La Moncloa los prefiere j¨®venes
La irrupci¨®n de Casado cierra el relevo generacional en la c¨²pula de los cuatro grandes partidos
La frase es tajante: ¡°La democracia en este pa¨ªs no tiene otra alternativa que ser una democracia joven¡±. ?Qui¨¦n es el autor de la frase? ?Pablo Casado en su campa?a para la presidencia del PP? ?Albert Rivera? ?Pablo Iglesias en la plaza de toros de Vistalegre? ?Quiz¨¢s Alberto Garz¨®n? ?O tal vez Pedro S¨¢nchez, el m¨¢s veterano de los j¨®venes l¨ªderes pol¨ªticos espa?oles? Ninguno de ellos. Se la dice, hace 42 a?os, Felipe Gonz¨¢lez, l¨ªder en la clandestinidad del todav¨ªa ilegal Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE), a un alto dirigente del SECED ¡ªel CNI de la Transici¨®n¡ª durante un encuentro celebrado el 26 de octubre de 1976. Gonz¨¢lez, que entonces ten¨ªa 34 a?os, coincide con el enviado de los servicios secretos en que el relevo generacional ser¨¢ un factor clave para superar los viejos agravios. ¡°?Encuentras mayor posibilidad de di¨¢logo con los hombres m¨¢s j¨®venes del actual Gobierno?¡±, insiste el alto mando del SECED a las ¨®rdenes de Adolfo Su¨¢rez. La respuesta del l¨ªder socialista, en presencia de Alfonso Guerra, vuelve a ser tajante: ¡°Eso es absolutamente claro¡±.
Hay quien ve la llegada de Pablo Casado (37 a?os) a la presidencia del PP como la confirmaci¨®n de un fin de ciclo, de un relevo generacional, del inicio incluso de una segunda Transici¨®n basada en una hipot¨¦tica capacidad de di¨¢logo entre l¨ªderes de la misma generaci¨®n. Lo cierto es que, a expensas de lo que pueda suceder, la novedad no es tanta. ¡°El cambio generacional se ha repetido casi como una ley en la pol¨ªtica espa?ola desde la muerte de Franco¡±, explica el historiador y soci¨®logo Santos Juli¨¢. ¡°Eso pas¨® con Su¨¢rez, que lleg¨® al poder con 43 a?os, y tambi¨¦n con Felipe Gonz¨¢lez, que ten¨ªa 40. Volvi¨® a pasar con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que lleg¨® con 43, y uno de sus aciertos fue liquidar de la primera l¨ªnea todo lo que oliera a la generaci¨®n de Manuel Fraga en la creaci¨®n de Alianza Popular y de toda aquella traves¨ªa del desierto¡±. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, recuerda Juli¨¢, hizo pr¨¢cticamente lo mismo. Lleg¨® al poder con 43 a?os y con su primer Consejo de Ministros ya dej¨® claro que quer¨ªa volar todos los puentes del pasado.
El historiador advierte adem¨¢s sobre una cuesti¨®n importante: ¡°No creo que haya una ruptura entre generaciones ni un enfrentamiento generacional. Porque se produce ahora otra circunstancia que tampoco es novedosa, sino m¨¢s bien una constante: el desgaste que sufren grupos generacionales en el poder se resuelve en buena medida elevando a gente que no tiene historia dentro de ese grupo¡±. Santos Juli¨¢ sostiene que todos los Gobiernos espa?oles de la democracia ¡°terminaron mal¡±. De ah¨ª que ¡°los nuevos l¨ªderes traten de tomar distancia de una experiencia ya gastada¡±.
