La sem¨¢ntica de ¡®Teleproc¨¦s¡¯
?O acaso TV3 no es ya el 'proc¨¦s' mismo, pues sin ella este no existir¨ªa?
?Tienen raz¨®n quienes sostienen que TV3, la televisi¨®n p¨²blica de Catalu?a, hubiera debido ser intervenida al amparo del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n y que no haberlo hecho desde el primer d¨ªa ha sido un error, pues es desde los estudios de Sant Joan Desp¨ª desde donde se articula el discurso insurreccional, se configura el imaginario separatista y se difunde el desprecio a todo lo que sea, represente o parezca Espa?a? (mejor "El Estado Espa?ol": la palabra Espa?a ha sido abolida).
?Es esta cadena p¨²blica, y en General toda la Corporaci¨® Catalana de Mitjans audiovisuals o?Corpo, una "f¨¢brica de mentiras", o seg¨²n la terminolog¨ªa de hoy, de fake news al servicio del ideario nacionalista, en vez de un sistema de informaci¨®n ecu¨¢nime al servicio de la sociedad catalana a la que se debe?
?O acaso TV3 no es ya, como algunos la llaman, "Teleproc¨¦s" sino el proc¨¦s mismo, pues sin ella este no existir¨ªa? Desde luego, las m¨¢s arduas negociaciones entre las direcciones de ERC y PDCAT para constituir un gobierno auton¨®mico y levantar el por ellos detestado art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n residen en el reparto del poder en la Corpo: qui¨¦n se queda con la tele y qui¨¦n con la radio. Eso es decisivo, y lo dem¨¢s accesorio, incluida la elecci¨®n de una id¨®nea consellera (debe ser mujer, por la cosa de las cuotas) para Ensenyament, cargo para el que al fin y al cabo basta con elegir a "la que sea m¨¢s tetuda", seg¨²n Lluis Salvad¨®, secretario general adjunto de ERC y ex subsecretari de Hacienda de la Generalitat, en conversaci¨®n privada que se filtr¨® el pasado 8 de marzo. En cambio para la Corpo los criterios deben ser m¨¢s estrictos y exigentes.
En realidad es s¨®lo el buque insignia de agitprop separatista, escoltado por la Xarxa (red de televisiones locales financiada por la Diputaci¨®n de Barcelona) y por una tupida red de diarios digitales y otros medios de comunicaci¨®n supuestamente privados, pero en realidad financiados por la Generalitat al amparo, o con el pretexto, de proteger a la lengua catalana, en eterno peligro de extinci¨®n dolosa; entre esos medios destaca ¡ªpor su influencia en la conformaci¨®n de la opini¨®n de la burgues¨ªa¡ª la radio y el peri¨®dico del grupo God¨®, RAC1 y La Vanguardia, desde cuyas p¨¢ginas, ciertamente m¨¢s equilibradas desde que M¨¢rius Carol sustituy¨® en la direcci¨®n a Jos¨¦ Antich, todav¨ªa hoy emiten a diario ideolog¨ªa separatista los consejeros ¨¢ulicos, portavoces oficiosos y correas de transmisi¨®n de los partidos del prus¨¦s; sin que est¨¦ claro si ¨¦stos dirigen a los partidos pol¨ªticos separatistas y empujan a los l¨ªderes a la perdici¨®n, o si, al rev¨¦s, son los partidos los que les dictan a esos columnistas, estrat¨¦gicamente colocados seg¨²n el cl¨¢sico sistema de las "cuotas" de cada partido, lo que deben pensar y las consignas a difundir cada ma?ana.
