Los tribunales aclarar¨¢n lo que la universidad a¨²n no sabe

La respuesta de Pablo Casado a las informaciones de EL PA?S del pasado 10 de abril fue una eficaz cortina de humo. En numerosas entrevistas a emisoras de radio y cadenas de televisi¨®n, adem¨¢s de cuestionar p¨²blicamente la profesionalidad del trabajo de este peri¨®dico, asegur¨® que hizo aquel m¨¢ster en 2008-2009 y esgrimi¨® el folleto del curso y sus cuatro trabajos, apenas 90 folios que le sirvieron para obtener el t¨ªtulo. Pero el encuentro de hora y media con la prensa donde dio explicaciones, afront¨® las preguntas m¨¢s incisivas y tuvo que reconocer el meollo de la cuesti¨®n fue a puerta cerrada, sin c¨¢maras ni micr¨®fonos. Tampoco dej¨® ver los trabajos en profundidad ni sacar copias. All¨ª admiti¨®, y no se encontrar¨¢n muchas im¨¢genes ni audios donde aparezca diciendo esto, que: no fue a clase, no hizo ex¨¢menes, le convalidaron 18 asignaturas de 22, no hizo trabajo fin de m¨¢ster ni lo defendi¨® ante un tribunal, no lleg¨® a conocer a los profesores, y todo esto lo acord¨® personalmente con el director del curso, el catedr¨¢tico Enrique ?lvarez Conde, el mismo implicado en el caso Cifuentes. A cualquiera que se le pregunte en el ¨¢mbito universitario si esto es normal se lleva las manos a la cabeza. Sobre todo por el absurdo de que se convalide casi todo un m¨¢ster con una carrera. En ese caso ?qu¨¦ m¨¢ster es ese en el que apenas se aprende nada m¨¢s?

La juez, con su intervenci¨®n y la exigencia de papeles a la Universidad Rey Juan Carlos, ha venido a poner orden en una situaci¨®n absurda que, dada por normal, estaba empezando a parecerlo por el paso del tiempo y la ausencia de novedades, o quiz¨¢ en eso confiaban sus protagonistas. En esencia, a Pablo Casado casi le regalaron su m¨¢ster ¨Cpag¨® la matr¨ªcula, pero se lo sac¨® con cuatro trabajos de 10, 11, 16 y 55 folios-, aunque a ¨¦l le pareci¨® m¨¢s o menos normal, seg¨²n explic¨® a la prensa. ¡°Hice lo que se me pidi¨®¡±, es su argumento clave. No le extra?¨® y no sabe qu¨¦ le pidieron a los dem¨¢s alumnos. En ese momento se juzg¨® ben¨¦volamente su despliegue de papeles y su r¨¢pida comparecencia, por contraste con la cerraz¨®n de Cifuentes y ese t¨ªtulo suyo que no aparec¨ªa. El esc¨¢ndalo de la expresidenta madrile?a estaba en su apogeo y, de hecho, las preguntas de la rueda de prensa, posterior al briefing a puerta cerrada, en la sede del PP en G¨¦nova solo incidieron en las comparaciones con Cifuentes.

Pablo Casado, que tuvo casi un mes para preparar su defensa tras estallar el esc¨¢ndalo de la Rey Juan Carlos, dio sus explicaciones, si bien nada concluyentes aunque suficientes para su partido. Pero la universidad no, aunque tampoco corrobor¨® las del diputado popular y confirm¨® en un principio que lo estaba investigando. Al contrario del caso Cifuentes y quiz¨¢ por la desastrosa experiencia con aquella rueda de prensa del rector en su defensa, la Rey Juan Carlos opt¨® por esconderse: lleva m¨¢s de un mes sin aclarar oficialmente si lo del m¨¢ster de Casado es normal. Es decir si todos los alumnos recibieron el mismo trato, si hubo tama?as convalidaciones para otros estudiantes y cu¨¢les eran las reglas del curso aquel a?o.

Requerida en varias ocasiones por este peri¨®dico, la universidad ha alegado que esto no es tan f¨¢cil de averiguar por la complejidad del caso, que lo est¨¢ investigando, y desde hoy ya a?ade que no har¨¢ declaraciones porque el asunto est¨¢ judicializado. EL PA?S ya ha comprobado con estudiantes de a?os anteriores y posteriores al de Casado que, al menos en sus cursos, s¨ª era necesario ir a clase, hacer ex¨¢menes y presentar un trabajo fin de m¨¢ster ante un tribunal. Solo el a?o de Casado parece ser una excepci¨®n, y como la universidad no ha querido o sabido explicarlo, solo pod¨ªan aclarar esta duda los profesores y alumnos de su curso. Pero los docentes se han negado a hablar y tambi¨¦n los estudiantes guardan silencio, por miedo y temor a repercusiones. En este asunto, como en el de Cifuentes, tener papeles no es un problema, al parecer todos los tienen. El problema son los hechos y lo que ocurri¨® realmente, y esta es la clave de indagar en los a?os anteriores al curso de Cifuentes: si en torno al m¨¢ster de ?lvarez Conde se cre¨® un sistema de favores a alumnos privilegiados, al margen de los que lo cursaron correctamente, tienen un excelente recuerdo y ahora ven peligrar la credibilidad de su t¨ªtulo. Ahora quiz¨¢ se aclare todo en los tribunales, tanto lo que era normal y lo que no, y todos deber¨¢n sacar por fin sus conclusiones, como si hubo alg¨²n delito.