ZA-102, la carretera de los pueblos que votan la autodeterminaci¨®n
Porto quiere ser de Galicia; Pradorramisquedo, de Castilla y Le¨®n. El olvido de las Administraciones ahoga las localidades fronterizas, que piden cambiar de comunidad
La base de operaciones de la declaraci¨®n unilateral de independencia de Porto (Zamora) no est¨¢ en la casa consistorial que hoy gobierna Ciudadanos, sino en el ¨²nico bar que queda en el pueblo, de los ocho que llegaron a ser en los tiempos de bonanza. La casa Rabel, que lleva el nombre del instrumento tradicional ¡ªcon tres cuerdas hechas "con pelo de rabo de yegua" y un cuerpo fabricado con "cerezo y piel de gato"¡ª es el lugar en torno al que gira el movimiento secesionista, la Plataforma 102.
All¨ª gestaron la idea del refer¨¦ndum que tuvo lugar entre el 12 y el 25 de agosto, con una caja de pl¨¢stico a modo de urna, en la que el pueblo expres¨® su deseo de "disgregarse de la comunidad aut¨®noma de Castilla y Le¨®n en favor de otra que respete e invierta m¨¢s en el desarrollo de Porto" (s¨ª, 207 votos; no, 19; en blanco, 6). En la consulta, en la que adem¨¢s de los 179 censados pod¨ªan participar los que viven fuera y vuelven en verano, se vot¨® tambi¨¦n "abandonar el Parque Natural del Lago de Sanabria y Alrededores" (s¨ª, 193; no, 28; en blanco, 11). Hac¨ªa mucho tiempo que los vecinos peleaban contra el abandono que dicen padecer de su Gobierno regional y de la direcci¨®n del parque: hab¨ªan organizado manifestaciones y hasta el corte de una nacional. Hab¨ªan dinamitado el r¨¦cord de quejas en el Procurador del Com¨²n (el defensor del pueblo de su autonom¨ªa). Pero solo con esta consulta separatista han logrado convertirse, esta semana, en foco de peri¨®dicos y televisiones de toda Espa?a. Ahora, los miembros de la Plataforma 102, vestidos permanentemente con gorras, camisetas y pa?uelos naranja (que nada tienen que ver con el color del partido de su alcaldesa) atienden a los reporteros a las puertas del Rabel y entran a verse en la tele, entre aplausos, cada vez que salen en un noticiero.
Este grupo rebelde bendecido por esta aplastante mayor¨ªa vecinal ha tomado el n¨²mero de la ¨²nica carretera que lleva a la capital del municipio. Una arteria ag¨®nica, estrecha, serpenteante y maltratada por la nieve y el desinter¨¦s pol¨ªtico que con el tiempo ha dejado de bombear ox¨ªgeno al pueblo. La ZA-102 mide 28 kil¨®metros de baches, grietas, curvas y angosturas, y en su recorrido junto al r¨ªo Bibey se denomina varias veces OU-124 porque discurre por la frontera entre Galicia y Castilla y Le¨®n. Como ya no quedan tiendas, ni panader¨ªas, ni nada, por all¨ª se aventuran el coche del panadero, los vendedores ambulantes dos d¨ªas a la semana, y el m¨¦dico y el enfermero que pasan consulta frente al bar otros tres. La ZA-102, construida en los a?os cincuenta por la Hidroel¨¦ctrica Moncabril para la puesta en marcha de varias presas que hoy son de Endesa, es cuesti¨®n de vida o muerte para Porto; otros pueblos zamoranos como Villanueva de la Sierra, P¨ªas y Barjacoba; y el gallego Pradorramisquedo (Ourense).
