La ¡®infidelidad¡¯ del PNV
El Partido de Andoni Ortuzar pasa en una semana de apoyar a Rajoy a dejarlo caer
La sentencia del caso G¨¹rtel reson¨® el pasado jueves d¨ªa 24 en la Sabin Etxea como una bomba. Todav¨ªa quedaban algunos restos de la espuma del cava con el que hab¨ªan celebrado?el extraordinario acuerdo presupuestario de 540 millones en inversiones para Euskadi, firmado con Mariano Rajoy apenas unas horas antes, cuando la lectura de la sentencia, apresurada primero, y sosegada despu¨¦s, no dejaba dudas: la credibilidad de Rajoy estaba en entredicho. El anuncio del hasta entonces desparecido Pedro S¨¢nchez, ¡ªesa misma ma?ana¡ª de presentar una moci¨®n de censura, acab¨® por rematar el panorama.
En una trepidante semana, los afiliados y dirigentes del PNV han pasado de sostener al presidente popular a dejarlo caer este viernes. ?Infidelidad o simplemente pol¨ªtica? ¡°Parece una contradicci¨®n apoyar los presupuestos de Rajoy y poco despu¨¦s la moci¨®n de censura de Pedro S¨¢nchez, pero tras la sentencia del caso G¨¹rtel, la suerte de Rajoy estaba echada¡±, sostienen fuentes del PNV. ¡°Es una deslealtad, no s¨¦ si es una traici¨®n, pero el PNV ha enmendado a la totalidad su propios planteamientos¡±, dijo este viernes a EL PA?S el presidente del PP de ?lava y senador, I?aki Oyarzabal. El socialista vasco Jos¨¦ Antonio Pastor sostiene que ¡°el PNV no pact¨® con el PP por amor¡± sino a cambio de una bater¨ªa de inversiones de 540 millones de euros.
La sentencia lo cambi¨® casi todo, pero no fue la ¨²nica clave para entender el salto de siglas del PNV. Las voces cr¨ªticas con el PP y con Rajoy, que ya hab¨ªan cuestionado desde el interior del partido centenario, incluso con dureza, el pacto presupuestario y quienes reclamaban un an¨¢lisis m¨¢s sosegado de las consecuencias de dar ese paso, se citaron este pasado lunes, en Bilbao, en la reuni¨®n ordinaria del EBB.
Eran muchos quienes se inclinaban por rechazarla, pese a que la sentencia introduc¨ªa el factor ¨¦tico en el debate, pero el temor a los retrasos presupuestarios y a que unas inminentes elecciones generales le dieran la batuta de mando a Ciudadanos, pesaban en las discusiones.
Ese lunes y el martes siguiente las l¨ªneas telef¨®nicas echaban fuego en la sede del centenario partido. El secretario de Coordinaci¨®n Territorial del PSOE, Santos Cerd¨¢n, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso y un portavoz del entorno directo de Mariano Rajoy, adem¨¢s un interlocutor oficial de Podemos y la propia Marta Pascal, de PDeCAT, entre otros, se convirtieron en protagonistas de un intenso cruce de informaci¨®n, de presiones y veladas amenazas y algunas confidencias.
El PNV no se alter¨® y opt¨® por ir preparando la bater¨ªa de exigencias que har¨ªan al candidato si finalmente este se pon¨ªa en contacto con Ortuzar. Y mientras tanto esperar a ver si se aclaraba el escenario catal¨¢n. No todo eran demandas concretas a los socialistas como el retraso de las elecciones, el respeto al presupuesto pactado con Rajoy, o la apertura de un proceso de di¨¢logo con Catalu?a. Para el PNV era vital la postura de Esquerra Republicana, pero sobre todo la de PDeCAT, que el lunes, todav¨ªa se situaba fuera del grupo de los rebeldes.
Los independentistas catalanes exig¨ªan todav¨ªa a S¨¢nchez que rectificara para apoyarle, y eso hac¨ªa m¨¢s f¨¢cil justificar una postura intermedia, la abstenci¨®n del PNV, pero algo se estaba moviendo en Catalu?a y la posibilidad de apoyar a S¨¢nchez con el objetivo finalista de tumbar a Rajoy solo encontraba resistencia en el entorno m¨¢s duro de Puigdemont.
Sin embargo, ese mismo lunes, mientras el president de la Generalitat, Quim Torra, condicionaba el s¨ª a que el PSOE apoyara la libertad de los secesionistas presos, la coordinadora general de los neoconvergentes, Marta Pascal se desmarc¨® del president y calific¨® de ¡°prioritario¡± sacar a Rajoy de la Moncloa.
Ese martes cambi¨® el escenario. Torra nombr¨® a cuatro nuevos consejeros y el PNV vio que la pista de aterrizaje para apoyar la moci¨®n de S¨¢nchez era cada vez m¨¢s ancha. Empez¨® a cuajar una salida mayoritaria de m¨¢s f¨¢cil explicaci¨®n que la de los presupuestos: apoyar la moci¨®n de Pedro S¨¢nchez.
Las garant¨ªas ofrecidas por el candidato socialista a la presidencia, la posibilidad de que a una moci¨®n de censura siguiera otra, y el temor a un adelanto electoral que confirmara las expectativas electorales de Albert Rivera, hicieron el resto. El PNV esper¨® hasta ¨²ltima hora, el mismo jueves, quiz¨¢s hasta saber si Rajoy pensaba dimitir antes y, al filo de las 14 horas se la comunic¨® a Aitor Esteban: Rajoy ya era historia.
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