Un lenguaje que lo contamin¨® todo
ETA impuso un l¨¦xico manipulador al que durante a?os no se hizo frente
ETA no ha evitado los eufemismos y las manipulaciones ni siquiera en su comunicado de disoluci¨®n,? donde anuncia ¡°el final de su trayectoria¡±; una locuci¨®n que servir¨ªa lo mismo para la retirada de un futbolista que para un despido laboral o para un fallecimiento: "Ha llegado usted al final de su trayectoria".
En ese texto ¨²ltimo se reproducen muchas de las palabras de ETA que contaminaron la pol¨ªtica espa?ola durante toda su existencia: conflicto, lucha armada, liberaci¨®n, pueblo vasco¡ Porque tales vocablos fueron asumidos acr¨ªticamente por medios de comunicaci¨®n y pol¨ªticos de todo signo.
En general, la obsesi¨®n de ETA plasmada en su l¨¦xico consist¨ªa en verse como un ej¨¦rcito que defend¨ªa a un hipot¨¦tico Estado vasco y que hac¨ªa la guerra de igual a igual contra el Estado espa?ol y sus correspondientes fuerzas armadas.
He aqu¨ª algunos ejemplos:
Activista. La prensa del franquismo ya denominaba "activistas" a los etarras; y esa manipulaci¨®n sobrevivi¨® muchos a?os. Este vocablo se pod¨ªa aplicar tambi¨¦n a un luchador por los derechos humanos, a una defensora de la ecolog¨ªa, a una feminista¡ Se us¨® mucho tiempo hasta que fue desplazado por el vocablo "terrorista".
C¨¢rcel del pueblo. ETA llamaba as¨ª a las ¡°guaridas¡± para esconder a los secuestrados. Pero tambi¨¦n las noticias dec¨ªan ¡°se hall¨® una c¨¢rcel del pueblo¡±.
Comandos. Los ¡°grupos¡± de terroristas se denominaban ¡°comandos¡± no s¨®lo en el l¨¦xico de ETA sino en el de todos los medios. Se daba as¨ª una usurpaci¨®n m¨¢s del lenguaje militar. Con el tiempo se escribi¨® en cursiva.
Conflicto vasco. La violencia de ETA fue durante mucho tiempo ¡°el conflicto vasco¡±. Pero un conflicto vasco puede ser la huelga en una empresa bilba¨ªna, o el recurrente contencioso por el cupo. La palabra ¡°conflicto¡±, asumida por muchos, minimizaba la gravedad de lo que suced¨ªa. Adem¨¢s, ese conflicto se daba ¡°entre Espa?a y Euskadi¡±, no entre los propios vascos.
Ejecuciones. Los asesinatos se llamaban ¡°ejecuciones¡± en los comunicados de ETA, pero esa idea se colaba tambi¨¦n en la prensa y en el discurso pol¨ªtico. La palabra ¡°ejecuci¨®n¡± remite a una sentencia, a un tribunal, a un procedimiento, a la posibilidad de que el acusado se defienda. Son ejecuciones las que se practican en EE UU, donde existe la pena de muerte. El sustantivo ¡°ejecuci¨®n¡± y el verbo ¡°ejecutar¡± encubr¨ªan ¡°asesinato¡± y ¡°asesinar¡±, y pretend¨ªan representar una vez m¨¢s el supuesto Estado vasco en el que ETA lo era todo, incluso la justicia.
Grupo armado. La prensa se refer¨ªa a menudo as¨ª a ETA (sin decir ¡°terrorista¡±), y a¨²n lo hacen muchos medios extranjeros.
'Gudari'. Este t¨¦rmino en euskera significa ¡°soldado¡±, y desplazaba a ¡°terrorista¡±.
Impuesto revolucionario. ETA se apropiaba de la palabra ¡°impuesto¡± en la evocaci¨®n de un hipot¨¦tico Estado vasco con su sistema fiscal. Se llamaba as¨ª a la extorsi¨®n a empresarios a cambio de la inmunidad ante atentados y secuestros. La palabra ¡°revolucionario¡± pretend¨ªa justificar esa pr¨¢ctica cruel, pues una revoluci¨®n no puede detenerse en formalidades como la declaraci¨®n de la renta.
Miembro liberado. El etarra que viv¨ªa de serlo, en el l¨¦xico de ETA y hasta de la polic¨ªa. Es decir, un ¡°asesino a sueldo¡±.
Militar. En su enso?aci¨®n castrense, ETA se llam¨® ¡°militar¡± (ETA Militar), dentro de esa representaci¨®n de una guerra.
Paz. Para ETA la ¡°paz¡± s¨®lo equival¨ªa a la independencia de Euskadi. Una paz que se buscaba por el procedimiento de impedirla. En cuanto ETA dej¨® de buscar su paz, lleg¨® por fin la de todos.
Prisioneros. En el lenguaje terrorista, los secuestrados.
Pueblo vasco. Para ETA, el ¡°pueblo vasco¡± era un todo homog¨¦neo. Sin embargo, centenares de vascos murieron con sus balas y sus bombas.
Refugiados. Los etarras huidos a Francia, donde gozaron de inmunidad mucho tiempo. La palabra ¡°refugiados¡± se aplica con m¨¢s rigor a quienes escapan de una dictadura, del hambre o de la guerra, pero esta voz era perfecta en la l¨®gica de ETA y sus manipulaciones. Sin embargo, se trataba de simples fugitivos o pr¨®fugos.
Result¨® muerto. Las v¨ªctimas resultaban muertas. No eran asesinadas. Por incre¨ªble que parezca ahora, ¨¦sa era la expresi¨®n usada por las agencias de noticias y, a causa de ello, por casi todos los medios.
Tregua. Cuando ETA dej¨® de matar temporalmente, por conveniencia t¨¢ctica o porque deseaba hablar con el Gobierno de turno, su entorno us¨® la voz ¡°tregua¡±, que fue asumida incluso por los partidos constitucionalistas. Esta palabra, tan antigua que nos lleg¨® con los godos (triggwa), evoca tres ideas: una guerra que se interrumpe, dos ej¨¦rcitos que la pactan y un acuerdo para aplicarla. Ninguna de estas tres circunstancias se daba, pero los terroristas se beneficiaban de sus connotaciones en esa enso?aci¨®n sobre una guerra de igual a igual (simetr¨ªa inexistente). Tanto efecto tuvo ¡°tregua¡± en las representaciones mentales de mucha gente, que durante esos periodos hubo voces que reclamaban al Estado que cumpliera su parte en la ¡°tregua¡± y dejara de practicar detenciones. El dirigente del PNV I?aki Anasagasti dijo el 10 de marzo de 1999, tras unas detenciones de etarras, que esas actuaciones no le parec¨ªan muy oportunas, pues colocaban ¡°el proceso de paz en una situaci¨®n delicada¡±. Su compa?ero Jos¨¦ Antonio Urbiola propuso p¨²blicamente el 30 de octubre de 1999 que la Justicia no actuara durante la ¡°tregua¡±. Otras voces secundaron en los medios lo inoportuno de esas acciones del Estado. Y en ese periodo, la polic¨ªa vasca detuvo a 7 personas relacionadas con la violencia callejera, mientras que en 1997 hab¨ªan sumado 75. La llamada "tregua" era solamente un ¡°alto el fuego¡± mediante el que los asesinos dejaban de matar. Pero no por ello se volv¨ªan inocentes y deb¨ªan quedar absueltos de cuanto hab¨ªan matado. Ni siquiera ahora.
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