El bipartidismo m¨¢s d¨¦bil se reparte los sillones del Poder Judicial

El bipartidismo m¨¢s d¨¦bil de la democracia espa?ola quiere comerse el grueso de la tarta. O casi. PP y PSOE, que suman el 62% de los esca?os del Congreso, han negociado a solas en los ¨²ltimos meses el reparto de los 20 vocales que componen el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y, seg¨²n el primer acuerdo alcanzado entre las dos fuerzas, ambas formaciones se quedar¨¢n pr¨¢cticamente con todos los sillones del ¨®rgano.

Solo Podemos est¨¢ intentando reba?ar dos nombres propios: la juez Victoria Rosell, candidata de la formaci¨®n al Parlamento en las elecciones de 2015, y Esther Erice, presidenta de la Audiencia Provincial de Navarra y con un reconocido perfil por los colectivos feministas. Seg¨²n fuentes de las negociaciones, ambas tendr¨¢n que ser consensuadas previamente entre el equipo de Pablo Iglesias y el Gobierno. Al igual que otros dos de los candidatos propuestos, Jos¨¦ Ricardo de Prada y Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Seijo, aunque estos ya figuraban tambi¨¦n entre las preferencias de los socialistas.

De esta forma, los dos principales partidos del pa¨ªs, que apenas suman actualmente el 62% de los diputados ¡ªel segundo de los porcentajes m¨¢s bajos del bipartidismo desde el inicio de la actual etapa democr¨¢tica, solo por detr¨¢s del m¨ªnimo marcado en los comicios de 2015¡ª, participar¨¢n directamente en la designaci¨®n de los 20 vocales. Es decir, en el 100% de los elegidos.

El acuerdo implica que a nueve de ellos los propongan los populares, que han admitido quedarse en minor¨ªa a cambio de que se designe al conservador Manuel Marchena como presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ. Y a los otros 11, el PSOE, que consensuar¨¢ cuatro de ellos con Podemos, seg¨²n afirman fuentes de la coalici¨®n de izquierdas. Ciudadanos, por su parte, se ha excluido del proceso al discrepar del m¨¦todo de designaci¨®n, al que califica como un "reparto a dedo de los jueces", en palabras de Albert Rivera.

Pese a los matices derivados de las conversaciones de los socialistas con la formaci¨®n de Iglesias, el porcentaje de vocales propuestos exclusivamente por el bipartidismo (80%) se quedar¨¢ muy lejos del que le corresponder¨ªa si se respetase la proporcionalidad del Congreso. As¨ª, si se hiciera un reparto en funci¨®n del n¨²mero de esca?os que actualmente tienen en el hemiciclo, al PP (con 134 diputados) le tocar¨ªan ocho miembros. Al PSOE, con 84 esca?os, solo cinco ¡ªy, en cambio, va a participar en la designaci¨®n de 11¡ª. A Podemos, cuatro. A Ciudadanos, dos. Y al resto de fuerzas, uno.

Pero la negociaci¨®n entre populares y socialistas, que cuentan con tres quintas partes de ambas C¨¢maras para sacar adelante su acuerdo, se aleja de esa distribuci¨®n y deja fuera a las fuerzas pol¨ªticas minoritarias que hist¨®ricamente han logrado representaci¨®n. Sobre todo, a los nacionalistas vascos y catalanes, que tradicionalmente consegu¨ªan proponer a alg¨²n vocal gracias a su capacidad de influencia en las Cortes.

Un repaso a la composici¨®n del CGPJ durante los ¨²ltimos 30 a?os evidencia este sistema, que siempre ha guardado una aparente correlaci¨®n. En 2013, por ejemplo, cuando PP y PSOE sumaban el 85% de los esca?os, ambas fuerzas propusieron a 17 vocales (85% del total) ¡ªentre ellos a Fernando Grande-Marlaska, impulsado por los populares y actual ministro del Interior de Pedro S¨¢nchez¡ª. Los otros tres nombres surgieron desde las filas de IU, CiU y PNV.

Otras formaciones

En 2008 ocurri¨® lo mismo: los populares y socialistas ten¨ªan el 92% de los parlamentarios y designaron a 18 de los vocales (90%). Tambi¨¦n sucedi¨® igual en 2001, 1996 y 1990, cuando el poder del bipartidismo oscilaba entre el 88% y el 80,6% de la C¨¢mara y se repartieron entre 17 y 18 vocales ¡ªdejando hueco para los nacionalistas vascos y catalanes, IU, Coalici¨®n Canaria y el CDS¡ª. Pero, ahora, ese porcentaje se ha desplomado en el hemiciclo. Y PP y PSOE siguen negociando a solas todo el reparto de un pastel que se comen ellos.