Absuelto un hombre que ten¨ªa en casa 120 plantas de marihuana: ?hasta cu¨¢nto es autoconsumo?
Un goteo de sentencias absolutorias acompa?a al 'boom' de los cultivos caseros de la droga
A las siete de la tarde del 30 de mayo de 2016 un vecino de Burjassot, en Valencia, llam¨® alarmado a la polic¨ªa. Al mover un mueble en su planta baja hab¨ªa encontrado un agujero en la pared por el que temi¨® que hubieran intentado entrar a robar. Dos agentes acudieron al lugar y al apartar una especie de tela al otro lado del muro, quedaron deslumbrados. La potente luz blanca proced¨ªa del cultivo de marihuana que hab¨ªa montado el vecino de la casa de al lado. La polic¨ªa lo detuvo y decomis¨® 120 plantas. La fiscal¨ªa pidi¨® para ¨¦l dos a?os de c¨¢rcel. Pero la juez acaba de absolverlo al aceptar su versi¨®n de que eran para autoconsumo.
La sentencia puede parecer exc¨¦ntrica. Pero Jos¨¦ Enrique Segrelles, el abogado de la defensa, extiende en la mesa de su despacho otros siete fallos en el mismo sentido dictados por juzgados y audiencias provinciales de distintos lugares de Espa?a. El goteo de resoluciones judiciales va en paralelo al boom de los cultivos caseros de una droga que, seg¨²n se?ala la magistrada del Juzgado de lo Penal n¨²mero 17 de Valencia, el Supremo ha encuadrado entre las que no provocan un "grave da?o a la salud".
La Fiscal¨ªa todav¨ªa no ha decidido si va a recurrir el caso de la plantaci¨®n de Burjassot, aunque lo previsible es que lo haga. El ministerio p¨²blico no persigue a quien tiene una planta en el balc¨®n, seg¨²n explicaba en 2014 en Valencia el fiscal jefe antidroga, Jos¨¦ Ram¨®n Nore?a, porque puede deducirse que es para autoconsumo. Pero en este caso son 120 plantas. Fuentes de la Fiscal¨ªa consideran, con todo, que no es f¨¢cil que la Audiencia de Valencia revoque la absoluci¨®n si la magistrada ha argumentado la decisi¨®n a partir de las pruebas disponibles. Y se muestran preocupadas por el efecto que los anuncios de que grandes empresas van a entrar en el sector de la marihuana puede tener entre los ciudadanos al contribuir a normalizar la sustancia.
Las sentencias reunidas por el abogado Segrelles presentan matices. Pero todas parten de la doctrina cl¨¢sica que distingue entre mera tenencia de una droga, que no constituye delito, y el prop¨®sito de traficar. Y la adaptan a la figura del "consumidor cultivador" . La Audiencia Provincial de Segovia se?ala, por ejemplo, que aunque la cantidad de marihuana intervenida a un joven al que absolvi¨® en apelaci¨®n pueda parecer elevada, 840 gramos, al valorarla debe tenerse en cuenta que la "producci¨®n artesanal" de la sustancia est¨¢ condicionada por el "ciclo vital de la planta". Y que el due?o puede estar haciendo acopio para consumir "a lo largo del a?o".
En las absoluciones pesa el perfil del acusado. En el caso del vecino de Burjassot, se trata de un trabajador del sector industrial con empleo estable que en el momento de los hechos ten¨ªa 38 a?os y cuyo tren de vida se ajustaba a sus ingresos declarados. Hab¨ªa comprado con su pareja una casa en el pueblo, hab¨ªan rehabilitado el primer piso con los ahorros y hab¨ªan dejado la reforma de la planta baja para m¨¢s adelante. Entretanto, seg¨²n aleg¨® en el juicio, decidi¨® cultivar all¨ª marihuana porque pensaba que ya no ten¨ªa edad para ir a comprarla a "los parques". El hombre carec¨ªa de antecedentes, la polic¨ªa no sospechaba previamente que se dedicara a traficar y el hallazgo fue accidental. El asunto del agujero en la pared, en realidad unos viejos ladrillos desprendidos, fue archivado al no haberse producido un robo y no haberse podido determinar cu¨¢nto tiempo llevaba abierto.
Instrucciones por Internet
La instalaci¨®n del hombre constaba de cuatro l¨¢mparas, un sistema de ventilaci¨®n, cinco temporizadores de corriente el¨¦ctrica y un higr¨®metro (un aparato para medir la humedad). La polic¨ªa encontr¨® 116 plantas en fase de crecimiento y cuatro en proceso de secado. La juez considera, aun as¨ª, que el conjunto resultaba "rudimentario" y que el acusado lo dise?¨® siguiendo unas instrucciones que encontr¨® por Internet. El hombre accedi¨® a que la polic¨ªa entrara en su casa pese a no tener orden judicial, sigue la magistrada, y en el registro no se encontraron otros elementos propios de un camello, como bolsas de empaquetado, b¨¢scula de precisi¨®n y dinero en met¨¢lico para dar cambio.
Durante la instrucci¨®n de la causa el letrado logr¨® reducir a casi una quinta parte los 3,7 kilos de droga que al principio se atribu¨ªan a su cliente. El secado y la eliminaci¨®n de las "partes le?osas" de las plantas redujeron la cantidad a 1,1 kilos. A continuaci¨®n, la defensa pidi¨® que se quitaran las semillas, que no contienen la sustancia psicoactiva, el THC, y el peso disminuy¨® cerca de un tercio, hasta los 784 gramos. El abogado adujo que esa gran proporci¨®n de semillas ¡ª"un fallo de principiante, porque la fertilizaci¨®n reduce la producci¨®n"¡ª era la prueba de que a pesar del volumen de cultivo su cliente era un aficionado. Y agreg¨® que fue su falta de pericia la que, despu¨¦s de haber perdido una primera cosecha, lo empuj¨® a asegurarse de que en el segundo intento conseguir¨ªa su objetivo plantando 120 marihuanas.
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