Espa?a reinventa su pol¨ªtica hacia ?frica para incidir en las causas de las migraciones

La proximidad geogr¨¢fica de Espa?a respecto a ?frica no equivale a relaci¨®n privilegiada. La presencia de empresas espa?olas es t¨ªmida (hay unas 600 implantadas), el di¨¢logo institucional no siempre es fluido y la nutrida presencia de militares espa?oles en el continente (m¨¢s de 700) no se capitaliza como herramienta de influencia. Consciente de esas carencias, el Ministerio de Exteriores tiene ya casi listo un proyecto que prev¨¦ presentar esta semana en el Congreso, seg¨²n explican a EL PA?S fuentes de este departamento.

El Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez considera miope evaluar la relaci¨®n con ?frica en funci¨®n de cu¨¢ntos migrantes llegan a las costas espa?olas. Generar una relaci¨®n m¨¢s productiva con el continente requiere analizar otras variables, no solo intentar frenar en la frontera a quienes pretenden entrar irregularmente.

Con esa meta, el ministerio que dirige Josep Borrell lanza una iniciativa estructurada en cuatro bloques: paz y seguridad, crecimiento econ¨®mico y desarrollo sostenible, fortalecimiento institucional y movilidad ordenada. El hecho de que la migraci¨®n ¡ªni siquiera se emplea esta palabra¡ª aparezca como ¨²ltimo bloque de este enunciado es indicativo del giro que se pretende dar a la relaci¨®n con ?frica.

M¨¢s inversi¨®n espa?ola

La l¨®gica ¨Cdif¨ªcilmente realizable, pero sintom¨¢tica de que los esfuerzos se quieren poner en todos los pasos previos¡ª es que si el continente mejora en democracia y auge econ¨®mico, la migraci¨®n ser¨¢ menor. Pero es que adem¨¢s, para la mayor parte de los africanos que emigran, Europa no es su principal destino. ¡°Hay que ampliar el enfoque porque la migraci¨®n es un fen¨®meno compartido. De cada cinco africanos que emigran, cuatro lo hacen dentro del propio continente. A Europa llega menos del 20%¡±, argumenta un alto cargo de Exteriores.

Se trata del primer plan integral hacia el continente desde el segundo mandato de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, con objetivos m¨¢s ambiciosos que entonces. En aquella ocasi¨®n, el plan ten¨ªa una limitaci¨®n temporal (2009-2013). Antes, ya hab¨ªa habido dos intentos de contar con unas l¨ªneas de acci¨®n claras hacia ?frica (en 2000 y en 2006), aunque muy centrados en la contenci¨®n de la migraci¨®n.

El plan carece de un presupuesto concreto porque va m¨¢s all¨¢ de la ayuda oficial a los pa¨ªses africanos. Frente a esa partida, Exteriores pretende dar m¨¢s peso a las inversiones espa?olas, de forma que las empresas perciban en mayor medida las oportunidades presentes en ?frica. Porque pese a las im¨¢genes de guerras, desertificaci¨®n y dictaduras que trascienden, el continente en su conjunto es hoy menos pobre y m¨¢s estable que hace a?os. La Administraci¨®n espa?ola ha potenciado hasta ahora poco esta visi¨®n y apenas un 0,3% de la inversi¨®n bruta en el exterior se dirigi¨® el a?o pasado al continente africano, seg¨²n datos del Ministerio de Econom¨ªa. La mitad se concentr¨® en Sud¨¢frica. Socios europeos como Francia e Italia tienen m¨¢s peso en la regi¨®n.

El perfil bajo de Espa?a se aparta de una estrategia inversora hacia ?frica que se impone en el exterior. La UE ha ideado una herramienta inversora para este continente que aspira a movilizar 44.000 millones de euros, esencialmente privados, en los pr¨®ximos a?os. Y las inversiones chinas proliferan en el continente. Est¨¢ por ver, pese a todo, que esa iniciativa prenda en Europa.

Aunque el Gobierno de S¨¢nchez ha acelerado y reorientado algo el plan en su ¨²ltima fase, el anterior ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, ya puso en marcha en 2017 la elaboraci¨®n de una estrategia para ?frica. Borrell aguardar¨¢ a presentarlo al Congreso y al Senado para cerrar la versi¨®n final, con el fin de introducir algunas mejoras a iniciativa del Parlamento.