Rajoy llama ¡®aprovechategui¡¯ a Rivera y le pide que sea tan leal como el PSOE en Catalu?a

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el l¨ªder de Ciudadanos, Albert Rivera, han llevado este mi¨¦rcoles la pugna que sus formaciones mantienen en las encuestas al Congreso de los Diputados, donde el jefe del Ejecutivo se ha sometido a la sesi¨®n de control de la oposici¨®n. El choque se ha producido de nuevo a cuenta del conflicto independentista de Catalu?a, en el que Rivera ha reprochado a Rajoy que el Gobierno no haya recurrido ante el Tribunal Constitucional el voto delegado en el Parlament de los diputados pr¨®fugos de la justicia Toni Com¨ªn y Carles Puigdemont. Rivera, a quien Rajoy ha llamado "aprovechategui" por su oportunismo, ha afirmado despu¨¦s en los pasillos del Congreso que retira su apoyo al Gobierno en la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, aunque esta decisi¨®n no tiene efectos pr¨¢cticos.

En un cruce de reproches con amenazas de Rivera de dejar de prestar su apoyo al PP, Rajoy ha recriminado al l¨ªder de Ciudadanos que en asuntos de Estado opte por "escenificar un supuesto desacuerdo". "Creo que no le da un voto y hacer que mucha gente no se lo tome en serio. Veo que est¨¢ usted de aprovechategui en un tema importante. Le pido que se comporte usted como se est¨¢ comportando el PSOE en el tema de Catalu?a y, sinceramente, nos ir¨ªa mucho mejor".? El presidente ha justificado no haber actuado contra los dos diputados en que "los servicios jur¨ªdicos del Estado no pueden platearlo por falta de legitimidad", aunque s¨ª los diputados de su partido como han hecho los de Ciudadanos.

A partir de aqu¨ª, Rajoy ha ostentado su hoja de servicios al respecto para disipar cualquier atisbo de sospecha de complicidad: "He puesto en marcha el art¨ªculo 155 con mesura y firmeza y he presentado 25 recursos por asuntos relacionados con el proc¨¦s. Hoy mismo he convocado un Consejo de Ministros extraordinario para volver a recurrir una decisi¨®n del Parlament de Catalu?a que pretend¨ªa la investidura de una persona pr¨®fuga de la Justicia que no vive en Espa?a", ha esgrimido.??

Pero antes de celebrar este Consejo de Ministros extraordinario, el presidente del Gobierno, ha tenido que afrontar otras preguntas en el ritual de la sesi¨®n de control. Rajoy ha llegado con los rescoldos del proc¨¦s incandescentes, con la crisis de la Comunidad de Madrid humeante, el maquillaje del CIS en la expresi¨®n, los silbidos de los pensionistas en los t¨ªmpanos y la presi¨®n judicial y de Ciudadanos en las costuras. Pero se ha esforzado en representar naturalidad y radiar la sensaci¨®n de tener todo bajo control.

Sobre la convulsi¨®n madrile?a, instado por la socialista Margarita Robles, Rajoy ha objetado que ¡°el Parlamento est¨¢ para controlar al Ejecutivo¡± y ella, sin embargo, le pregunta por otras instituciones. No obstante, ha asegurado que Cristina Cifuentes ¡°dimiti¨® por asuntos que nada tienen que ver con su gesti¨®n¡±, que ¡°ahora las instituciones est¨¢n funcionando¡±. Y lo ha rematado con que la de Madrid ¡°es la comunidad de Espa?a donde m¨¢s ha crecido la econom¨ªa¡±, con ¡°cifra r¨¦cord de afiliados a la seguridad social¡±. ¡°Aunque se ha producido unos acontecimientos que a nadie nos gusta que se hayan producido¡±, ha coronado.

Contra su escudo de impasibilidad han rebotado los v¨ªdeos, los botes de crema, Lezo, P¨²nica y G¨¹rtel que le ha lanzado Robles. "No voy a hacer referencia a comunidades donde ustedes gobiernan hace 40 a?os y tienen a dos presidentes en el banquillo", ha rebatido sin rebatir, con las caras gustosas de Rafael Hernando y Jos¨¦ Antonio Berm¨²dez de Castro a sus espaldas.

Con id¨¦ntica displicencia ha despachado al l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias, que le ha interpelado sobre si sigue considerando ¡°casos aislados¡± los episodios de corrupci¨®n que afectan al PP. Rajoy ha reclamado ¡°una cierta ponderaci¨®n, como en cualquier faceta de la vida¡±. ¡°Yo ni minimizo ni magnifico ninguna actuaci¨®n irregular. Las rechazo todas: tambi¨¦n las de su partido, Y sobre todo, trabajo para evitar que se repitan ese tipo de situaciones en el futuro¡±, ha sorteado.

No se ha inmutado ante la recapitulaci¨®n de asuntos que han enturbiado los Gobiernos de la Comunidad de Madrid ni que Iglesias acusara al ministro Rafael Catal¨¢ de usar el Ministerio de Justicia ¡°para proteger a corruptos¡± o a Crist¨®bal Montoro de hacer ¡°amnist¨ªas fiscales para proteger a defraudadores¡±. Pero Rajoy, impert¨¦rrito: ¡°Siempre me pregunta lo mismo, se repite sin descanso alguno¡±. Y ha sacado la bolsa de tinta de calamar: ¡°El becario que cobr¨® sin aparecer por la Universidad¡±, ¡°los imputados que tiene aqu¨ª¡±, ¡°el jefe que tiene por ah¨ª no pagaba la Seguridad Social¡± o ¡°la diputada que dedicaba sus merecidos momentos de asueto a romper los retrovisores¡±. Y para acabar, ha echado mano de su recurrente pericia de afirmar sin decir: ¡°De eso no le voy a hablar porque le perjudica y aunque no se lo crea no quiero perjudicarle a usted¡±.