Todos estos medios conforman una burbuja informativa, un microclima cerrado o realidad paralela, dotado con una sublengua propia, una jerga con conceptos, dogmas y met¨¢foras (el "derecho a decidir", el "mandato del pueblo de Catalu?a", "el mundo nos mira", etc¨¦tera); un "Matrix", como lo llaman algunos observadores, donde se informa, se emociona y vive un elevado n¨²mero de ciudadanos; y donde la crasa realidad de las cosas y de los hechos, cuando irrumpe, causa un estupor indisimulable; y as¨ª era un poema la cara de circunstancias, la cara de consternada incredulidad de los tertulianos de TV3 cuando Jordi Pujol declar¨® sus cuentas andorranas (?resultaba que el 3 por ciento era verdad, y no una insidia socialista!) o el d¨ªa, en octubre pasado, de la multitudinaria manifestaci¨®n en Barcelona por la unidad de Espa?a y contra el separatismo donde el ex ministro Josep Borrell dijo que "todos tenemos un poco de culpa de haber estado callados": era inaudito que existieran tantos catalanes en desacuerdo frontal con la deriva del Govern y de sus aliados, y que ante la declaraci¨®n de independencia se atrevieran a exponer con rotundidad su discrepancia en las calles de Barcelona. Especialmente cuando la CUP ya hab¨ªa pregonado su lema "las calles ser¨¢n siempre nuestras"; abundando en ese derecho de propiedad, y traicionando su subconsciente, el cada d¨ªa m¨¢s hiperventilado Ernest Maragall pronunciar¨ªa en sede parlamentaria una frase que quiz¨¢ algunos consideren inocente expresi¨®n de afecto y adhesi¨®n a terru?o, pero a otros les sonaron siniestras y amenazantes: "Aquest pais ser¨¤ sempre nostre".
Hace alg¨²n tiempo el catedr¨¢tico de filosof¨ªa de la universidad de Barcelona Manuel Cruz, de filiaci¨®n socialista, denunciaba en la edici¨®n catalana de este diario, bajo el t¨ªtulo Matonismo de buen rollo, lo que, como ¨¦l dec¨ªa, en la calle est¨¢ en boca de todos: "El flagrante sectarismo de TV3": "Por lo que se refiere a los programas de debate, para los soberanistas en el poder el pluralismo consiste en permitir la aparici¨®n de un discrepante una vez cada quince d¨ªas, en debates o tertulias en las que la relaci¨®n es seis contra uno, cinco contra uno o, en el mejor de los casos, cuatro contra uno". Cruz hablaba por experiencia propia: d¨ªas atr¨¢s hab¨ªa accedido a participar en uno de esos debates-encerrona. Al d¨ªa siguiente, en el mismo programa, la humorista de plantilla sali¨® a hacer befa de ¨¦l y de las opiniones que hab¨ªa expuesto, con la risue?a complicidad de la presentadora. Esta tarea de execraci¨®n del invitado de la v¨ªspera ¨²ltimamente la ha asumido con voluntariosa abnegaci¨®n Pilar Rahola.
Desde aquel art¨ªculo de Cruz, premonitorio de lo que puede esperar el discrepante en esa cadena, es continuo el goteo de los que se niegan a colaborar en su propio linchamiento. En octubre pasado, despu¨¦s del refer¨¦ndum ilegal y los incidentes de orden p¨²blico en torno a ¨¦l que tanto recalentaron la temperatura pol¨ªtica, dos de los m¨¢s pacientes y conspicuos tertulianos constitucionalistas, Mart¨ªn Blanco y Joan L¨®pez Alegre ¡ªcuya impasibilidad ante los gritos de cinco "procesistas" furibundos y su capacidad de responder a todos sin perder la calma ni alzar la voz, virtud que le gan¨® el apodo de "El catal¨¤ tranquil"¡ª desistieron con un comunicado de su sufrida labor pedag¨®gica en ese "circo del odio a Espa?a". Otros como ellos y como Cruz, despu¨¦s de plantearse durante alg¨²n tiempo el viejo dilema de Marcuse ¡ªo sea, el temor a ser integrado por el sistema opresivo en el que uno participa para intentar corregirlo (si vas les legitimas; si no vas, les dejas el campo expedito y sin oposici¨®n)¡ª han llegado al mismo convencimiento de que es tan fuerte la presi¨®n coral e interruptiva de los contertulios, siempre eficazmente reforzados por el "moderador", mientras en la franja inferior de la pantalla desfilan los sms de los televidentes poni¨¦ndoles a caer de un burro, que el posible mensaje discrepante que puedan emitir queda ahogado en el estr¨¦pito, y han acabado por renunciar. Ahora s¨®lo dialogan los talibanes entre si. As¨ª es como, en exacta expresi¨®n de Ram¨®n de Espa?a, "TV3 no es un servicio p¨²blico sino una verg¨¹enza nacional".
