Las elecciones al Consejo Fiscal movilizan las demandas de la carrera

Los 2.400 fiscales espa?oles est¨¢n en campa?a. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles se celebran las elecciones al Consejo Fiscal, un ¨®rgano consultivo con vocaci¨®n de contrapeso del poder casi absoluto del fiscal general del Estado. La convocatoria, que se celebra cada cuatro a?os, sirve para poner sobre la mesa las demandas de una carrera tan diversa en su composici¨®n como tradicionalmente poco inclinada a los cambios. ¡°Seguimos siendo un cuerpo con cierta tendencia inmovilista, quiz¨¢ por nuestra propia naturaleza de defensores de la ley, que nos lleva a identificarnos con lo establecido¡±, reflexiona ?lvaro Garc¨ªa, uno de los candidatos de la Uni¨®n Progresista de Fiscales (UPF).

Este a?o, a las reivindicaciones ya cl¨¢sicas de que los fiscales asuman la investigaci¨®n de las causas penales, o que el ministerio p¨²blico cuente con un presupuesto propio para romper el cord¨®n umbilical que le hace depender econ¨®micamente del Ministerio de Justicia, se suman otras nuevas. Todos los sectores de la carrera fiscal reclaman mejoras salariales, la derogaci¨®n del art¨ªculo 324 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que limita a seis meses el plazo de investigaci¨®n ordinario de los delitos, y el replanteamiento ¨Co la retirada- del plan de justicia digital, cuyas incidencias, casi diarias, entorpecen la labor de jueces y fiscales. Dada la actual divisi¨®n pol¨ªtica, todas estas peticiones, que suscitan un apoyo masivo en la carrera y en las que coinciden todas las asociaciones, corren riesgo de eternizarse.

El Consejo Fiscal es el ¨²nico organismo de extracci¨®n estrictamente democr¨¢tica que existe en la funci¨®n p¨²blica. Lo componen doce miembros. Tres de ellos son natos: el fiscal general, Juli¨¢n S¨¢nchez Melgar; el teniente fiscal del Supremo, Luis Navajas, y el fiscal inspector, Fausto Cartagena. Los nueve puestos restantes son elegidos, en una votaci¨®n nacional, por todos los integrantes de la carrera. El Consejo Fiscal, entre otras competencias, informa sobre las propuestas de nombramientos de cargos, elabora informes sobre ascensos y emite dict¨¢menes sobre proyectos de ley que afecten a su organizaci¨®n o a sus funciones.

Los comicios se celebran con listas semiabiertas, en las que, al igual que suceden en las elecciones al Senado, cada una de las tres asociaciones del ministerio p¨²blico presenta a seis candidatos por orden alfab¨¦tico y los electores eligen a un m¨¢ximo de seis aspirantes de cualquiera de las listas. Existe la posibilidad de que un fiscal no asociado se presente si recaba 45 avales de sus compa?eros, pero en estas elecciones no ha habido ning¨²n candidato independiente. El cargo de vocal no est¨¢ remunerado y los fiscales que lo ocupan siguen en su destino.

Cristina Dexeus rechaza de plano la etiqueta de ¡°conservadora¡± que se suele colgar a la Asociaci¨®n de Fiscales, mayoritaria en la carrera y de la que es presidenta. Esta agrupaci¨®n cuenta ahora con seis vocales en el Consejo. Seg¨²n Dexeus, destinada en Catalu?a, la AF, adem¨¢s de dar la batalla en las demandas que comparte con el resto de asociaciones, se distingue por una especial sensibilidad con la conciliaci¨®n familiar de los fiscales. ¡°Somos muy pr¨¢cticos, en el ¨²ltimo concurso de traslados conseguimos que los fiscales retuvieran el destino de origen mientras sus hijos no hubieran acabado el curso escolar¡±, afirma. Dexeus tambi¨¦n recuerda la ¡°apuesta¡± de la AF por la ¡°carrera horizontal¡±, un mecanismo para evitar que el tap¨®n generacional de los nacidos en la d¨¦cada de los 60 impida que los incorporados despu¨¦s puedan ascender de categor¨ªa en el cuerpo pese a seguir ocupando plazas inferiores.

El ¨®rgano dirigido por Juli¨¢n S¨¢nchez Melgar cuenta con un 63% de mujeres ¨Cen algunas fiscal¨ªas como la de Madrid, el dato es del 79%¨C aunque los hombres ocupan el 72% de los puestos directivos, a los que suelen acceder fiscales de m¨¢s edad. ?lvaro Garcia, de la progresista UPF, hace hincapi¨¦ en la necesidad de avanzar hacia una ¡°igualdad real¡± en la carrera, tanto en el aspecto de g¨¦nero como de la propia concepci¨®n jer¨¢rquica de la Fiscal¨ªa. ¡°Defendemos un modelo en el que el fiscal jefe es un coordinador de sus compa?eros y no tanto un superior jer¨¢rquico, hasta ahora los fiscales generales apuestan por un modelo de ¨®rdenes, instrucciones e intervenci¨®n directa en los procedimientos¡±, se?ala.

La UPF cuenta con tres vocales en el Consejo saliente. Garc¨ªa considera realista conseguir un miembro m¨¢s. ¡°Somos el ¨²nico voto ¨²til para ser el aut¨¦ntico contrapeso al fiscal general y que dejemos de ser una direcci¨®n general del Ministerio de Justicia, que es lo que parecemos¡±, afirma. El pasado 5 de marzo, las asociaciones judiciales y de fiscales amenazaron con una huelga en mayo si el Gobierno no despolitiza la Justicia. ¡°En UPF no cuestionamos el derecho a la huelga de jueces y fiscales, somos funcionarios y servidores p¨²blicos con derechos laborales, e iremos a donde se a defenderlos¡±, manifiesta Garc¨ªa.

La papeleta del d¨ªa 21 se completa con la Asociaci¨®n Profesional Independiente de Fiscales (APIF), que actualmente carece de representantes en el Consejo. Su portavoz, Miguel Pallar¨¦s, lo achaca al propio sistema electoral en el que los fiscales acaban votando a la plancha completa de cada candidatura. ¡°Las otras dos asociaciones llevan funcionado y repartiendo cargos del consejo 30 a?os, y su actuaci¨®n no tiene repercusi¨®n, es totalmente inoperante. El Consejo tiene que tener m¨¢s competencias y que adem¨¢s de asesorar, controle y motive sus actos, que no se repartan cromos y sirva para colocar a los tuyos en cargos discrecionales, que la AF y la UPF no est¨¦n tan contentas como est¨¢n ahora¡±, afirma Pallar¨¦s.