El drama de los ancianos abandonados por sus familias en un hospital

Algunos alegan que la casa en la que viven es peque?a. Otros, que tienen mucho trabajo y nada de tiempo. Y algunos ni siquiera se molestan en poner una excusa: directamente no responden a las llamadas. La sala de Urgencias del Hospital General de La Palma se ha convertido en un lugar utilizado por familiares que abandonan a sus mayores cuando les resultan un estorbo en casa. All¨ª los dejan para no volver a por ellos. En el centro hay ahora cuatro ancianos en esa situaci¨®n, aunque la media habitual oscila entre los 10 y 20.

El modus operandi se repite la mayor¨ªa de las veces. Un d¨ªa aparecen por el hospital con el anciano por alguna patolog¨ªa aguda que este ha sufrido, desde un ictus a una insuficiencia card¨ªaca. Durante el proceso de curaci¨®n, el personal del centro se da cuenta de que los familiares no vienen a visitarlo, o que lo hacen muy poco. La confirmaci¨®n de las sospechas de que ha sido abandonado se produce cuando d¨ªas o semanas despu¨¦s le dan el alta m¨¦dica y administrativa al paciente y nadie viene a recogerlo.

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¡°Hay gente que no puede hacerse cargo de ellos porque tambi¨¦n son dependientes, pero otros casos son sangrantes¡±, se queja el gerente del centro y de los Servicios Sanitarios de La Palma, Jos¨¦ Izquierdo, quien ha visto c¨®mo el hospital que dirige ha sido noticia en varios medios de comunicaci¨®n por esta situaci¨®n, aunque aclara ¡°que no solo se da aqu¨ª sino en todos los hospitales de Canarias y de Espa?a, porque la poblaci¨®n de nuestro pa¨ªs es cada vez m¨¢s mayor¡±. Explica que ha denunciado ante la Fiscal¨ªa algunos de los casos para su tramitaci¨®n como delito de abandono. Sin embargo, el ¨¦xito ha sido escaso, ¡°tanto porque esa figura penal no est¨¢ muy bien regulada como porque tampoco se puede hablar propiamente de que se d¨¦ en estos supuestos, al estar el mayor siendo atendido en un centro hospitalario¡±, apunta.

Comienza entonces el proceso de b¨²squeda de una plaza en un centro sociosanitario, labor en la que el Gobierno de Canarias, el Cabildo insular y los ayuntamientos palmeros trabajan en conjunto. Con una poblaci¨®n cada vez m¨¢s envejecida en la isla y un n¨²mero de plazas limitadas a unas 300, el proceso puede prolongarse desde unos meses hasta casi un a?o. En no pocas ocasiones, adem¨¢s, las familias que los han abandonado, al haber obtenido previamente la declaraci¨®n de incapacidad de los ancianos, se quedan disfrutando de su pensi¨®n y sus propiedades, mientras las entidades p¨²blicas afrontan el coste de la plaza sociosanitaria de estos, que asciende a unos 3.000 euros mensuales cada una. Por eso, Izquierdo reclama una mejor regulaci¨®n que obligue a devolver al mayor aquello que le pertenec¨ªa en caso de que sus familiares no se comprometan a atenderlo.

En lo que se prolonga ese periodo hasta su reubicaci¨®n, el funcionamiento normal del hospital se ve alterado. Operaciones que han de ser pospuestas por falta de camas ¡ªocupadas por los ancianos¡ª y aumento de las listas de espera son las principales consecuencias. ¡°Tenemos que hacer equilibrios constantes¡±, a?ade el gerente.

Pese a todo, esta semana es ¡°de bonanza¡± en el centro, indica Izquierdo. Solo cuatro ancianos frente a los 12 que atend¨ªan hace solo unos d¨ªas atr¨¢s, cifra bastante m¨¢s cercana a la habitual durante todo el a?o, que ronda el 10 por ciento de las 200 camas con las que cuenta el Hospital General de La Palma. Los mayores abandonados aqu¨ª suelen tener entre 70 y 85 a?os. Uno de ellos, de 87, lleva internado desde mayo de 2017, cuando entr¨® por Urgencias por un problema de salud puntual ya resuelto. Es una persona con autonom¨ªa que solo necesita de alguien que le recuerde tomar la medicaci¨®n a su hora y le ayude a preparar la comida. Se sincera con una empleada del centro (que prefiere guardar el anonimato) a la que cuenta que no entiende por qu¨¦ sus hijos no lo vienen a buscar. ¡°Dice que no entiende lo que pasa. Que trabaj¨® toda la vida y que tiene su casa. Llora mucho. Y lo que pide es que le saquen del hospital porque es un ¡®sitio feo¡¯ en el que ve mucha gente ¡®que se va, que se muere¡¯ ¡±.