Los verdaderos m¨®viles del ¡®caso Cursach¡¯
La orden del juez de confiscar los tel¨¦fonos de dos periodistas es el ¨²ltimo cap¨ªtulo de una causa que indaga las turbias relaciones entre el mayor empresario del ocio nocturno mallorqu¨ªn y estamentos pol¨ªticos y policiales
Amenazas a testigos, fiestas privadas para polic¨ªas, manifestaciones contra un juez y un fiscal, seguimientos nocturnos, peleas intestinas entre grupos de la Polic¨ªa Nacional, pinchazos telef¨®nicos, palizas en la c¨¢rcel, denuncias cruzadas, armas, negocios millonarios y un juez apartado. La lista de elementos podr¨ªa seguir engordando con conceptos m¨¢s propios de una novela de Don Winslow que de una investigaci¨®n judicial como la abierta hace cuatro a?os en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 12 de Palma. Esta semana ha sumado un nuevo esc¨¢ndalo con la ins¨®lita orden judicial de confiscar, para averiguar el origen de una filtraci¨®n, los tel¨¦fonos m¨®viles, ordenadores y archivos de dos periodistas de Diario de Mallorca y la agencia Europa Press que dieron cuenta de un informe policial incluido en la causa.
La investigaci¨®n sobre las filtraciones del sumario fue abierta por el juez el pasado mes de julio y permanece bajo secreto desde entonces. La decisi¨®n de requisar los tel¨¦fonos m¨®viles a pesar del derecho constitucional de los periodistas a guardar el secreto profesional ha provocado un alud de cr¨ªticas por parte de las asociaciones de profesionales de la informaci¨®n, mientras que gran parte de la judicatura ha cerrado filas entorno a la decisi¨®n del juez instructor, Miquel Florit, avalada por el fiscal anticorrupci¨®n Juan Carrau.
La caza al filtrador de ese informe estrecha el c¨ªrculo sobre los anteriores investigadores y podr¨ªa dar un giro desconocido a un asunto que abre la puerta a nulidades y nuevas querellas.
El ama?o de un concurso de ascensos en la Polic¨ªa Local de Palma permiti¨® en 2014 a la juez Carmen Gonz¨¢lez empezar a tirar de una madeja que destap¨® poco a poco la relaci¨®n de connivencia que manten¨ªan agentes de las polic¨ªas de Palma y Calvi¨¢ con los encargados de los locales de ocio nocturno de Magaluf y Playa de Palma, n¨²cleos duros de bares y discotecas orientados sobre todo al turismo brit¨¢nico y alem¨¢n. En aquellos inicios de la investigaci¨®n, la juez ya fue objeto de insultos y amenazas por parte de los imputados, hasta que en junio de 2015 fue trasladada a la Audiencia Provincial donde hab¨ªa pedido plaza. Fue en ese momento cuando el juez Manuel Penalva se hizo cargo del asunto y el caso Cursach tom¨® un nuevo rumbo.
Decenas de polic¨ªas fueron ingresando en prisi¨®n preventiva tras desfilar por dependencias judiciales, con m¨¢s de treinta agentes investigados. Testigos de las extorsiones continuaron compareciendo en el despacho de Penalva y la trama salpic¨® tambi¨¦n a pol¨ªticos conservadores y funcionarios municipales. En el relato de los hechos, siempre aparec¨ªa un denominador com¨²n: el empresario Bartolom¨¦ Cursach y su millonario imperio de discotecas, restaurantes y locales de ocio.
El magistrado orden¨® la detenci¨®n de Cursach y puso sus negocios contra las cuerdas. El empresario y su n¨²cleo duro ingresaron en prisi¨®n preventiva y el emporio comenz¨® su declive mientras las amenazas a testigos arreciaron.
Libertad para Cursach
Los Ayuntamientos de Palma y Calvi¨¢ intensificaron las inspecciones sobre los negocios de Cursach, que termin¨® cerrando el gimnasio Megasport y clausurando parcialmente Megapark, un macrocomplejo de ocio destinado al p¨²blico alem¨¢n. El juez y el fiscal fueron autorizados a llevar un arma ante las denuncias de amenazas del entorno del empresario investigado. Adem¨¢s de sufrir seguimientos y llamadas amenazantes, al primero le intentaron quemar el coche y entraron en la casa del segundo y le robaron la moto.
Los abogados de algunos investigados decidieron entonces plantear un incidente de recusaci¨®n contra Penalva, tras divulgarse una conversaci¨®n de Whatsapp con una testigo en la que el magistrado calificaba de ¡°hijos de puta¡± a sus clientes. Mientras la Audiencia Provincial lo estudiaba, trabajadores de sus empresas e investigados convocaron dos manifestaciones para exigir la inhabilitaci¨®n del juez y el fiscal. Ambos se querellaron a su vez contra algunos de los abogados. La Audiencia Provincial de Palma concluy¨® que Penalva hab¨ªa perdido la apariencia de imparcialidad y fue apartado del caso, que pas¨® a manos del juez Miquel Florit, el tercer magistrado que se hizo cargo del asunto en apenas tres a?os. Cursach sali¨® de la c¨¢rcel el pasado mes de abril tras prosperar un recurso ante la Audiencia Provincial y despu¨¦s de reunir un mill¨®n de euros de fianza en apenas unas horas. Con una relaci¨®n m¨¢s distante con el fiscal y tras el desmantelamiento del grupo de la Polic¨ªa Nacional que hab¨ªa dirigido las investigaciones contra el empresario, el juez Florit aterriz¨® con una causa pr¨¢cticamente encauzada y a punto de terminar.
Las continuas filtraciones que, seg¨²n los abogados de Cursach y su c¨ªrculo, han inundado el caso desde sus or¨ªgenes han sido el motivo de la investigaci¨®n bajo secreto que ha culminado con la incautaci¨®n de los tel¨¦fonos, ordenadores y documentos de dos periodistas de Europa Press y el Diario de Mallorca. Mientras tanto, el empresario sigue en libertad y espera para enfrentarse a su pr¨®ximo juicio por varias fiestas sexuales supuestamente pagadas a polic¨ªas a cambio de un trato de favor.
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