Villarejo pagaba 1.000 euros al mes para rastrear llamadas

¡°Ah¨ª la ¨²nica soluci¨®n, que no veo f¨¢cil, es hacer un rastreo [de llamadas], intentar con alguien de Telef¨®nica¡±. El entonces comisario en activo Jos¨¦ Villarejo desvelaba el 21 de septiembre de 2009 a Ignacio L¨®pez del Hierro, marido de Mar¨ªa Dolores de Cospedal, parte de sus m¨¦todos ilegales para acceder a informaci¨®n confidencial de las v¨ªctimas de sus espionajes. En esta conversaci¨®n, revelada este lunes por Moncloa.com, el polic¨ªa encarcelado como cabecilla de la trama policial desmantelada en la Operaci¨®n T¨¢ndem aseguraba que con el tr¨¢fico de llamadas y mensajes SMS entre el hermano de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y la empresaria Marita Fern¨¢ndez Lado, due?a de la agencia de detectives M¨¦todo 3, se pod¨ªa saber si ambos estaban ¡°enrollados mucho o poco¡± y as¨ª usar esa informaci¨®n para cargar contra el entonces ministro de Interior en pleno caso G¨¹rtel.

La investigaci¨®n de la Audiencia Nacional aporta numerosos indicios sobre c¨®mo Villarejo recababa estos datos telef¨®nicos y su disposici¨®n a pagar por ellos. En la pieza separada Pintor ¡ªen la que se investigan los trabajos realizados por el polic¨ªa jubilado al empresario Juan Mu?oz, marido de la periodista Ana Rosa Quintana¡ª, las pesquisas han revelado que Villarejo se vali¨® de un agente de la lucha antiterrorista para consultar en la base de datos policial Sidenpol y conseguir la identidad de los titulares de una decena de tel¨¦fonos, primer paso para llegar a saber con qui¨¦n se relacionaban sus titulares.

Otro alto mando investigado, el tambi¨¦n comisario Enrique Garc¨ªa-Casta?o, El Gordo, admiti¨® en su declaraci¨®n como imputado ante el juez que ¨¦l facilit¨® a su compa?ero esta informaci¨®n sin mandamiento judicial porque as¨ª se lo hab¨ªa ordenado el superior de ambos: ¡°El DAO [director adjunto operativo, en referencia al comisario Eugenio Pino, n¨²mero dos de la Polic¨ªa Nacional en la etapa del ministro Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz] me dec¨ªa, ¡®t¨² los datos que te pida se los vas dando¡±.

Es, precisamente, una grabaci¨®n realizada por Villarejo de una conversaci¨®n con Garc¨ªa-Casta?o la que ha revelado los supuestos intentos de ambos polic¨ªas para conseguir la colaboraci¨®n de nuevos empleados de las compa?¨ªas telef¨®nicas para rastrear llamadas. Garc¨ªa-Casta?o le asegura en la misma que est¨¢ intentando contactar con uno para ofrecerle 1.000 euros al mes a cambio de esa informaci¨®n. ¡°A mil euritos, s¨ª, co?o, vale la pena y tal, y no nos pone l¨ªmite... o si no, tanto por cada canuto [tel¨¦fono] que le pidamos, como t¨² veas¡±, se escucha a Villarejo. El comisario jubilado esgrim¨ªa posteriormente este coste econ¨®mico ante sus clientes para justificar sus elevadas tarifas: ¡°Los rastreos que estamos haciendo de tr¨¢fico de llamadas y las cosas delicadas, t¨ªo, la gente se la juega y, a cambio, hay que untarlas [...]. Todo esto vale pasta¡±.

Un informe de la fiscal¨ªa destaca que Villarejo presum¨ªa ante sus clientes de poseer un ¡°programa¡± inform¨¢tico capaz de cruzar los datos de las llamadas que hab¨ªan obtenido y obtener nueva informaci¨®n. De hecho, los informes que el comisario elabor¨® sobre varias de sus v¨ªctimas recog¨ªan este tipo de an¨¢lisis. En una grabaci¨®n muestra tambi¨¦n su celo en la custodia de estos datos: ¡°Yo cojo, meto, desencripto, encripto el listado de los canutos [tel¨¦fonos] y lo destruyo si no es necesario [...] cada mes o mes y pico hago una copia de seguridad en un CD [...]. Ese es mi m¨¦todo que llevo muchos a?os haci¨¦ndolo porque es mi vida¡±.

Otra conversaci¨®n revela tambi¨¦n el supuesto inter¨¦s de Villarejo por ir m¨¢s all¨¢ y, adem¨¢s de lograr los tr¨¢ficos de llamadas, interceptar de manera ilegal conversaciones telef¨®nicas. En esta grabaci¨®n, el comisario Garc¨ªa-Casta?o admit¨ªa su ¡°obsesi¨®n¡± por hacerse con una ¡°puta m¨¢quina de pinchar tel¨¦fonos¡±.