Y mientras los habitantes de las localidades zamoranas, m¨¢s distantes de su capital provincial que de Ourense, tienen que entrar en Galicia y enlazar con la N-525 y la A-52 para ir a Lubi¨¢n, Puebla de Sanabria y Zamora, para buscar el Sintrom y hacerse an¨¢lisis los vecinos de Pradorramisquedo deben recorrer por Castilla buena parte de los casi 40 kil¨®metros que los separan de su cabecera municipal, Viana do Bolo. Es la ley de esta ruta del olvido, atrapada a la sombra de las Administraciones en un paisaje de monta?a que se descuelga entre Pe?a Trevinca (2.127 metros) y el Parque Natural del Lago de Sanabria, del que Porto, segundo ayuntamiento m¨¢s grande de Zamora (201 kil¨®metros cuadrados), aporta la mayor parte de su superficie pero cree que "no recibe nada de nada, m¨¢s que normas y restricciones".
Y si los portexos han decidido ahora, por voluntad popular, que no quieren ser zamoranos y prefieren ser adoptados por Galicia, en 2005 a 10 kil¨®metros, en Pradorramisquedo, la envejecida poblaci¨®n acord¨® justo lo contrario. Los vecinos, que tambi¨¦n se sienten hu¨¦rfanos de gobernantes que miren por ellos, se reunieron en la Casa del Pueblo, una caseta de bloques de cemento erigida en lo alto de una roca, y pactaron que quer¨ªan ser zamoranos. Y a poder ser, en ese proceso, integrarse en el Ayuntamiento de Porto, con el que comparten el embalse de San Sebasti¨¢n, y que ahora precisamente quiere dejar de pertenecer a Castilla y Le¨®n.
"Nos sentimos muy gallegos", confesaba en 2007 el entonces alcalde ped¨¢neo de Pradorramisquedo, Rogelio Blanco, "pero si ser gallegos es estar aqu¨ª abandonados, pues queremos ser zamoranos". "Bah, qu¨¦ m¨¢s dar¨¢ lo que nos sintamos", le discut¨ªa su esposa, Mar¨ªa Fern¨¢ndez: "Si los de Porto tienen mejor gallego que nosotros... Tendr¨ªais que o¨ªrlos: ?Una maravilla! Parecen de Pontevedra. Si nosotros decimos cuchillo, ellos dicen cutelo; y ovo por huevo; y ouvire por o¨ªr". Hoy aquel jubilado que ejerc¨ªa de ped¨¢neo ya no vive en Pradorramisquedo; se ha marchado a Ver¨ªn (Ourense, 14.031 habitantes). Y su sucesor en el cargo tambi¨¦n se ha ido, en su caso al ayuntamiento de A R¨²a (Ourense, 4.530 vecinos).
Aunque hay parque con tirolina y una piscina de r¨ªo en la que se nada entre truchas, Porto ya no tiene colegio, ni escolares. Ux¨ªa, la ¨²ltima ni?a que quedaba en el pueblo zamorano, ha emigrado con sus padres ganaderos a Ver¨ªn "porque empieza la guarder¨ªa". Su p¨¦rdida es una desgracia para el pueblo, como lo fue para los de Pradorramisquedo que ?lvaro se hiciese mayor. Ahora los viejos ya no pueden montarse en el bus escolar que anta?o pasaba a las 7.30, para ir al m¨¦dico a Viana do Bolo. "Hay que llamar al taxi, y cobra una burrada", comenta Juan Blanco, que actualmente vive en Ponferrada y solo viene cuando puede. "Aqu¨ª ya no quedan m¨¢s que siete personas", calcula con los dedos. "Un pastor de ovejas, otro de vacas, dos hombres y tres mujeres que viven solas y tienen m¨¢s de 90 a?os: mi madre, que es Teresa, Isabel y Josefa". As¨ª que en Pradorramisquedo, que a veces queda aislado cuando el Bibei se desborda al abrir la presa, hoy ya no hay ni siquiera cuorum para autodeterminarse. La situaci¨®n es tan grave que han tenido que mover dos veces las fiestas patronales para que cayesen en pleno verano, con el regreso de los emigrados, y no tener que pasarlas en soledad.
