Celia Villalobos, una polemista con mucho ¡®tron¨ªo¡¯
Su salida de la diputaci¨®n permanente del Congreso sirve como s¨ªmbolo de la revoluci¨®n interna de Casado
"?Es Pablo Casado de extrema derecha?", le preguntan a Celia Villalobos en julio, justo cuando el PP se dispone a votar qui¨¦n ser¨¢ su pr¨®ximo presidente. "Casado no s¨¦, yo cre¨ªa que no, pero los que le rodean, muchos de los que le han dado su apoyo, s¨ª", responde. Un mes despu¨¦s, la diputada paga el precio de atacar al nuevo l¨ªder qued¨¢ndose fuera de la diputaci¨®n permanente del Congreso por primera vez desde 1989. Adi¨®s al sueldo extra por pertenecer al organismo. Adi¨®s a la designaci¨®n que representa la confianza del jefe. Y adi¨®s a los tiempos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Mariano Rajoy, en los que la exalcaldesa de M¨¢laga, exministra de Sanidad, exeurodiputada y esposa de Pedro Arriola, el consejero ¨¢ulico de los dos l¨ªderes populares, actu¨® como aut¨¦ntico verso libre del PP. La renovaci¨®n que promete Casado empieza con uno de los s¨ªmbolos m¨¢s pol¨¦micos de la vieja guardia, Villalobos, de 69 a?os.
"Es lista, pero el personaje se zamp¨® a la persona hace mucho tiempo", dice el portavoz de uno de los partidos de la oposici¨®n, que pide el anonimato. "Deber¨ªa respirar antes de hablar muy a menudo".
"Contundente", describe un diputado del PP a la diputada malague?a.
¡°Es una mujer de izquierdas en un partido de derechas¡±, dice el exdiputado Guillermo Cort¨¢zar
"Es una mujer de izquierdas en un partido de derechas", remata el exdiputado Guillermo Cortazar, que coincidi¨® con Villalobos en la primera ejecutiva de Aznar. "A diferencia de otros que ven¨ªamos de la izquierda y hemos evolucionado a posiciones liberales y conservadoras, su estructura pol¨ªtica b¨¢sica continua en la izquierda".
?Villalobos de izquierdas? En los a?os 70 se acerc¨® a Bandera Roja y el Partido Comunista. En 1986 fue la ¨²nica diputada de AP que prometi¨® el cargo, en lugar de jurarlo. En 1994 aterriz¨® en la Euroc¨¢mara criticando a los pol¨ªticos del PP que no apostaban por las mujeres: ¡°La incorporaci¨®n de la mujer es un hecho real, aunque a algunos de mis compa?eros no les guste. ?Que se aguanten!¡±. En 1997 rompi¨® la disciplina de voto y apoy¨® la regulaci¨®n de las parejas de hecho. En 1999 admiti¨® que hab¨ªa votado a Felipe Gonz¨¢lez en unas elecciones generales (¡°Y no me arrepiento¡±). En 2005 apoy¨® la legalizaci¨®n del matrimonio entre personas del mismo sexo. Y en 2014 vot¨® contra la pol¨¦mica reforma de la ley del aborto propuesta por el Gobierno de su formaci¨®n.
"Tengo ya cerca de 70 a?os y estoy esperando a que haya un joven m¨¢s progresista que yo en el partido", se jact¨® Villalobos durante la campa?a de las primarias del PP, donde siempre sorprendi¨® que sus desplantes no tuvieran mayor castigo.
