Los n¨²meros para suceder a Rajoy

En una semana, los miembros del PP han pasado de celebrar el equilibrio presupuestario a perder el gobierno y ver a su l¨ªder dimitido. Mariano Rajoy llevaba 13 a?os dirigiendo el partido. Hab¨ªa visto partir a la mitad de sus votantes desde 2011,?seg¨²n los sondeos, pero sin abandonar nunca la Moncloa. Hasta el viernes pasado. Ahora su dimisi¨®n abre una carrera por saber qui¨¦n podr¨ªa (o deber¨ªa) sucederle al frente del partido.

Los candidatos para reemplazar a Rajoy son los mismos hace a?os, lo que da pruebas de su propia resistencia. En esa lista de futuribles estuvo una vez Cristina Cifuentes, ahora tambi¨¦n dimitida. En todas las quinielas se repiten tres nombres: Mar¨ªa Dolores de Cospedal, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa y Alberto N¨²?ez Feij¨®o. Las opciones de cada uno depender¨¢n de sus apoyos dentro del partido, cuyos estatutos obligan a una doble votaci¨®n: primero de los afiliados y luego de los compromisarios. En ese forcejeo que viene, uno de sus m¨¦ritos aducibles ser¨¢n los n¨²meros, de popularidad y arrastre electoral.

S¨¢enz de Santamar¨ªa tiene a favor su buena valoraci¨®n: tiene la mejor nota del gobierno saliente. En el bar¨®metro del CIS de abril logr¨® un 3,3 entre todos los encuestados y un 6,4 entre quienes votaron por el PP en 2016. Mejora claramente las cifras de Rajoy (2,6 y 5,9) y Cospedal (2,5 y 5,4). S¨¢enz de Santamar¨ªa tambi¨¦n es la mejor valorada entre los votantes de Ciudadanos, su principal competidor.

La aprobaci¨®n de Feij¨®o a nivel nacional es una inc¨®gnita mayor ¡ªno es ministro y el CIS no lo incluye en sus entrevistas¡ª, pero sus datos en Galicia son muy positivos. En oto?o de 2016, Feij¨®o logr¨® un 5 entre los gallegos y un buen¨ªsimo 8,4 entre sus propios votantes. Eran cifras mejores que las de Rajoy en ese momento, que aunque acababa de ganar las elecciones generales tres meses antes, s¨®lo consegu¨ªa un 3,6 de sus compatriotas.

El otro dato que puede enarbolar Feij¨®o son sus resultados electorales en Galicia. ?l y Cospedal son los dos candidatos de la terna que se han medido en elecciones auton¨®micas, y aunque los dos mejoran al PP nacional en sus respectivos territorios, los datos de Feij¨®o son superiores. Cospedal logr¨® un 38% de los votos en Castilla-La Mancha en 2015, mejorando en 11 puntos las encuestas del PP a nivel nacional en esas fechas. En 2011 hab¨ªa sumado el 48% de los votos y batido las encuestas del partido por 4 puntos. Pero Feij¨®o tiene un saldo superior. En las elecciones gallegas de 2016 sum¨® el 47,5% de los votos y super¨® en 13 puntos las encuestas nacionales de los conservadores. En 2012 logr¨® un 46% y 9 puntos de margen.

Trasladar los apoyos de Feij¨®o y Cospedal a unas elecciones generales es un ejercicio complicado. Los liderazgos no siempre viajan bien entre distintas regiones. Pero las cifras de popularidad en encuestas tambi¨¦n tienen una traducci¨®n borrosa en votos: hasta que un pol¨ªtico no es candidato, su imagen en la opini¨®n p¨²blica es una inc¨®gnita. Los partidos rivales no han activado sus campa?as negativas, por ejemplo y eso les da ventaja. Por eso los votos de un candidato, aunque sean en elecciones municipales y auton¨®micas, tienen valor dentro de cualquier partido pol¨ªtico.

De los tres grandes candidatos para suceder a Rajoy, la ex vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, es la ¨²nica que no se ha medido en unas elecciones. Es quiz¨¢s su mayor handicap: a su favor s¨®lo tiene datos de sondeos, que siempre la han tratado bien. Semanas antes de las ¨²ltimas elecciones generales, en primavera de 2016, un sondeo sobre un PP hipot¨¦tico, liderado por ella en lugar de Rajoy, mejoraba las perspectivas del partido en cuatro punto. El PP pasaba del 28% al 32% de votos. Es un dato relevante que viene a confirmar una evidencia: Mariano Rajoy era un l¨ªder impopular y sin tracci¨®n electoral. El PP ten¨ªa votos que ganar cambiando su l¨ªder, al menos sobre el papel y en 2016. La pregunta es si esa oportunidad la han perdido ya.