El d¨ªa que el Congreso vot¨® y rechaz¨® la Rep¨²blica
La enmienda 241 de ERC al art¨ªculo 1 de la Constituci¨®n fue derrotada en el pleno por 185 votos en contra, nueve a favor y 123 abstenciones
El pleno del Congreso despert¨® a las 10.30 del 4 de julio de 1978 para iniciar la votaci¨®n definitiva de la Constituci¨®n. Antes de aquella sesi¨®n, 38 diputados y una diputada, integrantes de la comisi¨®n constitucional, pulieron el texto durante dos meses de intensos debates parlamentarios.
La sesi¨®n plenaria del 4 de julio era la primera de las 12 que vinieron despu¨¦s para aprobar, uno a uno, los 169 art¨ªculos de la Constituci¨®n que votar¨ªan los espa?oles en el refer¨¦ndum del 6 de diciembre.
Con el debate y votaci¨®n del art¨ªculo primero, lleg¨® la enmienda n¨²mero 241. Su autor, Heribert Barrera, diputado de ERC, ley¨® el nuevo texto propuesto para la Constituci¨®n: ¡°El Estado espa?ol, formado por una comunidad de pueblos, se constituye en una Rep¨²blica democr¨¢tica y parlamentaria que propugna como valores superiores la libertad, la justicia, la igualdad y el respeto al pluralismo pol¨ªtico¡±. El diputado republicano catal¨¢n reconoci¨® en el pleno que su enmienda estaba abocada al fracaso: ¡°Sab¨ªa de antemano que mi propuesta recoger¨ªa muy pocos votos, pero me pareci¨® esencial ser fiel a mis electores¡±.
Miguel Herrero y Rodr¨ªguez de Mi?¨®n (UCD) fue el ¨²nico diputado que pidi¨® la palabra para argumentar contra la Rep¨²blica y a favor de la Monarqu¨ªa: ¡°No puede optarse en abstracto entre Monarqu¨ªa y Rep¨²blica, porque no es lo mismo una monarqu¨ªa autoritaria, una monarqu¨ªa gobernante que usurpa parcelas de soberan¨ªa a la voluntad popular y una monarqu¨ªa democratizadora y democr¨¢tica como la que ha hecho posible estas Constituyentes y la que surge configurada en la Constituci¨®n que estamos tratando de elaborar; una Monarqu¨ªa que no es una Monarqu¨ªa gobernante, porque el Rey no gobierna, que es una Monarqu¨ªa parlamentaria, porque gobierna el Gobierno responsable, y el Rey reina¡±.
En un pleno con 317 diputados presentes, la apuesta republicana solo consigui¨® nueve apoyos, tres proced¨ªan de esca?os de UCD que se equivocaron al votar. Los otros seis entusiastas de la Rep¨²blica fueron Emilio Gast¨®n Sanz (Partido Socialista de Arag¨®n), Enrique Tierno Galv¨¢n (Partido Socialista Popular), Francisco Letamendia (Euzkadiko Ezkerra), Ramon Trias Fargas (CiU), Arana Pelegr¨ª (PDC) y el propio Heribert Barrera (ERC).
Todos los parlamentarios, hasta los m¨¢s cr¨ªticos con la Constituci¨®n, eran optimistas aquella ma?ana. El paso de la dictadura a la democracia era un motivo suficiente para arrinconar dudas y recelos.
Optimismo y pragmatismo
El republicano Heribert Barrera ten¨ªa preparado un verso de Ausias March para terminar su intervenci¨®n: ¡°El tiempo amortigua el mal y el bien crece todos los d¨ªas¡±. Pero el presidente del Congreso no le dej¨® pronunciar la cita porque lleg¨® al ¨²ltimo folio de su discurso con los 30 minutos de intervenci¨®n agotados. Sus ¨²ltimas palabras fueron para reivindicar el derecho a decidir: ¡°Proclamo desde esta tribuna que Catalu?a tiene derecho a la autodeterminaci¨®n. Si este derecho no se nos reconoce, no haremos por eso la guerra, pero no cesaremos de reivindicarlo¡±. Muy pocos le siguieron.
El optimismo se abraz¨® aquel d¨ªa con el pragmatismo. El l¨ªder comunista Santiago Carrillo explic¨® las virtudes de la ley de leyes que hab¨ªan empezado a votar: ¡°Ha sido una limpia b¨²squeda de un acuerdo para despojar a la carta constitucional de cuestiones ideol¨®gicas que la hicieran impracticable o reprodujeran los t¨¦rminos de nuestras grandes querellas hist¨®ricas¡±. Esa carta consolidaba la monarqu¨ªa parlamentaria como la forma de estado con un Rey, Juan Carlos, designado por el dictador Franco y despojado por la Constituci¨®n de poderes ejecutivos.
A la vez, establec¨ªa la descentralizaci¨®n a trav¨¦s del Estado de las Autonom¨ªas, prohib¨ªa la discriminaci¨®n por raz¨®n de sexo ¨Caunque la impon¨ªa para el orden sucesorio de la Corona- y devolv¨ªa derechos y libertades al pueblo espa?ol.
La votaci¨®n en el Congreso del texto que redactaron los siete padres de la Constituci¨®n y pulieron los 39 parlamentarios de la comisi¨®n constitucional termin¨® el 21 de julio, 17 d¨ªas y 12 sesiones despu¨¦s. 258 diputados apoyaron el texto, hubo 14 abstenciones y solo dos votos en contra (Francisco Letamendia, de Euzkadiko Ezkerra; y Federico Silva Mu?oz, de Alianza Popular).
Los l¨ªderes de los principales partidos pol¨ªticos pidieron entonces la palabra para ensalzar el trabajo hecho. Santiago Carrillo, uno de los ¨²ltimos en intervenir, puso deberes a todos los diputados presentes: ¡°Se ha dicho que el consenso termina con la Constituci¨®n. Yo no s¨¦ hasta qu¨¦ punto termina si tomamos en un sentido amplio el t¨¦rmino consenso. Pero en todo caso lo que no termina y lo que no puede terminar es el sentido de responsabilidad de las fuerzas pol¨ªticas que nos encontramos aqu¨ª y que estamos comprometidas solemnemente a sacar nuestra democracia adelante independientemente del futuro que cada uno de nosotros desee para ella¡±.
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