Los abogados de casos medi¨¢ticos, en la diana
Letrados de acusados por cr¨ªmenes con impacto medi¨¢tico como el del ni?o Gabriel piden respeto ante la corriente justiciera de las redes sociales


¡°Sinverg¨¹enza¡±, ¡°?C¨®mo se te ocurre aceptar un caso as¨ª?¡±, ¡°Tiene cojones defender a la t¨ªa esta¡±. Esteban Hern¨¢ndez Thiel comenz¨® a escuchar comentarios de este tipo y a recibir mensajes en su buz¨®n de Facebook y en su correo electr¨®nico poco despu¨¦s de que le asignaran en el turno de oficio la defensa de Ana Julia Quezada, asesina confesa del ni?o Gabriel Cruz, de ocho a?os. Se trata de un prestigioso abogado almeriense que lleva 25 a?os ejerciendo y que est¨¢ apuntado al turno de oficio por puro compromiso social. A su compa?era de despacho no le ha ido mejor. ¡°Beatriz G¨¢mez Salcedo, abogada del diablo¡±, han escrito. ¡°Y dormir¨¢s tranquila y todo...¡±. Se ha criticado hasta que sonr¨ªa. La vida profesional de Mar¨ªa Fernanda ?lvarez, abogada de El Chicle, acusado de matar a la joven Diana Quer, ha sido analizada al mil¨ªmetro despu¨¦s de que le encargaran en su colegio profesional llevar el asunto.
Ocuparse de la asistencia letrada de acusados de cr¨ªmenes que han repugnado especialmente a la opini¨®n p¨²blica puede generar una cierta presi¨®n extra en los abogados, pero las redes sociales la han multiplicado por mil en los ¨²ltimos a?os y provocado en algunos casos campa?as contra personas que se limitan a cumplir con su trabajo y cuyo cometido es esencial: sin ellos no puede haber juicio ni condena.
¡°Esto, que parece obvio, resulta que casi se est¨¢ poniendo en duda en estos tiempos¡±, reflexiona Hern¨¢ndez Thiel. ¡°¡°Notas much¨ªsima hostilidad, incluso tu familia se preocupa de que te vayas a quedar sin trabajo por llevar un caso as¨ª. Es sorprendente que incluso a clientes particulares que han sido acusados ellos mismos de cometer delitos les ha parecido mal. Se debe hacer a¨²n mucha pedagog¨ªa. Nosotros somos una pieza imprescindible del sistema, una pata de la mesa. Si no estamos, se cae. El principio contradictorio implica que el juez debe tener todos los puntos de vista: tanto el que favorece m¨¢s al reo como el que m¨¢s le perjudica¡±.
¡°Ahora parece que te tienes que disculpar por haber aceptado esta defensa¡±, a?ade G¨¢mez. ¡°Incluso entre compa?eros, que es lo m¨¢s sorprendente. En medio de este clima social, hay abogados que tambi¨¦n te critican. Trato de no mirar las redes. Solo he pedido a mis amigos que, si ven alguna amenaza fuerte, me avisen. Me han llegado a decir que c¨®mo puedo defender un caso as¨ª teniendo hijas¡ Pues haci¨¦ndolo. Te toca y te pones a ello. No podemos volver a la justicia vengativa de otras ¨¦pocas¡±. Cuando el proceso es en una ciudad peque?a y el caso ha ocupado horas de televisi¨®n, todo se complica a¨²n m¨¢s.
Labor vocacional
En Espa?a hay 45.348 abogados apuntados al turno de oficio de un total de 142.061, seg¨²n los ¨²ltimos datos facilitados por el Consejo General de la Abogac¨ªa Espa?ola, de 2017. Uno de cada tres, m¨¢s o menos. En el turno penal hay 38.499. Hay abogados que est¨¢n empezando, pero muchos siguen haciendo esta labor toda la vida por responsabilidad social. Por lo general, cobran poco, tarde y mal por ello. Los baremos son distintos seg¨²n las regiones. Las comunidades aut¨®nomas que tienen las competencias de justicia transferidas los fijan ellas. Para el resto, hay otro establecido por el Ministerio de Justicia. En todo caso, por un juicio de asesinato por jurado es f¨¢cil cobrar no m¨¢s de 300 o 400 euros.
El turno de oficio, por otro lado, cada vez es m¨¢s exigente y est¨¢ m¨¢s especializado (delitos graves, con jurado, violencia de g¨¦nero...), para garantizar una buena asistencia letrada. El trabajo de Crist¨®bal Sitjar, por ejemplo, que llev¨® de oficio la defensa de Antonio Ortiz, conocido como el pederasta de Ciudad Lineal ¡ªcondenado a 70 a?os y medio de c¨¢rcel por secuestrar y agredir sexualmente a cuatro ni?as de cinco a nueve a?os¡ª fue elogiado por el Tribunal Supremo de forma expresa, algo poco habitual.