El consultor pol¨ªtico Antonio Guti¨¦rrez-Rub¨ª va incluso m¨¢s all¨¢: ¡°La gente experimentada da seguridad con escenarios tranquilos, previsibles. Pero cuando el futuro es incierto, como lo es ahora o como lo era en la Transici¨®n, la capacidad de reto, de desaf¨ªo, de innovaci¨®n que tiene la gente joven puede ser para muchas personas un indicador de seguridad. Parece parad¨®jico, pero es as¨ª. Su¨¢rez y Gonz¨¢lez tambi¨¦n eran escandalosamente j¨®venes cuando llegaron al poder, y aquella juventud fue un valor positivo en una sociedad que ten¨ªa menos confianza en la juventud¡±. En aquella conversaci¨®n entre el SECED y Felipe Gonz¨¢lez ¡ªperteneciente al expediente policial preconstitucional del l¨ªder socialista y que ahora ha hecho p¨²blico la Fundaci¨®n que lleva su nombre¡ª, el factor de la juventud es una constante. La experiencia ya no es garant¨ªa. Hay un momento en que el l¨ªder socialista ¡ªa quien el esp¨ªa todav¨ªa se dirige en alguna ocasi¨®n con su nombre clandestino de Isidoro¡ª se refiere a Santiago Carrillo, el hist¨®rico secretario general del PCE. Dice que es ¡°astuto¡±, pero no ¡°imaginativo¡±.
El valor de la imaginaci¨®n
La imaginaci¨®n ante nuevos escenarios tambi¨¦n es un valor que ahora entra en juego. ¡°La presencia de cuatro grandes formaciones pol¨ªticas que tendr¨¢n que pactar a la fuerza para gobernar¡±, explica Guti¨¦rrez-Rub¨ª, ¡°provoca nuevas ecuaciones en lo pol¨ªtico y lo electoral. Y no es de extra?ar que los j¨®venes pol¨ªticos est¨¦n m¨¢s preparados para dejar atr¨¢s la ¨¦poca del bipartidismo¡±. Santos Juli¨¢ a?ade: ¡°No va a haber m¨¢s mayor¨ªas absolutas y por tanto hay que negociar. Es probable que gente nueva, sin la carga de enfrentamientos hist¨®ricos, aquel conmigo o contra m¨ª de Aznar que trataba de deslegitimar al adversario, est¨¦ en mejores condiciones para aprender a negociar. Un aprendizaje que le falta a la pol¨ªtica pero no a la sociedad, que ha aprendido a negociarlo todo. Es desde luego una buena oportunidad. Otra cosa es que se aproveche¡¡±.
Las dudas le asaltan tambi¨¦n a Felipe Alcaraz. De entrada, el veterano l¨ªder comunista andaluz se toma con humor el relevo generacional: ¡°A partir de los 65 a?os, los viejos pol¨ªticos espa?oles viajamos con un ata¨²d en la parte de atr¨¢s del coche. Aqu¨ª ya no se permiten estas edades¡±. Para Alcaraz, el problema de la pol¨ªtica actual ¡ªincluyendo a la izquierda y a la derecha¡ª es que est¨¢ sucumbiendo a las orientaciones del mercado: ¡°Se est¨¢ instaurando el negocio de la simplificaci¨®n. Todo tiende al anuncio, a los 20 segundos, a los 30 segundos, los discursos son ya una concatenaci¨®n de titulares, de improntas, como bengalas constantes que se van encendiendo y apagando, pero no hay una estructura l¨®gica de fondo. Los proyectos son ya m¨¢s comunicativos que organizativos. Todo se presenta como un cambio. El cambio de cada a?o. La pol¨ªtica ya es como la moda. Cambian las solapas pero no cambian las chaquetas. Los partidos se presentan ante las elecciones en una especie de burbuja comunicativa¡±, dice Alcaraz.Segunda transici¨®n
¡°Estamos ante una situaci¨®n de posmodernidad, de burbuja, de cambio que no tiene detr¨¢s un programa¡±, contin¨²a el veterano pol¨ªtico. ¡°La oposici¨®n, m¨¢s que una oposici¨®n program¨¢tica, es un envejecimiento del contrario. No se trata de efebocracia, sino de que el mercado ya es todo, tiempo, espacio; carne y obra, como dir¨ªa el poeta. Ya no se trata de convencer sino de seducir. Ya nadie sabe qui¨¦n es el jefe de organizaci¨®n de un partido, pero s¨ª el nombre del asesor de imagen¡±. Felipe Alcaraz s¨ª cree que la nueva generaci¨®n de pol¨ªticos puede intentar una especie de ¡°segunda transici¨®n retocando m¨ªnimamente la Constituci¨®n para que sirva otros 20 ¨® 30 a?os¡±.
