Detenido un educador del centro de menores de Melilla acusado de apu?alar a uno de los chicos
La agresi¨®n desat¨® un aut¨¦ntico mot¨ªn, pero los empleados de La Pur¨ªsima informaron en un principio que el adolescente hab¨ªa sido herido en la calle
Un nuevo incidente vuelve a poner en tela de juicio el pol¨¦mico centro de acogida de menores de La Pur¨ªsima, en Melilla, y los criterios de selecci¨®n del personal que atiende a los ni?os migrantes que llegan solos a la ciudad aut¨®noma. Un educador del centro fue detenido la semana pasada acusado de apu?alar a uno de los chicos internos y causarle heridas en la espalda y en un gl¨²teo en el transcurso de una discusi¨®n, seg¨²n consta en la resoluci¨®n judicial. La agresi¨®n, tal como figura en el relato indiciario recogido en el documento, se produjo la noche del pasado 16 de junio cuando el empleado intervino en una pelea entre varios adolescentes en el patio del m¨®dulo de primera acogida. En el intento de separarles habr¨ªa acabado agrediendo a uno de ellos con al menos dos pu?aladas, hasta que fue bloqueado por los vigilantes de seguridad.
El suceso es confuso y ha tardado en salir a la luz porque inicialmente fue encubierto por dos empleados de seguridad del centro, que en un principio informaron en su parte de incidencias que el menor lleg¨® herido de la calle y decidieron llamar a una ambulancia. Han declarado que actuaron as¨ª en un primer momento por temor a la reacci¨®n del educador bajo sospecha. El chico fue atendido en un servicio de urgencias con puntos de sutura. No obstante, la investigaci¨®n posterior de la Guardia Civil y las primeras tomas de declaraciones indicaron a uno de los educadores como presunto autor de la agresi¨®n.
Seg¨²n los testimonios recogidos por la Guardia Civil, que constan en la causa, tras la agresi¨®n el chico sali¨® del centro pero cay¨® desplomado al suelo a los pocos metros. Miembros del personal intentaron entonces trasladarlo en coche a un hospital, ante la demora de la ambulancia, pero se origin¨® un aut¨¦ntico mot¨ªn en las puertas del centro. Una docena de chicos, amigos de la v¨ªctima, impidieron el paso del veh¨ªculo y quisieron atacar al educador sospechoso de la agresi¨®n, hasta el punto de que los empleados se vieron obligados a cerrar el acceso para protegerse y llamar a la Guardia Civil, mientras los menores aporreaban la puerta.La llegada de los agentes calm¨® la situaci¨®n.
El Gobierno del PP criminaliza a las ONG que dan comida a los ni?os de la calle
EL PA?S revel¨® la semana pasada que uno de los educadores de ni?os de la calle de Melilla hab¨ªa sido acusado de abusos en 2015 y otro era un expolic¨ªa condenado por narcotr¨¢fico en 2008, pero la reacci¨®n del consejero de Bienestar Social de Melilla, Daniel Ventura, del PP, que confirm¨® la informaci¨®n, fue atacar a las ONGs que asisten a estos menores. Se refiere a varias asociaciones y grupos de voluntarios que se citan todos los d¨ªas a la misma hora en un punto de la ciudad, cerca del puerto, para dar bocadillos y dispensar cuidados m¨¦dicos a los ni?os que viven en la calle, cuyo n¨²mero oscila entre los 50 y los 100.
El consejero lanz¨® sospechas sobre estos voluntarios.? Asegur¨® que ¡°no sabemos qui¨¦nes son¡±, ni si ¡°est¨¢n incumpliendo la normativa¡±, por no pedir permiso para hacerlo. Adem¨¢s, haciendo una referencia al educador despedido, a?adi¨® que ¡°no han presentado certificados de penales¡± para saber si tienen antecedentes, que se desconoce si tienen carn¨¦ de manipulador de alimentos y que ¡°dan medicamentos y no sabemos su procedencia¡±. Por todo ello se?al¨® que ha informado a las fuerzas de seguridad para que intervengan. Tambi¨¦n critic¨® a los medios que van a la ciudad ¡°no a hacer reportajes sobre la belleza de Melilla o la interculturalidad, sino a buscar porquer¨ªa¡±.