Cada una de esas decisiones debi¨® condenar el futuro pol¨ªtico de Villalobos, seg¨²n sus cr¨ªticos. Ning¨²n diputado hubiera sobrevivido a esos episodios, interpretados como una "deslealtad" por figuras tan prominentes como la de Luis de Grandes, el hist¨®rico portavoz del PP. Sin embargo, Villalobos super¨® una y mil pol¨¦micas; lleg¨® a la vicepresidencia del Congreso; y estuvo durante 13 a?os representando al PP en la Mesa de la C¨¢mara. No import¨® que su gesti¨®n de la crisis de las vacas locas en el ministerio de Salud hiciera tambalearse el gobierno de Aznar. Tampoco que la fotografiaran jugando al Candy Crush durante una intervenci¨®n de Rajoy en el Congreso. O que trascendiera que se hab¨ªa referido como "los tontitos" a los discapacitados que optaban a un puesto de trabajo en la C¨¢mara. Resisti¨® cada tormenta con la tranquilidad de quien sabe que al poco tiempo saldr¨¢ el sol. Sin despeinarse. Sin esconderse. Y reforz¨¢ndose para la siguiente pol¨¦mica.
Su gesti¨®n de la crisis de las vacas locas como ministra de Salud hizo que el gobierno de Aznar se tambaleara
"Celia es de M¨¢laga, y all¨ª la expresi¨®n que se utiliza para calificar su tron¨ªo y desfachatez barriobajera es "merdellona", apostilla el exdiputado socialista Manuel Pezzi. Ese adjetivo, que describe a personas "muy mal habladas, toscas, vulgares, ordinarias, que arman esc¨¢ndalo", resume los encontronazos que tuvieron los dos pol¨ªticos cuando la representante popular ejerc¨ªa como vicepresidenta del Congreso. Tambi¨¦n, una forma muy personal de hacer pol¨ªtica: Villalobos nunca rehuy¨® el conflicto, ni evit¨® los micr¨®fonos, siempre fiada a su lengua afilada.
"Car¨¢cter todos tenemos, pero ese perfil que se le ha dado no casa bien con el de la persona que fue capaz de conducir casi cinco horas a Castell¨®n para acudir al funeral de mi padre, ir al entierro despu¨¦s, y hacer de noche otras cinco horas de vuelta", opina Rub¨¦n Moreno, que fue su secretario general de Sanidad. "Vivimos momentos complicados: las vacas locas, el aceite de orujo... crisis varias", a?ade sobre los episodios que marcaron el paso de Villalobos por el ministerio, y que dejaron su famosa intervenci¨®n aconsejando a las amas de casa que no hicieran caldos con huesos de vaca. "Pero en lo personal, no s¨¦ cu¨¢nta gente har¨ªa lo que hizo ella", remata Moreno, que consigui¨® que la ministra de Sanidad dejara de fumar a cambio de irse a hacer ejercicio con ella todas las ma?anas. Ocurr¨ªa en el Retiro: Villalobos y Moreno anda que te anda seguidos de sus escoltas, porque eran tiempos de ETA.
La distancia corta siempre fue la especialidad de Villalobos, seg¨²n sus colaboradores, que la recuerdan en su salsa recorriendo las calles y mercados de M¨¢laga. La mayor¨ªa absolut¨ªsima que logr¨® en esa ciudad en 1999 termin¨® de lanzar una carrera marcada por sus lazos con los l¨ªderes del partido. Aznarista de primera hora, la vinculaci¨®n del matrimonio Villalobos-Arriola con Rajoy fue tan estrecha que acabaron por convertirse en un s¨ªmbolo: cuando la exalcaldesa? y el asesor mostraron su apoyo a S¨¢enz de Santamar¨ªa en las primarias del PP, muchos compa?eros de filas interpretaron que el expresidente del Gobierno estaba bendiciendo la candidatura de su exn¨²mero dos.
"Quiere convertir el PP en una religi¨®n o una secta, y yo lo de las sectas lo llevo mal", critic¨® entonces a Casado.
En consecuencia, la victoria del aspirante deja en el aire el futuro pol¨ªtico de Villalobos, que se mantiene como presidenta de la comisi¨®n del Pacto de Toledo.
"Y all¨ª nos conviene sosiego m¨¢s que pasi¨®n", pide Carles Campuzano, el representante del PDeCAT en el organismo.
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