La fil¨®sofa Adela Cortina no quiere ni o¨ªr hablar de una segunda transici¨®n. Considera muy beneficioso el cambio de generaci¨®n ¡ª¡°siempre que cuenten con gente con much¨ªsima experiencia y muy valiosa que sigue habiendo en los partidos¡±¡ª, pero espera que su frescura y su capacidad de conectar con el adversario sirva ¡°para hacer una gran cantidad de cosas que se pueden hacer sin necesidad de reformar la Constituci¨®n, empezando por el paro, que no hay quien lo resuelva¡±. Y a?ade: ¡°Creo que, efectivamente, esta gente m¨¢s joven, m¨¢s nueva y m¨¢s fresca est¨¢ en mejor disposici¨®n para llegar al di¨¢logo y al acuerdo, lo cual estar¨ªa muy bien siempre que no acabemos todos aterrizando en la banalizaci¨®n¡±.
Los l¨ªderes pol¨ªticos espa?oles, entre los m¨¢s j¨®venes de la UE
La joven democracia espa?ola siempre ha tenido l¨ªderes j¨®venes, pero nunca hasta ahora se hab¨ªa dado un p¨®quer as¨ª: de los cuatro jefes de los principales partidos, tres (Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias) a¨²n no han alcanzado los 40 a?os, y el actual presidente del Gobierno, el socialista Pedro S¨¢nchez, tiene 46. Estos datos colocan a Espa?a como segundo pa¨ªs de la Uni¨®n Europea (UE) con los l¨ªderes pol¨ªticos m¨¢s j¨®venes, con una media de edad de 40 a?os, solo superada por Croacia, cuya media es de 37,7.
Exceptuando a Leopoldo Calvo Sotelo, que lleg¨® a su ef¨ªmero mandato a punto de cumplir los 55 a?os, y a Mariano Rajoy, que gan¨® sus primeras elecciones generales con esa edad, el resto de presidentes del Gobierno ¡ªAdolfo Su¨¢rez, Felipe Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Pedro S¨¢nchez¡ª llegaron a La Moncloa con 46 a?os o menos. El m¨¢s joven fue Gonz¨¢lez: el l¨ªder socialista lleg¨® al poder en 1982 con solo 40 a?os de edad. ¡°Tanto Su¨¢rez como Gonz¨¢lez¡±, explica el consultor Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª, ¡°tuvieron el respaldo de una sociedad que vio en su juventud la creatividad necesaria para enfrentar situaciones inciertas. Ahora los pol¨ªticos j¨®venes tendr¨¢n que enfrentarse al final del bipartidismo con audacia e innovaci¨®n¡±.
Como recoge un despacho de la agencia Efe que ha comparado las edades de los l¨ªderes en la Europa de los Veintiocho, solo Espa?a y Croacia tienen tres l¨ªderes de 40 a?os o menos entre sus cuatro principales fuerzas pol¨ªticas. El pa¨ªs balc¨¢nico cuenta, adem¨¢s, con el pol¨ªtico m¨¢s joven de Europa al frente de un partido, Ivan Vilibor Sincic. A sus 27 a?os, Sincic es el l¨ªder del populista Zivi Zid (Escudo Humano), cuarta fuerza en el Parlamento croata, que proviene de un movimiento antidesahucio. Adem¨¢s de Croacia y Espa?a, tienen l¨ªderes de partidos con 40 a?os o menos Dinamarca, Estonia, Lituania y Suecia, pa¨ªses en los que la mitad de las cuatro principales fuerzas pol¨ªticas est¨¢n dirigidas por j¨®venes. El canciller austriaco Sebastian Kurz, de solo 31 a?os, es el jefe de Gobierno m¨¢s joven de la Uni¨®n, aunque la sensaci¨®n en Europa ha sido en los ¨²ltimos meses el franc¨¦s Emmanuel Macron, de 40 a?os.
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