Mientras tanto, en Porto, donde como dec¨ªa Mar¨ªa Fern¨¢ndez el que m¨¢s y el que menos habla gallego (o mejor dicho "portexo"), el 16 de agosto estuvo tocando la Orquesta Panorama, signo de poder¨ªo donde los haya para cualquier pueblo de Galicia. En el bar Rabel la bebida nacional es la cerveza Estrella Galicia. "Y si el viernes noche falla la TVG, los viejos te montan una revoluci¨®n", asegura un vecino retornado hace unos meses de su juventud en Vallecas, Ramiro Tom¨¢s. El activista de la plataforma se refiere al programa musical Luar, el m¨¢s longevo de la tele gallega, 25 a?os en antena; una marca que en Espa?a solo fulmina Informe Semanal.
En la ZA-102, todas las se?ales verdes que indican que se est¨¢ en la provincia de Zamora han sido corregidas con espray y ahora pone que aquello es Galiza, Galiza Ceibe (Galicia Libre), o incluso Galiza Ceibe Provincia de As Portelas, el territorio que forman los municipios zamoranos donde a¨²n se habla gallego, y que en 2005 eran incluidos por el BNG en una propuesta de estatuto de Galicia. "Estamos de separatismos hasta las narices", clamaba en aquellos tiempos el entonces alcalde de Porto, Rogelio Carracedo (PP), t¨ªo de la actual regidora de C's, Guadalupe Carracedo. Pero 13 a?os despu¨¦s, muchos vecinos de Porto creen que a ellos, por proximidad y afinidad, les corresponder¨ªa pasar de la Junta a la Xunta. "Yo me siento m¨¢s gallego que zamorano, no me identifico nada con Sanabria", confiesa Joaqu¨ªn P¨¦rez. "Hist¨®ricamente nuestras relaciones fueron con los ayuntamientos ourensanos de A Veiga y Viana do Bolo, y all¨ª seguimos teniendo fincas con casta?os y vides".
Muchos de los que regresan en verano sue?an con volver para quedarse, pero no pueden. Los portexos, empujados durante d¨¦cadas a emigrar a Madrid y Bilbao, se sienten "maltratados". No les basta con que el parque natural haya incluido al fin el nombre de su pueblo en la denominaci¨®n oficial (Lago de Sanabria y Sierras Segundera y de Porto, aunque lo que figura en casi todas partes es "y Alrededores"). Tampoco se conforman con el arreglo de la carretera que, al fin, ha adjudicado a una empresa de Murcia, para empezar en oto?o, la Junta de Castilla y Le¨®n.
"La obra tiene un presupuesto de 2,4 millones", explica ?lida Carracedo, portavoz de la Plataforma 102, "y solo va a consistir en un asfaltado y la creaci¨®n de algunos apartaderos" en las zonas donde el paso se estrecha m¨¢s peligrosamente. "Pero nosotros lo que queremos es saber qu¨¦ pas¨® con el presupuesto que se hab¨ªa aprobado en 2011. Eran 12 millones, siete de la Uni¨®n Europea, para anchear la v¨ªa y prepararla en condiciones. Nunca se nos dijo ad¨®nde fueron a parar".
La consecuencia, durante d¨¦cadas de olvido, fue una imparable sangr¨ªa de poblaci¨®n. "De 42 ganaderos que ¨¦ramos, quedamos tres", cuenta Jos¨¦ Antonio Bru?a. "El p¨¢rroco ya no vive aqu¨ª; la Guardia Civil, tampoco, cerraron siete bares, las dos panader¨ªas, las dos carnicer¨ªas", protesta F¨¦lix Blanco, "y eso que hemos peleado la tira". "Las ambulancias se vuelven locas para llegar, as¨ª que si la urgencia es seria tiene que venir un helic¨®ptero y tomar tierra en el campo de f¨²tbol", describe Ramiro Tom¨¢s. "Y hay accidentes, por supuesto. Hace unos meses, como los laterales no est¨¢n asegurados, cay¨® una roca de cuatro toneladas. Otra vez se les fue la mano abriendo las compuertas del embalse, se inund¨® la carretera y una chica qued¨® atrapada con el coche", sigue el vecino retornado. "Yo s¨¦ que la gente que lea esto fuera dir¨¢ 'para cuatro gatos que son quieren que se gasten millones en la carretera. Pero es que aqu¨ª hay media docena de presas que dan luz a media Espa?a y solo pedimos poder vivir en la tierra que llevamos en las venas".
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