El marinero acusado de violar a una compa?era alega que las relaciones fueron consentidas

El marinero acusado de violar en 2014 a una compa?era en el buque Contramaestre Casado, perteneciente a la Armada espa?ola, ha admitido durante el juicio celebrado este mi¨¦rcoles en Alicante que mantuvo relaciones sexuales con ella, pero ha defendido que fueron consentidas. La v¨ªctima ha ratificado la denuncia de que su compa?ero la forz¨® tras inmovilizarla en la litera del nav¨ªo donde ambos prestaban servicio, seg¨²n han informado fuentes jur¨ªdicas.

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El juicio se ha celebrado a puerta cerrada ante un tribunal de la Justicia ordinaria ¡ªsecci¨®n primera de la Audiencia de Alicante¡ª, a diferencia de otros casos similares tramitados en la jurisdicci¨®n militar. Ninguna de las fuentes consultadas por este peri¨®dico ha podido precisar las particularidades del proceso que han motivado su asignaci¨®n a magistrados civiles. Aunque la competencia fue examinada en su d¨ªa y el juzgado que instruy¨® el sumario decidi¨® seguir con la causa.

La vista oral se reanudar¨¢ el pr¨®ximo 29 de octubre por la incomparecencia de un testigo. La Fiscal¨ªa pide inicialmente siete a?os de c¨¢rcel, otros siete de libertad vigilada y 10 a?os de alejamiento y prohibici¨®n de comunicaci¨®n con la v¨ªctima para V¨ªctor Enrique L.A., a quien atribuye un delito de agresi¨®n sexual. La acusaci¨®n particular eleva esa solicitud de condena hasta los 10 a?os de prisi¨®n (10 de libertad vigilada y 15 de alejamiento) y reclama una indemnizaci¨®n de 30.000 euros para la perjudicada por los da?os morales sufridos. Por su parte, la abogada defensora reclama la libre absoluci¨®n del militar por falta de pruebas.

Los hechos ocurrieron el 27 de octubre de 2014 a bordo del buque de transporte ligero Contramaestre Casado, que se hallaba atracado en el puerto de Alicante por unas maniobras. Las acusaciones mantienen que el marinero comisionado V¨ªctor Enrique L.A. se col¨® sobre las cinco de la madrugada en la cubierta femenina de la nave ¡°con el deseo de mantener relaciones sexuales¡± con alguna compa?era. La v¨ªctima lleg¨® poco despu¨¦s y se desvisti¨®. Por sorpresa, el presunto violador, que se encontraba en la litera inferior, la abord¨® y le coloc¨® el antebrazo derecho sobre el t¨®rax para inmovilizarla. A continuaci¨®n, siempre seg¨²n la versi¨®n acusatoria, acerc¨® sus genitales hasta los de la mujer, comenz¨® a besarla y la ¡°penetr¨® vaginalmente sin su consentimiento¡±.

Versiones opuestas

Ambos se encontraban de permiso y hab¨ªan coincidido esa misma noche con otros tripulantes del buque en un pub y una discoteca de los alrededores. A partir de ah¨ª, las versiones de denunciante y denunciado son diametralmente opuestas. El militar, que est¨¢ especializado en actividades subacu¨¢ticas, sostiene que la chica consinti¨® en mantener relaciones sexuales con ¨¦l y fue ¡°plenamente consciente¡± de las mismas. Adem¨¢s, atribuye la denuncia a su negativa a iniciar una relaci¨®n sentimental duradera con ella, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas.

La declaraci¨®n que ha prestado la v¨ªctima contradice frontalmente esa versi¨®n. La marinera ha ratificado que su compa?ero le asalt¨® de repente en la litera tras acostarse y la forz¨® sexualmente. No pudo pedir auxilio, ha explicado, porque se qued¨® paralizada y no supo reaccionar.

De acuerdo con su testimonio, otra compa?era de la Armada que dorm¨ªa en el mismo sollado del buque le dijo con posterioridad que el acusado la hab¨ªa estado buscando momentos antes de su llegada y hab¨ªa preguntado por la ubicaci¨®n de su litera.

El tribunal ha interrogado a lo largo de la ma?ana a esa testigo, que ha comparecido por videoconferencia desde los juzgados de Ferrol (A Coru?a), donde se encuentra actualmente atracado el Contramaestre Casado. Esta marinera ha se?alado que no vio ni escuch¨® nada que le hiciera pensar que se estaba perpetrando una violaci¨®n a escasos metros de donde ella dorm¨ªa, seg¨²n las mismas fuentes.