No es la primera vez que desde el Gobierno de la ciudad aut¨®noma se cuestiona la actividad de estos voluntarios. La Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Melilla ya denunci¨® ante el Defensor del Pueblo que agentes de polic¨ªa identificaron a los voluntarios que daban comida a los ni?os el 25 de marzo y el 2 de junio de 2017, ¡°con la finalidad de intimidar a unas personas solidarias¡±. En esta ocasi¨®n, su portavoz, el abogado Pepe Alonso, ha lamentado ¡°las c¨ªnicas e insultantes declaraciones¡± del consejero. ¡°Resulta una infamia dudar de las motivaciones de las personas solidarias y fraternas que reparten comida a los necesitados¡±.
El presunto agresor, de 32 a?os, fue detenido el pasado martes y el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 2 de Melilla orden¨® su ingreso en prisi¨®n provisional, acusado de un delito de lesiones. Pas¨® una noche en la c¨¢rcel y qued¨® en libertad provisional tras el pago de una fianza de 6.000 euros. La instrucci¨®n del caso a¨²n est¨¢ en marcha.
Portavoces del Gobierno de la ciudad aut¨®noma no han respondido a las llamadas de este peri¨®dico para informar y valorar lo ocurrido. El abogado de la empresa que gestiona el centro tampoco ha querido hacer declaraciones, y solo ha precisado que el educador ha sido suspendido cuando se ha tenido conocimiento de los hechos.
En los ¨²ltimos a?os se han producido otros apu?alamientos en La Pur¨ªsima, aunque siempre en peleas entre los propios menores, y el Gobierno de Melilla ha lamentado la imposibilidad de controlar la entrada de cuchillos y objetos punzantes en el centro. La Pur¨ªsima, un antiguo cuartel militar, es la principal instalaci¨®n de tutela de menores de la ciudad aut¨®noma, sobrepasada por la llegada de ni?os y ni?as no acompa?ados desde Marruecos. El centro, con capacidad para 180 personas, est¨¢ saturado con cerca de medio millar de chicos. Otros muchos prefieren vivir en la calle, esperando la oportunidad de colarse en un barco para llegar a la pen¨ªnsula.
El criterio de selecci¨®n del personal que debe atender a unos menores tan vulnerables y, en general, la pol¨ªtica de atenci¨®n a estos ni?os, muy criticada por las ONG, tambi¨¦n qued¨® bajo sospecha la semana pasada. EL PA?S revel¨® que uno de los educadores de calle contratados por el ayuntamiento para ocuparse de los ni?os que vagan por la v¨ªa p¨²blica hab¨ªa sido acusado de abusos en 2015 por internos del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), de donde fue despedido. La denuncia fue sobrese¨ªda solo por el traslado a la pen¨ªnsula de los dos inmigrantes que le acusaron, que quedaron en paradero desconocido y a quienes no se lleg¨® a tomar declaraci¨®n. Tambi¨¦n trabajaba en los nuevos equipos de educadores de ni?os de la calle un expolic¨ªa municipal condenado por tr¨¢fico de hach¨ªs en 2008 y expulsado del cuerpo. La consejer¨ªa de Bienestar Social confirm¨® que acababa de despedir al hombre acusado de abusos.
Al cierre de 2017 estaban registrados 917 menores solos en Melilla, seg¨²n datos oficiales, sin contar los de la calle, una cifra que supone el 14,3 % de todos los ni?os no acompa?ados de Espa?a. Las llegadas de estos menores crecieron un 60 % el a?o pasado. Adem¨¢s de La Pur¨ªsima, en Melilla hay otros dos centros de menores, La Gota de Leche, con unos 150 ni?os, y Divina Infantita, con 34 ni?as. A ellos se suma El Baluarte, un centro de internamiento para menores que han cometido delitos.
La Pur¨ªsima y otros centros son continuos focos de cr¨ªticas de las ONG, que denuncian condiciones inadecuadas y tratos vejatorios. El Defensor del Pueblo, que en numerosas ocasiones ha mostrado su preocupaci¨®n por la situaci¨®n de los menores en Melilla, abri¨® en enero sendas investigaciones por la muerte de dos adolescentes en un lapso de 15 d¨ªas. Uno apareci¨® muerto en su habitaci¨®n del centro de acogida La Gota de Leche nueve d¨ªas despu¨¦s de ser internado. Hab¨ªa permanecido dos meses en el hospital tras perder un pie al intentar colarse en un barco rumbo a la pen¨ªnsula. El otro sufri¨® varios ataques al coraz¨®n en el centro judicial de menores El Baluarte.
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