¡°Nuestro sistema no protege en absoluto a los testigos, est¨¢n solos y desamparados¡±
El juez Manuel Penalva, que investig¨® la corrupci¨®n policial en Palma, denuncia la falta de protecci¨®n para quienes colaboran con la justicia
¡°Tanto testigos como investigadores hemos sido sometidos a escarnio p¨²blico, insultados, vilipendiados, amenazados y seguidos. Hemos sufrido todo tipo de tropel¨ªas¡±. El juez Manuel Penalva, instructor hasta hace un mes de la causa que investiga la corrupci¨®n en el seno de los cuerpos de polic¨ªa municipal de Palma y Calvi¨¢ y sus lazos con empresarios del ocio nocturno, denuncia la ¡°desprotecci¨®n total¡± a la que las instituciones condenan a los testigos que colaboran en el esclarecimiento de las causas judiciales.
En una entrevista a la cadena SER, el titular del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 12 de Palma ha relatado las situaciones a las que se han visto expuestos tanto los investigadores como los testigos a lo largo de la instrucci¨®n del caso, que se prolonga desde hace cuatro a?os. Penalva fue apartado de la investigaci¨®n despu¨¦s de que la Audiencia Provincial aceptara una recusaci¨®n impulsada por m¨¢s de una treintena de abogados que aportaron unos mensajes de WhatsApp en los que el juez descalificaba a varios investigados. Los jueces de la Audiencia le apartaron de la instrucci¨®n al apreciar que en su conducta se hab¨ªa producido una p¨¦rdida de la apariencia de imparcialidad.
Durante meses, Penalva y el fiscal anticorrupci¨®n Miguel ?ngel Subir¨¢n han denunciado los continuos episodios de amenazas y presiones por parte del entorno del principal investigado, el magnate del ocio nocturno Bartolom¨¦ Cursach, propietario de un holding empresarial de discotecas, hoteles y restaurantes investigado por una quincena de delitos. ¡°Incendiaron el coche de un vecino que confundieron con el m¨ªo y dejaron pistolas dibujadas en la fachada. El fiscal es el que m¨¢s ha sufrido porque empez¨® antes y han sido constantes los allanamientos, ha sido seguido y perseguido. A veces de forma sutil, rode¨¢ndoles de polic¨ªas cuando nada en la piscina municipal. No todos son hechos denunciables, pero son miradas, actuaciones y conductas¡±, ha se?alado.
Permiso para llevar armas
Tanto Penalva como el fiscal solicitaron un permiso para poder llevararmas cortas en su d¨ªa a d¨ªa y adoptar medidas de autoprotecci¨®n, algunas de las cuales han corrido de su bolsillo. ¡°El problema est¨¢ en los testigos, que no tienen la protecci¨®n de las instituciones ni pueden portar arma corta¡±, ha subrayado el juez, que culpa a las deficiencias estructurales econ¨®micas y al ¡°insuficiente inter¨¦s de los que hacen las leyes¡± para dispensar una protecci¨®n ¡°real eficaz y efectiva¡± a los testigos que cooperan con la justicia en causas de tanta gravedad.
El juez ha reconocido que no ha llegado a temer por su vida, pero s¨ª se ha sentido ¡°inquieto y preocupado¡± por su familia. ¡°Esta campa?a de intimidaci¨®n y de amenazas no sabemos en qu¨¦ puede acabar y no porque me manden dos matones a pegarme un tiro, sino porque a ellos se les puede escapar de las manos¡±. Penalva ha insistido en la gran cantidad de personas que trabajan en las empresas del principal investigado y que culpan a los investigadores de las inspecciones administrativas que han llevado a la clausura parcial de algunos de los negocios del grupo. ¡°Ante el temor de que puedan perder el trabajo no hay que olvidar que cualquier descerebrado puede hacer una locura¡±, ha se?alado.
Bartolom¨¦ Cursach sali¨® en libertad la noche de este mi¨¦rcoles despu¨¦s de que la Audiencia Provincial de Palma le impusiera una fianza de un mill¨®n de euros tras estimar el recurso planteado por su defensa a la medida de prisi¨®n preventiva. En apenas cinco horas sus allegados lograron reunir esta cantidad, que abonaron en el juzgado de guardia a media tarde. Pasadas las nueve y cuarto de la noche Cursach abandonaba la prisi¨®n de la capital balear por una puerta lateral, esquivando a la prensa y tras 13 meses en la c¨¢rcel desde que fuera detenido en marzo del a?o pasado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.