurso la semana pasada.

Pero el TC podr¨ªa ante lo que ya es el segundo fiasco ¡ªel presidente del Parlament, Roger Torrent, ha aplazado el Pleno de este lunes 12¡ª comenzar a pensarse en una cautelar para que el plazo de dos meses, con cierta retroactividad, comience a correr.

La defensa de S¨¢nchez pod¨ªa, estrictamente, acudir el mi¨¦rcoles pasado a Estrasburgo. ?Por qu¨¦? Porque lo que se pensaba invocar este lunes 12 en el TEDH era la denegaci¨®n de la medida cautelar de libertad provisional dictada por el pleno del Tribunal Constitucional el pasado martes, d¨ªa 6 de marzo.

El TC admiti¨® a tr¨¢mite el 5 de febrero pasado un recurso de amparo de S¨¢nchez contra la decisi¨®n de la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela de enviarle a prisi¨®n el 16 de octubre de 2017. Como en el recurso se solicitaba una medida cautelar de libertad provisional, el TC resolvi¨® abrir pieza separada sobre dicha solicitud.

Pero hubo una decisi¨®n judicial posterior relevante. Y es que el 4 de diciembre de 2017 el magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, dict¨® un nuevo auto de prisi¨®n contra Jordi S¨¢nchez.

La defensa del diputado encarcelado, empero, a diferencia de la de Oriol Junqueras, decidi¨® no recurrir ante la Sala de Recursos del Supremo, la nueva resoluci¨®n, es decir, un auto que adquiri¨® firmeza y por el cual S¨¢nchez permanec¨ªa ahora, a partir del 4 de diciembre, en prisi¨®n. Para ir al TC en amparo contra Llarena, pues, era requisito previo recurrir la decisi¨®n del magistrado del Supremo.

Quiz¨¢ para ganar tiempo o ¡°quemar etapas¡±, la defensa de S¨¢nchez decidi¨® concentrarse en la resoluci¨®n anterior del mes de octubre de Lamela. Fue un error flagrante.?Esto ha sido corregido con un recurso de apelaci¨®n de la resoluci¨®n de Llarena del 6 de febrero.

Por tanto, la defensa de S¨¢nchez se hab¨ªa embarcado la semana pasada en una operaci¨®n kamikaze. Buscaba golpear las puertas de Estrasburgo con una petici¨®n de libertad sobre una prisi¨®n- la ordenada por Lamela- que hab¨ªa quedado renovada ¨Cpor la de Llarena-, resoluci¨®n esta ¨²ltima que no podr¨ªa ser invocada por no haber sido impugnada en diciembre cuando cab¨ªa la posibilidad de hacerlo.

En resumen: la construcci¨®n jur¨ªdica kamikaze ahora consist¨ªa en denunciar la decisi¨®n del TC del pasado mi¨¦rcoles, denegatoria de la libertad provisional en relaci¨®n a la prisi¨®n ordenada por Lamela en octubre, acompa?ada de una denuncia sobre presunta violaci¨®n del derecho de representaci¨®n pol¨ªtica que supondr¨ªa la resoluci¨®n de Llarena del pasado viernes, d¨ªa 9 de marzo, al rechazar la libertad y, en su defecto, el permiso extraordinario para que S¨¢nchez pudiese acudir al pleno del Parlament este lunes 12 de marzo.

El centro del ataque jur¨ªdico de la defensa de S¨¢nchez no pod¨ªa ser, evidentemente, el auto de Llarena del pasado viernes por la sencilla raz¨®n de que puede ser recurrido ante el propio juez y ante la Sala de Recursos de la Sala Segunda del Supremo. Ergo: no se ha agotado la jurisdicci¨®n, requisito para acudir subsidiariamente al TEDH.

Los antecedentes para lograr con una denuncia en regla ¨Cesto es, con el recorrido jurisdiccional agotado en Espa?a- una medida cautelar como la que solicita la defensa de S¨¢nchez son pr¨¢cticamente inexistentes.

Por tanto, con la bola de nieve de recursos incompletos y pendientes descritos era evidente que las posibilidades en el TEDH eran pr¨¢cticamente cero.

La defensa contaba con el impacto medi¨¢tico, o ¡°suceso hist¨®rico¡± de un candidato a presidente de la Generalitat al que no se le deja salir de prisi¨®n para presentar su programa.

Pero los jueces de Estrasburgo ir¨ªan m¨¢s all¨¢ del impacto medi¨¢tico, habida cuenta, adem¨¢s, de que las noticias referidas a Catalu?a ya suelen, casi todas, revestir car¨¢cter hist¨®rico.

La defensa de S¨¢nchez, pues, se ha dado cuenta a ¨²ltima hora de que se met¨ªa en un callej¨®n sin salida y que el titular que lograr¨ªa en Estrasburgo ser¨ªa fulminantemente negativo para su cliente y para los partidos que sosten¨ªan su candidatura.

Ahora bien, la resoluci¨®n sobre Jordi S¨¢nchez ha vuelto a poner sobre la mesa que existe una bisagra, por as¨ª decir, entre la evoluci¨®n de la situaci¨®n pol¨ªtica en Catalu?a y el procedimiento penal.

La Fiscal¨ªa del Supremo, a la que el magistrado, por cierto, ni se molesta en citar en su auto del viernes pasado, lo se?ala en su escrito ¨Checho llegar el viernes anticip¨¢ndose al plazo de cinco d¨ªas otorgado por Llarena- se?ala esa bisagra a la que alud¨ªamos.

¡°En el contexto actualmente vigente existen sectores y fuerzas pol¨ªticas que claramente apuestan por la utilizaci¨®n de mecanismos de secesi¨®n al margen de las normas constitucionales; que no existe la certeza de que su actuaci¨®n vaya a ser presidido por el respeto y la sujeci¨®n al mecanismo jur¨ªdico vigente; que algunas de las iniciativas pol¨ªticas se enmarcan claramente fuera de la legalidad constitucional y estatutaria...¡±.

El escrito apunta ¡°el reciente acuerdo alcanzado por las formaciones pol¨ªticas Junts pel Catalu?a y Esquerra Republicana de Catalu?a para la continuaci¨®n del proceso constituyente que termine en la constituci¨®n de la Rep¨²blica y la celebraci¨®n de una nueva consulta a tales fines¡­¡±

Llarena, sin citar a la Fiscal¨ªa, se?ala en passant el ¡°contexto pol¨ªtico¡± en el que existen sectores que se ajustan a un plan de secesi¨®n ¡°que contempla abordar ilegalmente una legislatura constituyente¡±.

Por tanto, tanto la Fiscal¨ªa del Supremo como el magistrado est¨¢n se?alando al Plan C de la investidura catalana: Jordi Turull.

La existencia del acuerdo program¨¢tico entre Junts pel Catalu?a y ERC ¡ªorientado a atraer el respaldo de la CUP¡ª sobre el proceso constituyente implica a Turull, investigado y en libertad provisional con medidas cautelares tras permanecer en prisi¨®n. En su caso, si es candidato a presidir la Generalitat, sobre el se cierne la bisagra de la reiteraci¨®n delictiva y la legislatura constituyente.