Las protestas por La Manada vuelven a las calles en una nueva ola de indignaci¨®n

La deliberaci¨®n de los jueces de Navarra ¡ªcon dos votos favorables y uno en contra¡ª ha caido como un jarro de agua fr¨ªa en Pamplona, sumida ya en los preparativos para el pr¨®ximo San Ferm¨ªn. Es la misma fiesta donde, hace dos a?os, cinco hombres metieron a una joven de 18 a?os en un portal de madrugada, la penetraron repetidamente, grabaron la secuencia y la dejaran abandonada tras robarle m¨®vil.

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Los hechos probados de la sentencia del caso de La Manada

Las protestas en im¨¢genes

Los cinco integrantes de ese grupo?¡ªJos¨¦ ?ngel Prenda, Alfonso Cabezuelo (militar), Antonio Manuel Guerrero (guardia civil), Jes¨²s Escudero y ?ngel Boza¡ª han sido condenados en primera instancia a nueve a?os por abuso sexual, no por agresi¨®n. Tras cumplir casi dos a?os de prisi¨®n provisional, quedar¨¢n libres si reunen los 6.000 euros de fianza. Y esta ¨²ltima decisi¨®n judicial vuelve a generar un profundo rechazo en la calle y en los despachos pol¨ªticos.

La frase m¨¢s repetida en la primera concentraci¨®n de Pamplona no dejaba lugar a la interpretaci¨®n: ¡°Esta justicia es una mierda¡±. Por tercera vez en menos de un a?o, miles de personas ¡ªsobre todo mujeres de colectivos feministas de todo el pa¨ªs¡ª se movilizan por el devenir del caso judicial con mayor contestaci¨®n social que se recuerda. Hubo una primera protesta que llen¨® el centro de Madrid de forma improvisada en noviembre, despu¨¦s de que el tribunal tomara en consideraci¨®n el informe de un detective que sigui¨® a la v¨ªctima en las semanas posteriores a la agresi¨®n. Esa misma noche, entre c¨¢nticos de apoyo, se anunci¨® la huelga de Mujeres del 8 de Marzo, un hito sin precedentes en el movimiento feminista espa?ol.

¡°Sentimos una indignaci¨®n enorme ante una justicia patriarcal que ni protege ni cree a las mujeres¡±, resume Justa Montero. Esta feminista y promotora de la huelga en la Comisi¨®n 8M augura que el clamor llenar¨¢ de nuevo las calles como ocurri¨® el 26 de abril, cuando se hizo p¨²blica la sentencia. La indignaci¨®n por el caso mut¨® entonces en una enorme tormenta pol¨ªtica y social que vuelve a tomar fuerza tanto entre los colectivos feministas como entre los partidos. Ninguno de los grandes se qued¨® al margen.

Fuentes del Gobierno de Pedro S¨¢nchez, que no se ha pronunciado, han se?alado que ¡°los hechos probados son grav¨ªsimos¡±, aunque dejaron claro que el Ejecutivo ¡°no puede ni quiere interferir¡± en las decisiones judiciales. La secretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo, destaca en las redes sociales que esta decisi¨®n ¡°genera una alarma social¡±, a la espera de conocer el auto en el que se fundamenta la puesta en libertad. Desde la Ejecutiva Federal del partido consideran ¡°una mala noticia jur¨ªdica por la gravedad de los acontecimientos y la reincidencia de los agresores¡±.

Insulto a las mujeres

Jos¨¦ Antonio Berm¨²dez de Castro, secretario general del grupo Popular en el Congreso, considera por su parte que las resoluciones judiciales deben ser respetadas ¡°gusten m¨¢s o menos¡±. Un compa?ero de partido, el presidente del PP de Andaluc¨ªa, Juanma Moreno, va un paso m¨¢s all¨¢. Ha manifestado en redes sociales su ¡°asombro, rabia y estupor¡± por la puesta en libertad.

La dirigente de Podemos Irene Montero califica la libertad de los procesados de ¡°insulto a las mujeres y con ello a nuestra democracia¡±. Y apoya las movilizaciones de los pr¨®ximos d¨ªas: ¡°Llenaremos las calles para decirnos de nuevo que no estamos solas¡±. Izquierda Unida cree que ¡°lanza un mensaje de impunidad¡±. Los sindicatos CC OO y UGT tambi¨¦n han llamado a secundar las movilizaciones.

¡°Acato la decisi¨®n judicial pero no la comparto. Es preocupante que unos condenados por abuso sexual queden en la calle pudiendo reincidir mientras esperan sentencia firme. Debemos reforzar nuestro sistema penal para tapar estas grietas¡±, ha indicado Albert Rivera. Su partido, Ciudadanos,? no ha aclarado si sus dirigentes secundar¨¢n las protestas.