"En supuestos como el que ahora centra nuestra atenci¨®n, el significado del turno de oficio como instrumento para hacer realidad el compromiso constitucional de asistencia jur¨ªdica gratuita a quienes carezcan de recursos para litigar adquiere todo su valor¡±, se?ala la sentencia, del pasado 16 de enero. ¡°Nuestro reconocimiento, por tanto, a quien con su trabajo ha prestigiado la labor cotidiana y silenciosa de todos aquellos letrados que, d¨ªa a d¨ªa, hacen posible, con la m¨¢xima solvencia, el derecho a la defensa y a un proceso con todas las garant¨ªas¡±.
Cuando el abogado es especialmente brillante, parece que molesta a¨²n m¨¢s a algunos. En el caso de Hern¨¢ndez Thiel, por ejemplo, hay personas que se han indignado precisamente porque sea un buen abogado con fama de meticuloso. ¡°Tiene narices que le toque este, que es capaz de que hasta salga absuelta', he llegado a escuchar¡±, relata. ¡°Es hasta halag¨¹e?o, pero en fin. No tiene sentido desear que estos acusados tengan letrados sin experiencia para que no sean bien defendidos¡±.
La presidenta del Consejo General de la Abogac¨ªa Espa?ola, Victoria Ortega, tuvo que salir al quite ante las cr¨ªticas a los letrados de Ana Julia Quezada. Public¨® un art¨ªculo pidiendo respeto al derecho de defensa y a quien lo ejerce. ¡°Sin defensa no hay justicia y sin justicia no hay Estado de derecho¡±, conclu¨ªa.
"Adem¨¢s, no es nada sencillo renunciar a un caso del turno de oficio¡±, explica la letrada Yolanda Mompel, que lleva 30 a?os en el penal. ¡°Tiene que estar autorizada por el decano de tu colegio profesional y por motivos personales y justos: que tengas alguna incompatibilidad clara que puedas probar¡±. ¡°A un compa?ero que renunci¨® y que ten¨ªa incluso cartas amenazantes del preso al que estaba defendiendo lo procesaron por obstrucci¨®n a la justicia, porque no se pudo celebrar el juicio¡±, a?ade Hern¨¢ndez Thiel. ¡°Yo tengo claro cu¨¢l es mi deber: defender el asunto. ?C¨®mo lo encajas? Pues pones los sentimientos en una cajita y te pones a trabajar. Yo soy un t¨¦cnico que cumple con una obligaci¨®n legal y deontol¨®gica, como un m¨¦dico. Y lo mismo vale para los que aceptan casos as¨ª de manera privada. Un abogado es imprescindible para el sistema¡±.
"Antes se trabajaba con m¨¢s tranquilidad"
Letrados de horrendos cr¨ªmenes recuerdan que hace a?os esto no era as¨ª. No ocurri¨®, por ejemplo, en 2007 durante el juicio al 11M, un atentado que hab¨ªa causado 192 muertos, m¨¢s de 1.500 heridos, y que hab¨ªa sumido al pa¨ªs en la conmoci¨®n. ¡°A pesar de ello, no tuvimos la m¨¢s m¨ªnima presi¨®n¡±, recuerda Eduardo Garc¨ªa Pe?a, un abogado con 26 a?os de experiencia que sigue en el turno porque cree que es una obligaci¨®n moral para los letrados. Su despacho llev¨® a tres acusados en aquel proceso: dos de oficio y uno de pago. ¡°El caso se politiz¨®, con alg¨²n medio en contra de la versi¨®n oficial, pero no hubo cr¨ªticas por defender a terroristas. Jam¨¢s tuve sensaci¨®n de rechazo, ni mi entorno estaba preocupado por la situaci¨®n. Da un poco de miedo pensar que ahora hay que reivindicar cosas tan b¨¢sicas como el derecho de defensa¡±.
El caso de Miguel Carca?o, condenado por el asesinato de Marta del Castillo, lleg¨® a manos de Paloma P¨¦rez Sandino en 2009. ¡°Trabaj¨¦ muy tranquila¡±, recuerda. ¡°Aunque es verdad que Carca?o ya hab¨ªa confesado y mi labor siempre ha sido m¨¢s de mediaci¨®n para tratar de encontrar el cuerpo. Cada caso es un mundo, pero creo que en el acoso a los compa?eros tiene mucho que ver el tratamiento que hayan dado los medios al suceso, el anonimato de las redes sociales, la ignorancia sobre los mecanismos procesales y que, al final, los letrados somos el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil. ?Alguien va a por los jueces y los fiscales? No, es m¨¢s f¨¢cil atacar al abogado. Pero que nadie olvide que para que las v¨ªctimas puedan ser de alguna forma resarcidas debe haber un letrado que defienda a ese acusado¡±.
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