Puig y Oltra entierran el hacha de guerra y alejan el posible adelanto de las elecciones valencianas

El presidente valenciano, Ximo Puig, y su vicepresidenta, M¨®nica Oltra, se han reunido este mi¨¦rcoles en el Palau de la Generalitat y han enterrado el hacha de guerra despu¨¦s de una semana de ruidosos desencuentros que ha constituido el momento de mayor tensi¨®n de la legislatura. El secretario general del PSPV-PSOE y la l¨ªder de Comprom¨ªs, socios de gobierno con el apoyo externo de Podemos, no han hecho declaraciones en p¨²blico al t¨¦rmino de la cita. El contenido de lo tratado ¡ªel pr¨®ximo debate de pol¨ªtica general y el calendario parlamentario¡ª, as¨ª como los mensajes emitidos por ambas partes reflejan, sin embargo, voluntad de paz y alejan la posibilidad de un adelanto de las elecciones auton¨®micas. Al menos, de momento.

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La estabilidad del Gobierno valenciano durante estos tres a?os se ha basado en la sinton¨ªa de Puig y Oltra. Por debajo de ellos ha habido choques, pero la buena relaci¨®n de ambos l¨ªderes ha mantenido la cohesi¨®n del Ejecutivo sin graves problemas.

Agosto, un mes en el que las vacaciones reducen la comunicaci¨®n interna, ha agitado el clima con acusaciones cruzadas en las redes sociales y el rumor de fondo de un posible adelanto electoral, una potestad de Puig que ning¨²n presidente valenciano ha ejercido hasta ahora. Los comicios auton¨®micos en la Comunidad Valenciana se han celebrado siempre, como en la mayor¨ªa de territorios, cada cuatro a?os coincidiendo con las elecciones municipales, y los pr¨®ximos est¨¢n previstos para mayo de 2019.

La crisis estall¨® hace una semana con la decisi¨®n del consejero de Hacienda, el socialista Vicent Soler, de apoyar los objetivos de d¨¦ficit del Gobierno de Pedro S¨¢nchez sin consultarlo con Comprom¨ªs. En julio, la Comunidad Valenciana fue la ¨²nica presidida por un socialista que se abstuvo ante la propuesta del Gobierno del PSOE. El Consell argument¨® que el Ejecutivo no hac¨ªa lo suficiente por paliar la infrafinanciaci¨®n que considera que sufre la Comunidad Valenciana.

Al anunciar el cambio de sentido del voto, Puig se?al¨® que el Gobierno proporcionar¨¢ 850 millones de euros m¨¢s a la Generalitat por tres v¨ªas: mayor capacidad de endeudamiento el a?o pr¨®ximo (250 millones), liquidaci¨®n del IVA (250 millones) y asunci¨®n de deuda por las obras de la Copa del Am¨¦rica (350 millones). Comprom¨ªs consider¨® que la contraprestaci¨®n se quedaba corta porque las dos primeras medidas eran comunes al resto de autonom¨ªas y el alivio de la deuda de la Copa del Am¨¦rica no era completo (quedan 37,5 millones), cuando en eventos que la coalici¨®n entiende comparables, como las exposiciones universales de Sevilla y Zaragoza, as¨ª como los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, el Gobierno asumi¨® todo el coste.

El incendio aument¨® el mismo d¨ªa, 22 de agosto, con la presentaci¨®n por parte de la consejera de Justicia, Gabriela Bravo, que es independiente pero fue designada por el PSPV-PSOE, y la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, de una nueva comisar¨ªa orientada a las v¨ªctimas de la violencia machista. Una oficina que Oltra, que ostenta la cartera de Bienestar Social, reivindica como parte de sus competencias y en la que llevaba tiempo trabajando.

La l¨ªder de Comprom¨ªs censur¨® lo sucedido en las redes sociales, iniciando una cadena de acusaciones de deslealtad y reproches p¨²blicos entre diputados y cargos auton¨®micos de ambas fuerzas. Puig no particip¨® en el rifirrafe, pero guard¨® silencio. Y el domingo, cuando Oltra visit¨® Morella, el pueblo del que Puig fue alcalde antes de convertirse en presidente de la Generalitat, que este verano celebra su fiesta grande, el Sexeni, el socialista no estuvo all¨ª para recibirla. Desde su entorno explicaron que se hallaba fuera de vacaciones.

Anticipo electoral

Socialistas y Comprom¨ªs han dado por zanjada la crisis, pero mantienen la guardia alta en el arranque de un curso pol¨ªtico que antes o despu¨¦s terminar¨¢ en elecciones. Tras los comicios de 2015, Puig y Oltra pugnaron por ocupar la presidencia de la Generalitat, y todo indica que si los resultados de los pr¨®ximos son parecidos, el pulso se repetir¨¢.

Ni Comprom¨ªs, ni Podemos, ni el PSOE, cuyo secretario de organizaci¨®n, Jos¨¦ Luis ?balos, es valenciano, son partidarios del adelanto electoral. Hacerlo impedir¨ªa aprobar varias leyes que se est¨¢n tramitando en las Cortes Valencianas; dar¨ªa la raz¨®n al PP, que desde 2015 vaticina que el acuerdo de gobierno no durar¨¢ toda la legislatura, e implica el riesgo de una participaci¨®n baja por la falta de tradici¨®n y de conciencia auton¨®mica de un segmento del electorado. La impresi¨®n general es que en la Comunidad Valenciana son los comicios locales los que tiran de los auton¨®micos.

Puig, por su parte, no descarta el adelanto electoral, un recurso que le proporciona ventajas en la negociaci¨®n con sus socios y conceder¨ªa a la Comunidad Valenciana mayor visibilidad en Espa?a. En el Palau de la Generalitat ven improbable, sin embargo, que utilice esa carta. Un destacado dirigente del PSPV apunta que solo cabr¨ªa anticiparlas en un escenario excepcional, como el de hacer coincidir las elecciones auton¨®micas con las generales si S¨¢nchez se ve forzado a convocarlas.