La doble vida de un chantajista
La obsesi¨®n por grabar todos sus encuentros se convierte ahora en la principal prueba contra Villarejo
Cuando Jos¨¦ Manuel Villarejo se reun¨ªa con gente, sol¨ªa poner su tel¨¦fono sobre la mesa: ¡°?Hay confianza, ?no? Somos colegas. M¨®viles a la vista; aqu¨ª nadie graba a nadie¡±. Mientras tanto, ¨¦l ya estaba grab¨¢ndolo todo, incluso estas frases. Durante al menos 20 a?os registr¨® todos sus encuentros con gente que le interesaba. En su obsesi¨®n notarial no discrimin¨® entre amigos y enemigos, entre conocidos o extra?os. Todos pasaban por su grabadora indiscreta: polic¨ªas, jueces, fiscales, periodistas y empresarios.
Por eso, los fiscales que investigan ahora los caminos del delito por los que pas¨® Villarejo tienen v¨ªa libre con una sola curva peligrosa: desencriptar los miles de archivos que guard¨® pacientemente durante toda una vida profesional.
Villarejo ingres¨® en la polic¨ªa con 22 a?os y en 1983, cuando apenas hab¨ªa cumplido 10 a?os en el cuerpo, pidi¨® una excedencia para dedicarse a sus empresas. Regres¨® en 1993, fue inspector jefe en la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n durante dos a?os y despu¨¦s pas¨® a la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Judicial, donde la informaci¨®n comprometida desborda las mesas. All¨ª estuvo 14 a?os ¡ªocho durante el mandato del PP y los seis siguientes con gobiernos socialistas¡ª. Desde entonces y hasta su jubilaci¨®n, en agosto de 2017, presum¨ªa de ser agente encubierto asignado a la Direcci¨®n Adjunta Operativa (DAO), el departamento de m¨¢s poder en la Polic¨ªa.
Este es el escueto curr¨ªculo de Villarejo que se puede leer en el sumario de la investigaci¨®n del caso T¨¢ndem, por el que lleva preso 10 meses. Pero el curr¨ªculo con el que ¨¦l se presenta tiene m¨¢s adornos: ¡°Particip¨¦ en numerosas detenciones de miembros de ETA, entre ellas, alguna significativa como la de quienes cometieron el atentado contra la cafeter¨ªa Rolando¡ Tambi¨¦n particip¨¦ en numerosos viajes a Francia, sin apoyo de la prefectura francesa, desarmado y con veh¨ªculo propio; hice tareas de apoyo operativo a grupos antiterroristas en viajes de la Casa Real; desarticul¨¦ bandas de atracadores en Madrid; consegu¨ª infiltrarme en c¨ªrculos independentistas; viaj¨¦ a Siria para acercarme a gente de los servicios de informaci¨®n, me infiltr¨¦ tambi¨¦n en mafias organizadas¡¡±.
De sus tareas de intoxicaci¨®n e informaci¨®n no hay ni rastro en sus memorias. Pero a Villarejo se le atribuye un informe para el Gobierno socialista sobre el juez Baltasar Garz¨®n, el llamado informe Veritas, elaborado cuando el magistrado se dedic¨® a investigar los cr¨ªmenes de Estado de los GAL.
En su actividad ordinaria elabor¨® decenas de notas informativas sobre temas variopintos donde levantaba teor¨ªas conspirativas sobre un suelo de medias verdades.
Sus tarifas por resolver problemas iban de 200.000 euros a millones
En su ¨²ltima etapa, se dedic¨® al pluriempleo. A su trabajo indeterminado en la c¨²pula policial del Ministerio del Interior, a?adi¨® su tarea investigadora como solucionador de problemas para empresarios millonarios. A este empe?o dedic¨®, por lo que se va conociendo ahora, los ¨²ltimos a?os de su carrera policial. Y se emple¨® a fondo para cometer todo tipo de ilegalidades.
Con un nombre y un n¨²mero de tel¨¦fono m¨®vil pod¨ªa escudri?ar las miserias de los enemigos de sus clientes. La investigaci¨®n judicial del caso T¨¢ndem ha destapado las virtudes de Villarejo para acceder a informaci¨®n confidencial de bancos, compa?¨ªas de telecomunicaciones y registros de todo tipo. Adem¨¢s, ofrec¨ªa servicios tecnol¨®gicos avanzados para espiar a quien hiciera falta.
Sus tarifas iban de 200.000 euros a varios millones, y siempre ofrec¨ªa a sus clientes un despliegue similar estructurado en ocho equipos con 12 coches y cinco motos para vigilancia o transporte, software y hardware para acceder a determinados bancos de datos; equipos de audio para grabaciones convencionales, equipos de captaci¨®n de audio en ambientes hostiles, y equipos ¨®pticos captadores de im¨¢genes en situaciones adversas. Para cada problema ten¨ªa una soluci¨®n, por lo general a espaldas de la ley. En eso no enga?aba a nadie.
Entre risas, Villarejo le comenta a un empresario que le contrata para obtener determinada informaci¨®n de otra persona: ¡°T¨² sabes que esto es m¨¢s ilegal que una patata¡¡±. Y a otro le cuenta su poder¨ªo: ¡°Soy un puto comisario que est¨¢ de analista en una situaci¨®n especial¡±.
Si el problema era una bronca entre dos miembros de una familia y uno de ellos le ped¨ªa ayuda remunerada, Villarejo desplegaba sus cartas: ¡°La informaci¨®n que nos da de dentro del entorno es que ella debe tener un noviete¡ entonces es muy interesante¡±.
En su curr¨ªculo se atribuye haberse infiltrado en mafias organizadas
Cuando se complica el cobro de una deuda, el comisario se atreve a grabar al abogado del supuesto moroso consumiendo droga o manteniendo relaciones sexuales de pago para as¨ª ablandar al deudor. Una extorsi¨®n de libro.
Para ilustrar a los clientes sobre las virtudes de su trabajo especial, Villarejo no reparaba en detalles: ¡°Es muy f¨¢cil ponerte un micr¨®fono de ambiente. Hay muchas formas, hay enchufes que son enchufes que son un micr¨®fono que son un enchufe. Entonces te pones en un cuarto a 20 o 30 metros y lo tienes dentro en un caj¨®n y te est¨¢ chupando todo lo que hablas ?sabes? Si hay alg¨²n traidorzuelo, lo tiene a huevo¡±.
El solucionador de problemas, comisario en activo de d¨ªa, chantajista de noche, se atreve a meter a los adversarios de sus clientes un ¡°se?uelo inform¨¢tico¡± para seguir el rastro de correos electr¨®nicos internos.
Los investigadores explican as¨ª las actividades privadas con las que Villarejo hizo negocio durante su etapa en la polic¨ªa. ¡°Prevali¨¦ndose de su cargo policial, obten¨ªa il¨ªcitamente informaci¨®n vinculada a la esfera m¨¢s ¨ªntima de las personas y se la facilitaba a sus clientes, sin que en modo alguno estuviera amparado por la normativa vigente para ello, teniendo en cuenta adem¨¢s que su conducta tiene por objeto obtener un lucro econ¨®mico, ya que se trata de un servicio remunerado para una de las partes contratantes¡±.
Al comisario Villarejo no le importa presumir de sus contactos: ¡°Nosotros siempre gremio duro, herm¨¦ticos, nunca nada por canuto y, adem¨¢s, nosotros asesoramos al Ministerio del Interior en temas delicados que no le cobramos, obviamente. Entonces, tenemos cierto paraguas a la hora de pedir cosas¡¡±.
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