Durante los d¨ªas del apresamiento de Carles Puigdemont y nueva encarcelaci¨®n de varios cabecillas del proc¨¦s, la programaci¨®n especial de la cadena exhortando a la revuelta funcion¨® a m¨¢xima potencia, haciendo que en altas instancias estatales se planteasen las preguntas con que se abre este art¨ªculo. Pero tanto m¨¢s instructivo es reparar en las formas de tratamiento de la realidad en fechas menos se?aladas, como en Semana Santa, cuando la agenda pol¨ªtica e intelectual est¨¢ vac¨ªa por incomparecencia de sus agentes principales, que acumulan fuerzas en sus segundas residencias del Ampurd¨¢n o de la Cerda?a. Ya que, como tuite¨® uno de los intelectuales m¨¢s conspicuos del nacionalismo y colaborador de Artur Mas, el soci¨®logo Salvador Card¨²s: "Que Llarena encarcelara a nuestra gente el viernes, justo al inicio de las vacaciones de Semana Santa, no puede ser casual. Pero tranquilos, el d¨ªa 3, ¡ªtras el lunes 2 de abril, d¨ªa festivo en Catalu?a¡ª, todos al pie del ca?¨®n". En efecto, a consecuencia de su golpe al Estado la dirigencia del proc¨¦s puede ser investigada, preventivamente presa o exiliada, pero los portavoces que desde sus columnas y sus micr¨®fonos y plat¨®s les enardecieron a deso¨ªr los requerimientos del Tribunal Constitucional e infringir las leyes quedan impunes para seguir disfrutando de sus vacaciones; ya a la vuelta de vacaciones blancas habr¨¢ ocasi¨®n de reanudar su benem¨¦rita tarea insurreccional y volver a rasgarse las vestiduras por los desafueros antidemocr¨¢ticos, franquistas, de "Madrid".
No todos pueden permitirse el lujo de no dejarse ver en TV3. Cuando In¨¦s Arrimadas, presidenta de Ciudadanos en el Parlamento catal¨¢n, se resigna a ser entrevistada en TV3 o en Catalu?a Radio ¡ªal fin y al cabo, a su formaci¨®n ya no se la puede ningunear como grup¨²sculo falangista, puesto que gan¨® las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas¡ª, est¨¢ en la l¨®gica de la Corpo que no se la someta a un masaje complaciente como los que disfrutan los l¨ªderes nacionalistas sino a algo parecido a un interrogatorio de la Gestapo o la Stasi, incluidas, en la ¨²ltima ocasi¨®n, las alusiones insidiosas sobre su padre (que por cierto ella supo desarticular con aplomo). Eso es el pan de cada d¨ªa. M¨¢s chocante es que al d¨ªa siguiente de que Arrimadas pregunte en un pleno, en referencia al clima de hostilidad imperante en el Parlament, "?Cu¨¢nto m¨¢s vamos a esperar para saludarnos por el pasillo?", se proyecten unas im¨¢genes en las que Arrimadas pasea por el Parlament y saluda a alguien fuera de c¨¢mara, mientras una voz en off asevera que, tal como demuestran las im¨¢genes, es falso que a la l¨ªder de Ciudadanos le hayan retirado el saludo. ?Nivel!
La deontolog¨ªa profesional se entiende aqu¨ª de una manera sui generis. ?Ser¨¢ una impresi¨®n subjetiva, paranoide, la de algunos que creen observar que cuando se entrevista a un participante en una manifestaci¨®n constitucionalista, o "espa?olista" que ha sido imposible ningunear, se elige adrede para hacer un comentario a un palurdo cuando no un tarado unicejo, mientras que si la manifestaci¨®n es de signo separatista las personas interminablemente entrevistadas suelen ser pulqu¨¦rrimas y risue?as viejecitas con un discurso articulado?
