Cuatro d¨¦cadas para levantar una losa de 1.500 kilos
La exhumaci¨®n de Franco es una operaci¨®n t¨¦cnicamente sencilla, pero pol¨ªticamente muy compleja
A las 14.10 del 23 de noviembre de 1975 fueron sepultados en el Valle de los Ca¨ªdos los restos del dictador Francisco Franco, fallecido tres d¨ªas antes. El notario mayor del reino, el ministro de Justicia, S¨¢nchez Ventura, hizo jurar al primer y segundo jefe de la casa militar que el cuerpo que iban a enterrar correspond¨ªa a los restos mortales de Franco, que les hab¨ªan sido entregados en el Palacio de Oriente la ma?ana del 21 de noviembre. La tumba se coloc¨® en el interior de la bas¨ªlica del monumento que Franco hab¨ªa ideado 35 a?os antes para inmortalizar su victoria en la Guerra Civil, a 1,26 metros de profundidad, y fue forrada con una aleaci¨®n de plomo y zinc. Nueve canteros colocaron encima, en apenas unos minutos, una losa de 1.500 kilos. La operaci¨®n de exhumaci¨®n ser¨¢ t¨¦cnicamente sencilla, como fue la de inhumaci¨®n, pero pol¨ªticamente muy compleja.
La inminencia de la operaci¨®n, adelantada el pasado junio por EL PA?S.? ha deshecho el consenso alcanzado hace apenas un a?o, cuando una propuesta del PSOE para trasladar los restos del dictador fuera del Valle de los Ca¨ªdos fue aprobada en el Congreso por 198 votos a favor, 140 abstenciones y solo un voto en contra, el de una diputada del PP que se equivoc¨®, ya que su partido se abstuvo. Ahora, los populares aseguran que recurrir¨¢n el decreto del Gobierno; y Ciudadanos, que en 2017 vot¨® a favor, dice que se abstendr¨¢.
Este no ha sido el primer intento para democratizar el monumento. El Gobierno de Adolfo Su¨¢rez y el primero de Felipe Gonz¨¢lez trataron de crear sendas comisiones para actuar en el complejo y ambos fracasaron. El Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero convoc¨® a finales de su segunda legislatura a un comit¨¦ de 12 expertos para elaborar un nuevo plan. Los especialistas, de distintas disciplinas (desde la filosof¨ªa al derecho, de la historia a la teolog¨ªa) presentaron su informe con el Gobierno ya en funciones tras haber ganado Mariano Rajoy las elecciones de 2011. Propusieron, tras seis meses de estudio exhaustivo de la situaci¨®n legal del monumento, trasladar los restos de Franco y convertir el lugar en un museo de la memoria. El consentimiento de la familia nunca fue un impedimento, como s¨ª lo hubiera sido, seg¨²n los expertos, el veto de la Iglesia, al encontrarse la tumba en el interior de la bas¨ªlica y tener ese lugar la categor¨ªa de cementerio religioso. Incluso los que emitieron un voto particular en contra de la exhumaci¨®n de Franco, como los juristas Miguel Herrero y Rodr¨ªguez de Mi?¨®n (ahora en el Consejo de Estado), Pedro Gonz¨¢lez- Trevijano (actualmente en el Tribunal Constitucional) y Feliciano Barrios (secretario de la Real Academia de la Historia) coincid¨ªan en que la familia no ten¨ªa derecho de veto. ¡°Si en su momento, el Gobierno estimase oportuno el traslado de dichos restos con la dignidad que requiere la inhumaci¨®n de un jefe de Estado deber¨ªa valorarse el impacto que ello pudiera tener en la opini¨®n p¨²blica para evitar la radicalizaci¨®n de la misma, contar con el m¨¢s amplio consenso parlamentario al efecto y llevar a buen t¨¦rmino la correspondiente negociaci¨®n con las autoridades eclesi¨¢sticas competentes¡±, dec¨ªan en su voto particular. Herrero de Mi?¨®n aclar¨® a EL PA?S que ¡°con dignidad¡± no quer¨ªa decir ¡°con honores¡± y que si no se refirieron entonces al permiso de los descendientes del dictador fue porque ¡°la familia no tiene nada que decir¡±.
Fue el propio Franco el que se autoexcluy¨® de ser enterrado en el Valle de los Ca¨ªdos, ya que no es una v¨ªctima de la Guerra Civil. Su salida del mausoleo supondr¨ªa un cierto alivio para las familias de republicanos que fueron all¨ª enterrados sin su consentimiento en caso de no poder recuperar sus restos por el deterioro del complejo, en el que filtraciones de agua han deshecho las cajas y mezclado los huesos de las criptas donde yacen m¨¢s de 33.800 personas.
El Ejecutivo quiere actuar con discreci¨®n y probablemente repetir¨¢ el m¨¦todo que se emple¨® en las exhumaciones de Sanjurjo y Mola en Navarra (de madrugada, con el personal t¨¦cnico imprescindible) o en la retirada, tambi¨¦n de noche, de la estatua de Franco en la plaza de Nuevos Ministerios, en Madrid. Las concentraciones ultras en el Valle de los Ca¨ªdos tras conocerse sus planes alarmaron al Gobierno.
Una vez exhumado el cuerpo de Franco, el siguiente paso ser¨¢ la democratizaci¨®n del monumento. Se baraja la idea de convocar un concurso p¨²blico para repensar el complejo. No hay mucho margen presupuestario, pero el Ejecutivo ya ha invertido grandes cantidades de dinero en los ¨²ltimos a?os solo en el mantenimiento del complejo: desde 2012, por ejemplo, han sido m¨¢s de 12 millones de euros, incluyendo la subvenci¨®n de 340.000 euros a la abad¨ªa benedictina. El prop¨®sito del Ejecutivo es orientar esa inversi¨®n a la resignificaci¨®n del monumento, de forma que explique, por ejemplo, c¨®mo fue construido: con el trabajo de casi 20.000 hombres, muchos de ellos, presos pol¨ªticos. Se estudian distintos ejemplos, como el de la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada, antiguo centro de torturas durante la dictadura argentina, convertido hoy en lugar de memoria.
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