Montoro, as¨ª se vive el verano en el pueblo m¨¢s caluroso de Espa?a
La localidad cordobesa llega a 47,2 grados, a una d¨¦cima del r¨¦cord espa?ol de temperaturas que marc¨® en 2017
El 13 de julio de 2017 a las 17.10 la Agencia de Naciones Unidas para la Acci¨®n Clim¨¢tica registr¨® las temperaturas m¨¢s altas de la historia de Espa?a en Montoro, un pueblo de C¨®rdoba abrazado por el r¨ªo Guadalquivir. Los 47,3 grados que marc¨® el term¨®metro superaban el antiguo r¨¦cord de 1994: los 47,2 grados que midi¨® el observatorio de Alfonso X el Sabio en Murcia capital. Este s¨¢bado, con la ola de calor que ha asfixiado a Espa?a, se ha quedado en 47,2 grados, a una d¨¦cima de grado de igualar su marca. Donde s¨ª se ha batido el m¨¢ximo de la red de agencias principales ha sido en la capital de la provincia, tambi¨¦n con 47,2 grados. Su anterior registro estaba en 46,9.
Montoro se convirti¨® entonces en la localidad m¨¢s calurosa de Espa?a y no solo por el famoso momento de calor extremo que sufri¨®, sino por las altas temperaturas que se vivieron a lo largo de toda una semana. No bajaron de 40 grados. Una situaci¨®n que en esta ola se repite en el valle del Guadalquivir, que lleva as¨ª desde el martes, y donde todav¨ªa le quedan, seg¨²n la Agencia Espa?ola de Meteorolog¨ªa, otro par de d¨ªas antes de que el golpe del sol empiece a aflojar.
Este viernes la situaci¨®n era parecida a la de hace un a?o. La plaza del Ayuntamiento, donde cae el sol, est¨¢ semivac¨ªa. Bajo los toldos de los dos bares que ocupan las esquinas se ven un par de ancianos con gafas de sol y sombrero. Son las 11 de la ma?ana y el golpe de calor diario todav¨ªa no ha llegado.
¡°Nosotros continuamos con una inmensa actividad, independientemente de que haga calor o fr¨ªo¡±, defiende la alcaldesa del pueblo, Ana Mar¨ªa Romero. Montoro cambia su horario de manera radical. Parece que sus m¨¢s de 9.600 habitantes viven m¨¢s de noche que de d¨ªa. Deben adaptarse a la temperatura. ¡°A los extranjeros les llama la atenci¨®n que a mediod¨ªa tengamos que cerrar¡±, comenta Mar¨ªa Jos¨¦, portavoz de la Oficina de Turismo del pueblo. ¡°A partir de las 14 es imposible estar en la calle¡±, a?ade. En la mano derecha tiene el folleto con las actividades. Todas transcurren por la noche. Los t¨ªteres comienzan a las 21.00; el teatro y el circo, a las 00.00. El s¨¢bado hay carrera nocturna.
Durante el d¨ªa, los habitantes del pueblo se refugian en sus casas o en la piscina. Las viviendas de Montoro est¨¢n construidas con asper¨®n rojo. Eso hace que se mantenga el calor en invierno y el fr¨ªo en verano. La piscina municipal se llena de gente desde mayo hasta octubre; sobre todo de ni?os. Muchos se llevan la comida o pican algo en la terraza del bar. Es el plan diurno. Y tambi¨¦n nocturno en los fines de semana. Abren desde las 22 hasta las 2 y los ba?istas pueden darse un chapuz¨®n mientras escuchan un concierto de fondo.
El clima juega un papel peligroso en la zona. El dispositivo para la Prevenci¨®n y Extinci¨®n de Incendios Forestales (INFOCA) es esencial para mantener el pueblo fuera de peligro. Ocho miembros de la unidad vigilan el pueblo en un todoterreno viejo. El conductor conoce bien la ruta. Visten botas que pesan kilo y medio y pantalones gruesos. Si hay un incendio no se queman. Todos sudan.
¡°Aqu¨ª al haber mucho calor estamos m¨¢s pendientes¡±, explica Juan S¨¢nchez, el jefe del grupo. ¡°El a?o pasado tuvimos alto riesgo hasta noviembre. No llov¨ªa y el campo estaba muy seco. En toda mi carrera ha sido el a?o que m¨¢s tiempo hemos estado en extinci¨®n. Fue algo bestial¡±, contin¨²a.
El grupo conduce por las zonas bajas del pueblo. Se para. ¡°Venga, que vamos al r¨ªo¡±, dice Diego Raigada, otro miembro de INFOCA. Caminan y se?alan diferentes puntos del monte. Est¨¢ seco. La hierba parece paja. Hay un puente que une las dos partes del pueblo. Se ven las blancas casas en la monta?a, muy cercanas unas de las otras. ¡°El a?o pasado esto estaba seco, se pod¨ªa cruzar andando¡±, afirma S¨¢nchez mientras mira al r¨ªo.
No es una novedad. Montoro ha sufrido sequ¨ªas durante toda su historia. En la plaza de toros, el cronista del pueblo, Jos¨¦ Ortiz, cuenta que las m¨¢s fuertes ocurrieron a lo largo del siglo XVIII. ¡°Pero durante algunos periodos del XV y XVI no llov¨ªa, todo era sol¡±, insiste con una gota de sudor que cae por la frente.
Juana Mialdea tiene casi 90 a?os. Naci¨® y ha residido siempre en el pueblo. ¡°Antes se viv¨ªa regular. En mi casa se ataba la botella a una cuerda y se met¨ªa en el pozo para que estuviera fresca¡±, se?ala. ¡°Con el gazpacho lo mismo¡±, a?ade con una sonrisa. Hoy en d¨ªa vive en la residencia de mayores Jes¨²s Nazareno. Alrededor de 20 ancianos se sientan en c¨ªrculo. La mayor¨ªa tiene un bast¨®n apoyado en el asiento. Un par se mueve en silla de ruedas. En el medio, la monitora, Sonia Ram¨ªrez, instruye juegos de relajaci¨®n. Aunque el patio es abierto se siente una agradable temperatura. Un gran toldo cubre el techo.
¡°?Qui¨¦n quiere refrescarse?¡±, grita Ram¨ªrez. Ha escondido globos de agua detr¨¢s de una columna. Cuando los saca los ancianos sonr¨ªen. Se los pasan unos a otros. Alguno se explota. Quieren que llegue su turno. ¡°As¨ª se lo pasan bien. Nosotros les ofrecemos zumos naturales, gelatinas, siempre algo para refrescar un poco el ambiente¡±, afirma el m¨¦dico de la residencia, Jos¨¦ Padilla.
Ser el pueblo m¨¢s caluroso de Espa?a ha afectado a Montoro de alguna forma. Los medios de comunicaci¨®n se acercan a conocerlo y los turistas se hospedan m¨¢s en sus hoteles. Pero los habitantes ya viv¨ªan una larga historia de sol y sequ¨ªa. Est¨¢n acostumbrados. Solo invierten el horario habitual para llevar la vida que tiene el resto del pa¨ªs. Aqu¨ª el reloj tiene su propio tiempo.
Seg¨²n la Aemet, este s¨¢bado se han alcanzado o superado los 42 grados en amplias zonas del centro, interior nordeste, oeste y sur peninsular. Para el domingo se espera un enfriamiento, localmente notable, en el tercio norte peninsular, que se extender¨¢ al resto de la Pen¨ªnsula y Baleares en los d¨ªas posteriores.
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