Es el reino de las medias verdades o medias mentiras recurrentes. En enero pasado el Telenot¨ªcies Vespre, el telediario nocturno, dedica cinco minutos al debate que Puigdemont ¡ªaunque cesado, sigue siendo para TV3 "el President"¡ª acaba de protagonizar en la universidad de Copenhague. En esos cinco minutos vemos llegar a Puigdemont a la universidad, ser abordado por los periodistas, sonre¨ªr, hablar en un aula "desbordante de p¨²bico": "No nos rendiremos al autoritarismo¡ a despecho de las trampas de Madrid pronto formaremos Gobierno¡ el problema es que Madrid niega la realidad y ni siquiera ha hecho nunca ninguna propuesta", etc¨¦tera, dice el ex president. Todo eso es verdad. Pero en cuanto a las acusaciones en forma de preguntas con que le interpel¨® su interlocutora y conductora del acto, la directora del Centro de Pol¨ªtica Europea de la Universidad de Copenhague, Marlene Wind, y que constituyeron una minuciosa demolici¨®n del programa y la trayectoria del autoinvitado ¡ª"?Considera que la democracia son s¨®lo refer¨¦ndums o tambi¨¦n implica cumplir con el Estado de Derecho?", "?Cu¨¢ntos pa¨ªses de una sola identidad quiere usted en Europa? ?Doscientos? Putin estar¨ªa contento", "?Puede interpretarse el proc¨¦s como un intento de sacarse de encima a los pobres, ya que Catalu?a es la regi¨®n m¨¢s rica de Espa?a?"¡ª, el untuoso periodista de TV3 las resumi¨® en estos t¨¦rminos: "Profesores y alumnos le hicieron al President preguntas nada f¨¢ciles sobre Putin y el populismo". As¨ª es como se transforma una cat¨¢strofe de imagen en ¨¦xito colosal. As¨ª es como Puigdemont sigue siendo llamado "el presidente". As¨ª es como la polic¨ªa alemana no le ha "detenido", sino s¨®lo "retenido". As¨ª es como Suiza ha rechazado la extradici¨®n de Anna Gabriel, o la ONU ha recriminado a Espa?a el trato a Jordi S¨¢nchez. As¨ª es como "el mundo nos mira".
Despu¨¦s de la inyecci¨®n de ideolog¨ªa y debates unilaterales del magazine matinal, y de los informativos de lipori del mediod¨ªa, la programaci¨®n de la tarde-noche no es menos contundente. El magazine Tot es mou alcanza su apoteosis final con el subespacio diario Hola Rahola, donde se explaya a gusto la portavoz oficiosa y bi¨®grafa de Artur Mas (La m¨¤scara del rei Artur); luego, amiga personal de Puigdemont y entregada entrevistadora de su esposa, Marcela Topor, "en un momento tan importante, tan sensible, justo cuando este pa¨ªs quiere dar un salto adelante y conseguir su libertad": "?Es rom¨¢ntico, Carles?". Conocida por sus berrinches y soflamas incendiarias, ¨²ltimamente son sus llantos en antena por la desdicha de los cautivos del p¨¦rfido juez Llarena los que hacen arder el pelo a la audiencia y subir el share que da gusto.
Tras Hola Rahola se emite el programa humor¨ªstico Est¨¤ passant: una variante de El intermedio del Wyoming adaptado a la catalana y dirigida por el humorista Toni Soler, y a continuaci¨®n el telediario nocturno. Al lector que tenga paciencia de leer los siguientes p¨¢rrafos, la mera enumeraci¨®n de los contenidos de Est¨¤ passant y el TN del pasado jueves, que fue un d¨ªa sin historia, le ilustrar¨¢ sobre algunos recursos de TV3 en su did¨¢ctica tarea.
Ese d¨ªa Est¨¤ passant emit¨ªa un programa resumen de sus "mejores momentos" de la temporada. Entre una serie de bromas y chistes m¨¢s o menos graciosos ¡ªeso depende de cada uno¡ª sobre asuntos anodinos, este chiste protot¨ªpico, marca de la casa, a prop¨®sito de una ministra del Gobierno que se resist¨ªa a definirse como machista ni feminista:
¡ª Quien dice que no es machista ni feminista¡ es que es machista" ¡ª dec¨ªa Soler, muy divertido, para a continuaci¨®n agregar:
¡ª ¡Igual que quien dice que no es de derechas ni de izquierdas¡ es de derechas ¡ª entonces, con una mueca de picard¨ªa, Soler se?ala una foto del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.
Siguen bromas inocentes sobre un comentario bobo de Rajoy en la radio, y a continuaci¨®n se anuncian "Novedades de la Casa Real":
¡ª ?No, no, aborta, aborta! ¡ª exclama Soler, simulando un miedo muy divertido¡ª. ?Aborta ese tema, que no he hablado con mi abogado!
Pero no hay peligro: las novedades de la Casa Real consisten en una serie de fotos de la reina Leticia, vestida con ropa que parece confundirse con el tapiz estampado o la cortina roja que tiene a la espalda en un acto protocolario u otro, consiguiendo el raro efecto de que su cabeza parece flotar sin cuerpo. Muy "bizarro".
A continuaci¨®n, una menci¨®n a los millones de euros que "ha gastado Rajoy" en restaurar el complejo del Valle de los Ca¨ªdos, con menci¨®n a la Cruz, que mide 150 metros, "quiz¨¢ para recordar que Espa?a es un estado laico" y compar¨¢ndolo con su inversi¨®n en memoria hist¨®rica: cero.
