Los riesgos del relato del terrorismo
¡°?Por qu¨¦ recordamos aquello que nos duele? Porque tenemos una responsabilidad con quienes han sufrido la violencia y porque tenemos que explicarnos qu¨¦ ha ocurrido"
¡°?Por qu¨¦ recordamos aquello que nos duele? Porque tenemos una responsabilidad con quienes han sufrido la violencia y porque tenemos que explicarnos qu¨¦ ha ocurrido aqu¨ª para que no se repita¡±. Esta declaraci¨®n de principios gu¨ªa a Antonio Rivera, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea del Pa¨ªs Vasco y coordinador de?Naturaleza muerta, un libro que recoge textos de acreditados historiadores vascos que plantean los riesgos que penden sobre el relato o relatos del terrorismo vasco que se legar¨¢ a las siguientes generaciones. Pr¨®ximamente lo presentar¨¢n en Madrid los historiadores Santos Juli¨¢ y Luis Castells.
Rivera considera que ¡°las sociedades y sus instituciones cuando han atravesado por una situaci¨®n traum¨¢tica, como la vasca con el terrorismo, tienen la reacci¨®n natural de buscar una memoria edulcorada de lo sucedido; es un comportamiento similar al de la Transici¨®n en Espa?a o al de Alemania, Italia o Francia, tras la Segunda Guerra Mundial¡±. Entiende, asimismo, que ¡°los gobiernos antepongan, por necesidad pol¨ªtica, la convivencia a la verdad. Pero, a medio plazo, hay que despejar los diablos que tiene esa sociedad para que la historia no se repita¡±.
¡°Despejar los diablos¡± es tarea de los historiadores, ¡°la hermana adusta que pone a la sociedad frente al espejo de su comportamiento, en el caso vasco con el terrorismo¡±. Su metodolog¨ªa consiste en ¡°crear un cuerpo s¨®lido que sirva de m¨ªnimo com¨²n denominador al basarse en hechos comprobados que hay jerarquizar pues no es igual de v¨ªctima una persona asesinada por un terrorista que el familiar de un preso que sufre un accidente en un viaje de visita¡±.
Pero Rivera cree que los historiadores deben dar un paso m¨¢s. ¡°Si nos limitamos a decir, como algunas instituciones y partidos, que todos hemos sufrido, v¨ªctimas y victimarios, y no se explica por qu¨¦ los victimarios convirtieron a personas en v¨ªctimas, no se entender¨¢ nada. Si no formulamos un reproche moral y pol¨ªtico al uso de la violencia para lograr metas pol¨ªticas, si no desmontamos los mitos que matan, quien no nos dice que en pr¨®ximas generaciones unos j¨®venes repitan que Euskadi agoniza y, atribuy¨¦ndose un papel hist¨®rico, recurran a la violencia como ETA en 1959. No se trata de que haya vencedores y vencidos sino de explicar que unos reafirmaban las v¨ªas pac¨ªficas y democr¨¢ticas y otros buscaban imponer un proyecto totalitario por la violencia¡±.
?Cu¨¢les son esos ¡°mitos que matan¡± seg¨²n Rivera? ¡°La lectura hist¨®rica que el nacionalismo hace de un pueblo vasco eternamente v¨ªctima, fustigado por unos vecinos empe?ados en complicarnos la vida. La consideraci¨®n del conflicto y del pueblo v¨ªctima son mitos peligrosos que generan consecuencias. No es un problema particular del nacionalismo vasco. Lo han hecho los jud¨ªos con Israel. Como todos los males de la tierra se han confabulado contra nosotros y nos han generado mucho dolor, tenemos carta blanca para actuar contra nuestros vecinos. Esto es muy peligroso. Frente a ello hay que reafirmar la individualidad y diversidad de las v¨ªctimas del terrorismo frente al totalitarismo asesino¡±.
Rivera no cree que la batalla del relato democr¨¢tico est¨¦ ganada. ¡°La memoria es un combate social. La opini¨®n p¨²blica toma aspectos variados y puede inclinarse por derroteros distintos de los de los historiadores profesionales. Gana ese combate quien establece el relato m¨¢s potente¡±.
Considera que la izquierda abertzale ¡°tiene clara la importancia del relato¡±. ¡°En el Pa¨ªs Vasco hay una historia, transmitida de generaci¨®n a generaci¨®n, m¨¢s emotiva que cient¨ªfica, la de que la quintaesencia del alma vasca fueron los carlistas, luego los nacionalistas, ETA y, finalmente, la izquierda abertzale. Solo as¨ª se explica que el carlismo, tras perder tres guerras, estuviera vivo en la Guerra Civil de 1936. ?Acaso la izquierda abertzale no juega la carta de que ETA actu¨® porque estaba en peligro el alma vasca? El PNV, contrario a la violencia, debe desmontar estos argumentos, que incitan a ella, con la reafirmaci¨®n democr¨¢tica de sus representantes institucionales¡±.
Rivera cree, por ¨²ltimo, que ¡°hay que contarlo todo y el tratamientos a las v¨ªctimas debe ser el mismo, sean de ETA, aunque sea la que mayor da?o provoc¨®, de la guerra sucia o de los abusos policiales; es un agravio que una v¨ªctima de la matanza policial de Vitoria de marzo de 1976 cobre menor indemnizaci¨®n que una de ETA¡±.
Franco y ETA
¡°?C¨®mo es posible que casi 80 a?os despu¨¦s de terminada la Guerra Civil nuestro pasado siga afectando en la actualidad? Porque no hemos enterrado adecuadamente a sus v¨ªctimas que siguen en cunetas mientras Franco lo est¨¢ en un monumento p¨²blico. Y es as¨ª porque la derecha no ha hecho una renuncia radical del franquismo¡±, se?ala Rivera.
El historiador teme que ¡°con el terrorismo nos pase lo mismo¡±. ¡°La izquierda abertzale teme que si se desdice del pasado se quede sin futuro. Por eso no creo que condene a ETA como no lo ha hecho con el franquismo la derecha. Por ello, aunque haya memorias diversas, la sociedad necesita un relato de hechos comprobados, con las v¨ªctimas como referencia y que cuente con el respaldado de las instituciones frente a las historias inventadas¡±.
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