Defex fue excluida del contrato de suministro de 200 tanques
Defensa apart¨® a la empresa de la negociaci¨®n con Riad en 2010
El esc¨¢ndalo de la empresa Defex, dedicada a intermediar en operaciones de venta de armamento, estall¨® en 2014, pero su ca¨ªda en desgracia ven¨ªa de lejos. Pese a que su entonces presidente y hoy imputado Jos¨¦ Ignacio Encinas maniobr¨® para hacerse un hueco, la compa?¨ªa fue excluida del que iba a ser el mayor contrato de la historia de la industria militar espa?ola: la venta de entre 200 y 270 carros de combate Leopard 2E a Arabia Saud¨ª por m¨¢s de 3.000 millones de euros. Corr¨ªa el a?o 2010 y el Ministerio de Defensa, dirigido enronces por Carme Chac¨®n, tutel¨® la oferta que presentaron un grupo de empresas espa?olas a las autoridades saud¨ªes.
Nadie explic¨® entonces por qu¨¦ no se encomend¨® a Defex que pilotase la operaci¨®n, a pesar de que el Estado era su socio mayoritario, y tampoco se design¨® a General Dynamics-Santa Barbar¨¢ Sistemas, que ensamblar¨ªa los carros de combate en su planta de Sevilla, sino a la empresa privada de electr¨®nica Indra. Lo cierto es que el Gobierno solo se fiaba del entonces presidente de Indra, Javier Monz¨®n, amigo del rey Juan Carlos, para llevar a buen puerto un contrato de esta envergadura.
Espa?a lleg¨® a enviar en el verano de 2011 un carro de combate Leopard a Arabia Saud¨ª, donde fue sometido a una severa evaluaci¨®n que revel¨® graves deficiencias que los fabricantes se comprometieron a subsanar.
La operaci¨®n, sin embargo, nunca lleg¨® a cuajar. La patente de los Leopard pertenec¨ªa a las firmas alemanas Kraus-Maffei y Rheinmetall, por lo que el Gobierno de Merkel deb¨ªa dar luz verde a su exportaci¨®n a Arabia Saud¨ª. No era plato de gusto que una firma estadounidense, General Dynamics, due?a de SBB, hiciese negocio con la tecnolog¨ªa germana. La idea de que Alemania preferir¨ªa beneficiarse de un 30% del contrato ¡ªque es el retorno que obtendr¨ªa si los tanques los vend¨ªa Espa?a¡ª a quedarse sin nada ante la imposibilidad de exportarlos directamente a Riad se demostr¨® ilusoria.
En mayo de 2014, el primer ministro de Defensa de Rajoy, Pedro Moren¨¦s, proclamaba que ¡°la buena noticia¡± era que la operaci¨®n de venta de los Leopard segu¨ªa ¡°viva¡±. Para resucitarla, el Ejecutivo hab¨ªa regulado por decreto, en enero de ese a?o, los contratos ¡°gobierno a gobierno¡±, una exigencia de Riad por la cual Defensa se compromet¨ªa a garantizar el suministro del material vendido por las empresas de armamento.
Todo fue in¨²til. Sin la licencia alemana, los Leopard no se pod¨ªan exportar. Tampoco las corbetas de Navantia se vendieron al amparo de la f¨®rmula ¡°gobierno a gobierno¡±. sino con la creaci¨®n de una empresa mixta hispano-saud¨ª. Lo que s¨ª vendi¨® el Ministerio de Defensa a Arabia Saud¨ª, en 2015, fueron 400 bombas de guiado l¨¢ser para su empleo en la guerra de Yemen.
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