El riesgo populista en Espa?a por la tensi¨®n migratoria pone en alerta a Bruselas
El calentamiento del debate, fomentado por la nueva direcci¨®n del PP y Ciudadanos, preocupa en la Comisi¨®n Europea
El repentino calentamiento del debate sobre migraci¨®n en Espa?a, fomentado sobre todo por la nueva direcci¨®n del Partido Popular y por Ciudadanos, ha disparado las alarmas en la sede de la Comisi¨®n Europea. Un escalofr¨ªo recorre de arriba abajo el edificio Berlaymont ante la posibilidad de que otro socio de la UE caiga presa de un discurso populista muy dif¨ªcil de apagar una vez que se propaga. ¡°En estos momentos, no nos podemos permitir perder a Espa?a¡±, apunta un alto cargo comunitario ante la corriente populista, todav¨ªa muy tibia, que agita ciertas aguas conservadoras espa?olas.
La misma fuente recuerda la fragilidad actual de la UE, con un eje franco-alem¨¢n renqueante y socios de la talla de Italia, Holanda, Polonia o Hungr¨ªa con Gobiernos titubeantes sobre el proyecto o abiertamente discrepantes. Todo ello unido a la primera escisi¨®n del club en 60 a?os de historia, con la salida del Reino Unido prevista para marzo de 2019.
¡°En la coyuntura actual, Espa?a, por su peso demogr¨¢fico y econ¨®mico, es una pieza fundamental para dar fuerza al bloque europe¨ªsta¡±, reconoce una fuente comunitaria, que conf¨ªa en que el debate migratorio se calme y desaparezca de la agenda pol¨ªtica espa?ola m¨¢s inmediata.
Las primeras luces rojas en Bruselas se encendieron el pasado 29 de julio, cuando el nuevo presidente del PP, Pablo Casado, tuite¨®: ¡°No es posible que haya papeles para todos, ni es sostenible un estado de bienestar que pueda absorber a los millones de africanos que quieren venir a Europa¡±,
El tuit se interpret¨® como el primer s¨ªntoma de que el PP pretend¨ªa convertir la migraci¨®n en uno de los ejes centrales de su oposici¨®n al Gobierno de Pedro S¨¢nchez. Una estrategia que Ciudadanos ha mostrado que puede secundar. ¡°Desde el Aquarius ha habido un giro del l¨ªder del PP para transformar la cuesti¨®n migratoria en una crisis¡±, se?ala Sergio Carrera, investigador del CEPS, un instituto de estudios con sede en Bruselas. Carrera considera que ¡°la respuesta del Gobierno espa?ol ha sido correcta, poniendo las cifras en perspectiva y mostrando que no estamos ante una crisis¡±.
Pero las instituciones comunitarias prefieren prevenir. Y Bruselas inici¨® de inmediato una contraofensiva para intentar demostrar que Espa?a no est¨¢ sola ante el problema. Objetivo: evitar que partidos pol¨ªticos del bloque central se contagien de una narrativa alarmista que alimente una deriva de la opini¨®n p¨²blica hacia posiciones extremas.
¡°Si seguimos a los populistas, si adoptamos su lenguaje, los ciudadanos terminaran votando por la versi¨®n original¡±, advirti¨® el viernes a EL PA?S, el comisario europeo de Migraci¨®n, Dimitris Avramopoulous, solo unas horas antes de llegar a Madrid. ¡°Los partidos tradicionales deben defender su terreno y seguir siendo leales a sus principios¡±, ped¨ªa el comisario, miembro de Nueva Democracia que, como el PP de Casado, forma parte del Partido Popular Europeo.
Los discursos incendiarios ya han arrastrado a buena parte del electorado en Francia, Holanda o Dinamarca y partidos con tendencias abiertamente xen¨®fobas o ultranacionalistas ya se sientan en los Gobiernos de Italia, Austria o Finlandia. Dentro del PPE anidan ya formaciones que se desmarcan de la corriente principal y abogan por tesis hasta ahora defendidas solo por la extrema derecha.
La pen¨ªnsula ib¨¦rica se ha mantenido hasta ahora pr¨¢cticamente inmune a los movimientos xen¨®fobos y ultranacionalistas que campan a sus anchas por gran parte de Europa. Pero las primeras chispas han saltado en Espa?a tras el desplazamiento de las rutas migratorias en los ¨²ltimos 18 meses hacia las costas espa?olas del Mediterr¨¢neo.