Estos "mejores momentos" van salpicados de chistes inocentes m¨¢s o menos escatol¨®gicos. Todo es el famoso "jiji-jaja" m¨¢s o menos malintencionado caracter¨ªstico de esta clase de programas, hasta que se comenta la ¨²nica novedad relativa a la clase pol¨ªtica catalana: F¨¨lix Millet, defraudador en beneficio de CiU y propio del Palau de la Musica catalana, ha declarado ante el juez.
Es el ¨²nico momento en que Soler se pone serio, para explicar que es una verg¨¹enza que ladrones confesos como Millet anden libres, mientras el Gobierno de Catalu?a est¨¢ preso o exiliado. No hace falta ser Roland Barthes para entender la efectividad de una observaci¨®n as¨ª en el contexto burl¨®n del programa.
Ni hace falta ser un experto en sem¨¢ntica para percibir que todas las referencias ridiculizantes van dirigidas al imaginario espa?ol, manteniendo cuidadosamente a salvo el catal¨¢n. La misma mec¨¢nica sigue a continuaci¨®n el noticiario. Si la noticia del d¨ªa es que los patrocinadores de la regata Barcelona World Race han decidido cancelarla por temor a la inestabilidad pol¨ªtica causada por el prus¨¦s, en la versi¨®n de TV3 se trata de una decisi¨®n "t¨¦cnica, no pol¨ªtica" cuya responsabilidad fundamental es del Gobierno Rajoy por su retraso en corregir detalles de fiscalidad del evento. Aunque, eso s¨ª, no se oculta a los espectadores que "los partidos ya se han tirado los platos a la cabeza": es decir, que el portavoz del Ayuntamiento de Barcelona culpa a "Madrid", mientras ERC y PDCAT culpan a la alcaldesa Ada Colau (detestada por los nacionalistas por haberles birlado el Ayuntamiento de Barcelona) por no haber puesto entusiasmo en el tema¡ y finalmente tambi¨¦n aparece, casi en calidad de excentricidad residual, una portavoz de Ciudadanos culpando al proc¨¦s.
A continuaci¨®n, Puigdemont recibe en la c¨¢rcel alemana la visita de su abogado alem¨¢n, que conf¨ªa plenamente en la separaci¨®n de poderes¡ alemana. Otro abogado, el de los dos mossos que escoltaban al expresident en sus viajes europeos, explica los motivos por los que le ser¨¢ dif¨ªcil a los fiscales espa?oles demostrar que cometieron el delito de encubrimiento.
Luego, protestas por el incendio del Ateneo Popular ¡ªen realidad una casona okupada por Arran, CDR y otras juventudes nacionalistas m¨¢s o menos combativas y violentas¡ª que se considera inducido y se atribuye a una agresi¨®n de los "fascistas"; sigue una serie de actos de protesta y arroces reivindicativos; el malestar en el pueblo de Palafolls por una procesi¨®n de legionarios que se desarroll¨® entre gritos de vivas a la legi¨®n, a Espa?a y al Cristo de la Buena Muerte, pero sin incidentes, gracias a dios¡
A continuaci¨®n de estas noticias regionales se comenta el panorama internacional: Trump, Putin, al-Sisi, Corea¡
El turismo en Barcelona va como un tiro (pese a las estad¨ªsticas que reflejan una sensible ca¨ªda de reservas hoteleras); la procesi¨®n de semana Santa en Olesa; y por fin el f¨²tbol, Messi y la informaci¨®n meteorol¨®gica.
Raro es que despu¨¦s de ser bombardeado con todas estas bromas y veras el espectador no salga a la calle, por lo menos a quemar alguna rojigualda. No hace falta que resucite el a?orado Rubianes para volver a pedir en antena, entre las risotadas de los presentes, que se vaya "a la mierda la puta Espa?a". Salvo cuando es escenario de alg¨²n crimen horrible que tiene a todo el pa¨ªs en vilo y del que no queda m¨¢s remedio que hablar, o como escenario de tradiciones b¨¢rbaras y/o rid¨ªculas, y de incalificables agresiones a la "buena gente" catalana, ese pa¨ªs, si alguna vez existi¨®, ha dejado de existir. Por lo menos en TV. Que es mucho m¨¢s coherente y satisfactorio para su parroquia que la realidad.
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