S¨¢nchez hace campa?a en Italia contra Salvini y su pol¨ªtica xen¨®foba

Pedro S¨¢nchez ha acudido este s¨¢bado a Italia, centro en estos tiempos de la ola xen¨®foba que invade Europa, para hacer campa?a contra Matteo Salvini, el hombre fuerte del Gobierno italiano famoso por sus astracanadas racistas y eur¨®fobas. En Mil¨¢n, en un congreso del Partito Democratico (PD), que vive uno de los peores momentos de su historia, S¨¢nchez ha presentado a Espa?a como un contramodelo de lo que est¨¢ sucediendo en Italia. "Es un honor estar con la Italia que no se resigna al miedo, al desencanto, la Italia que sigue abrazando los valores europeos", ha exclamado S¨¢nchez. Los intervinientes italianos han utilizado el ejemplo del pol¨ªtico espa?ol para explicar c¨®mo podr¨ªa ser su pa¨ªs si no lo gobernara Salvini.

"Pedro est¨¢ mostrando la mejor cara de Europa. Es una luz de esperanza, muestra que el cambio es posible. Gracias Pedro por lo que est¨¢s haciendo en pol¨ªtica migratoria", dijo en la tribuna Federica Mogherini,?jefa de la diplomacia europea y miembro del PD. El partido de centroizquierda italiano est¨¢ hundido en las encuestas y sufre un debate cruento sobre qui¨¦n lo liderar¨¢ para las pr¨®ximas elecciones. La acogida del Aquarius el pasado verano?¡ªel buque de salvamento mar¨ªtimo con m¨¢s de 140 inmigrantes al que Italia neg¨® acceso a sus puertos¡ª, decidida por S¨¢nchez, fue un soplo de energ¨ªa para la izquierda italiana, acorralada por sus divisiones internas y por el ¨¦xito del discurso de Salvini.

S¨¢nchez ha reivindicado en Italia a los que, como el alcalde de Mil¨¢n, Giuseppe Sala, tambi¨¦n apoyado por el PD, se oponen a la pol¨ªtica xen¨®foba que defiende el l¨ªder de la Lega. Y ha defendido que la socialdemocracia solo sobrevivir¨¢ en la Uni¨®n Europea si se aferra al discurso europe¨ªsta. "La Europa de la esperanza contra los que no tienen proyecto y solo quieren infundir miedo. La diferencia entre nosotros y los radicales es que nosotros utilizamos la palabra para dialogar y ellos para insultar porque no tienen proyecto pol¨ªtico. Debemos recuperar el europe¨ªsmo y defender los valores progresistas frente a fuerzas reaccionarias. La alternativa no es levantar fronteras y avivar el odio. Solo hay alternativa en un proyecto europe¨ªsta. Debemos buscar un nuevo contrato social europeo", ha afirmado.

"Unos ofrecen lo mismo de siempre [los populares], otros romper [los populistas], nosotros transformar Europa para avanzar", ha rematado en medio de un largo aplauso. S¨¢nchez es el ¨²nico dirigente europeo de m¨¢ximo nivel que ha asistido a las jornadas del partido italiano. De hecho es, con el primer ministro de Portugal, Ant¨®nio Costa, y el sueco, Stefan L?fven ¡ªque ha sufrido un golpe muy duro en las elecciones y puede perder el Gobierno¡ª uno de los poqu¨ªsimos presidentes socialdem¨®cratas de la UE.

S¨¢nchez ha colocado a Espa?a como un ejemplo de lo que puede hacer la socialdemocracia si llega al poder y, sobre todo, ha querido animar a sus alica¨ªdos colegas italianos. "Hasta hace pocos meses en Espa?a hab¨ªa muchas voces que nos dec¨ªan que nunca m¨¢s habr¨ªa un Gobierno progresista en Espa?a. No fue f¨¢cil, pero demostramos que el futuro no est¨¢ escrito, hoy gobernamos en Espa?a y estamos transformando el pa¨ªs".

Ah¨ª el presidente ha explicado algunos de los elementos centrales de su Gobierno, inspirados, dice, en la Revoluci¨®n Francesa: "Creemos en la libertad, y no es libre el que no llega a fin de mes. Por eso subimos el salario m¨ªnimo. Creemos en la igualdad, por eso estamos aprobando una ley contra la brecha salarial. Y creemos en la fraternidad, porque la vida de un ser humano en riesgo de morir ahogado en el Mediterr¨¢neo es una realidad a la que no podemos dar la espalda. Por eso acogimos el Aquarius".

Italia y Espa?a, casi siempre hermanadas en crisis y recuperaciones ¡ªen los peores momentos de 2011, sendas primas de riesgo se disparaban juntas¡ª viven ahora en dos mundos pol¨ªticos cada vez m¨¢s alejados. Mientras el Gobierno italiano se enfrenta a la Comisi¨®n Europea, rechaza sus exigencias de ajuste de d¨¦ficit e, incluso, protagoniza gestos como el de un eurodiputado pisando los papeles del comisario de Econom¨ªa, Pierre Moscovici, en Espa?a domina el discurso europe¨ªsta y ninguno de los cuatro grandes partidos rechaza abiertamente las recomendaciones de la UE. Mientras Italia vive una ola xen¨®foba que se ha recalentado estos d¨ªas con la violaci¨®n y asesinato de una adolescente italiana en Roma a manos de cuatro africanos, en Espa?a un discurso como el de Salvini no lo asume abiertamente nadie salvo el partido ultraderechista Vox. Pablo Casado (PP) y Albert Rivera (Ciudadanos) rechazan que se les asocie con Salvini. Aunque en las ¨²ltimas semanas el PP haya endurecido su discurso sobre la inmigraci¨®n, nunca ha llegado a los extremos del italiano.

Mientras Salvini reta a la UE, que ha rechazado sus presupuestos por primera vez en la historia, y grita "me resbala la prima de riesgo", el PSOE y el PP discuten en Espa?a sobre cu¨¢nto hay que reducir el d¨¦ficit, si al 1,8%, como quieren los socialistas, o al 1,3%, como piden los populares. En este contexto de dos pa¨ªses casi siempre hermanos que ahora han tomado caminos muy diferentes, S¨¢nchez, que ha sido el ¨²ltimo en llegar y sigue siendo poco conocido en Europa ¡ªlos c¨¢maras italianos que le esperaban a la entrada de la sala le llamaban "L¨®pez"¡ª est¨¢ haciendo un gran esfuerzo para reforzar su papel internacional, consolidarse como un referente socialdem¨®crata ¡ªalgo que tiene a tiro por la enorme debilidad de sus colegas¡ª y, de paso, lanzar la idea en Espa?a de que, al contrario de lo que opina la oposici¨®n, ¨¦l no es un presidente circunstancial que puede caer en cualquier momento, sino un pol¨ªtico correoso que ha venido para quedarse y tiene aspiraciones de consolidarse en Espa?a y en el tablero europeo.