Bruselas intenta contener el contagio y el viernes Avramopoulos aterrizaba en la capital espa?ola con palabras de solidaridad y un nuevo cheque, de tres millones de euros, que eleva a 30 millones de euros la ayuda de emergencia para pol¨ªtica migratoria concedida a Espa?a en un solo mes. La visita del comisario dejaba la inc¨®gnita sobre la efectividad de una inyecci¨®n de dinero y buenas palabras que en Italia no bast¨® para evitar la llegada al poder de un partido ultranacionalista como Liga.
A tiempo todav¨ªa
Algunos comentaristas y analistas han valorado el pol¨¦mico tuit de Casado como el inicio de un giro del PP espa?ol hacia las posiciones de Matteo Salvini, el ministro italiano del Interior y l¨ªder de Liga que ha prohibido la entrada en puerto a los barcos con emigrantes rescatados en el mar Mediterr¨¢neo.
Fuentes comunitarias y analistas en Bruselas no perciben una deriva tan radical en el principal partido conservador de Espa?a y conf¨ªan en que ¡°acompase su estrategia a las corrientes moderadas que dominan el PP europeo¡±.
Los analistas tambi¨¦n apuntan al tradicional europe¨ªsmo de la opini¨®n p¨²blica espa?ola, vacunada contra tentaciones autoritarias por tener muy reciente la dictadura franquista. Pero hasta los m¨¢s optimistas reconocen que esa vacuna es temporal y pierde fuerza con el paso de los a?os, sobre todo, si la opini¨®n p¨²blica percibe que los problemas europeos se han enquistado y solo se pueden atajar con soluciones nacionales, por precarias o fallidas que sean. Pas¨® en Italia. En Hungr¨ªa. En Austria. Y Bruselas quiere evitar que pase en Espa?a.
?Problema real o ficticio?
La inmigraci¨®n pas¨® a ser una de las principales preocupaciones de los europeos a partir de 2014, seg¨²n el centro de estudios de la Comisi¨®n Europea (EPSC), y desde entonces ha influido en procesos electorales en Alemania, Francia, Holanda, Austria o Rep¨²blica Checa, as¨ª como en el refer¨¦ndum sobre el Brexit. El EPSC recuerda, a pesar de la percepci¨®n general, los flujos migratorios a nivel mundial se mantienen estables desde 1991 y en la actualidad rondan los siete millones de personas anuales, cifra similar a la de hace 20 a?os. Pero el fen¨®meno presenta en Europa caracter¨ªsticas que pueden alentar la sensaci¨®n de invasi¨®n. Por un lado, coincide con un crecimiento natural muy bajo en la mayor parte de la UE e, incluso, negativo en 2018 en 13 de los 28 pa¨ªses del club.
Europa, adem¨¢s, se ha convertido en el principal destino de las personas desplazadas como consecuencia de conflictos armados o dramas humanitarios, cuyo n¨²mero ha pasado de 28,8 millones de personas en 2012 a 40,3 millones en 2016. Entre 2014 y 2016, los pa¨ªses de la Uni¨®n tramitaron el 48% de las 6,7 millones de peticiones de asilo a nivel mundial, seg¨²n los datos recogidos por el EPSC. La mayor oleada, consecuencia de la guerra de Siria, llev¨® a Europa m¨¢s de un mill¨®n y medio de personas, con los varones entre 18 y 36 a?os como grupo ampliamente mayoritario, lo que tambi¨¦n levant¨® suspicacias en ciertos pa¨ªses. La concentraci¨®n tambi¨¦n ha influido, con gran parte de los emigrantes dirigi¨¦ndose hacia las grandes ciudades. Pero quiz¨¢ uno de los elementos m¨¢s explotados por ciertos grupos pol¨ªticos sea el apuntado por el EPSC: "persiste la percepci¨®n de que la migraci¨®n est¨¢ pobremente gestionada". Una percepci¨®n que s¨ª parece m¨¢s real que ficticia a la luz de las sucesivas y frustradas tentativas de la UE de desarrollar una pol¨ªtica com¨²n de inmigraci¨®n y asilo.
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